Luego de evitar las cámaras y guardias de nuevo, por fin llegamos a un edificio negro de posibles dos pisos, en medio de la nada, que raro considerando donde se ubican las cosas aquí, noten el sarcasmo, nos adentramos al lugar, era un estacionamiento normal, con divisiones y autos cómo cualquier otro.
— Ya, ahora déjame— se estaba por ir cuando lo detuve.
— ¿Y las llaves? — no me había entregado nada ni dicho si se encontraban en algún lugar.
— Oh, ¿También querías eso? — se giró a verme sonriendo— nunca me las pediste, solo dijiste que te trajera hasta el Jeep, aquí estamos, así que adiós— se volvió a girar dispuesto a irse.
— Alto ahí idiota— tomé su brazo— Dame las malditas llaves— exclamé bastante molesta.
— Nunca me las pediste cariño, no eran parte del trato— volvió a sonreír de lado creyéndose muy inteligente.
— Mira niño, te olvidas de algo— esta vez sonreí yo— mi amenaza nunca dejo de estar en pie por lo tanto si no me las das, igual hablaré, por tú bien entrégalas antes que la amenaza se vuelva peor— su sonrisa se borró.
— Quedamos en que yo te traería hasta aquí y tú dejarías de molestar— recordó.
— Y ¿Dónde está el contrato que firme aceptando eso? — ahí tienes embustero, no respondió solo se acercó al Jeep agachándose y metiéndose debajo de este boca arriba, tocó algo para luego salir de nuevo con las llaves.
— Las ponen bajo el auto, entre los tubos que forman la parte delantera— me las arrojó, las atrapé casi de casualidad.
— Un placer hacer negocios contigo— sonreí, tomó eso como vía de escape empezando a caminar — pero necesito una cosa más— lo detuve, para este momento sabía que él estaba a nada de estrangularme.
— ¿Me quieres de esclavo o mayordomo acaso? — se molestó.
— No, solo necesito un favor, es importante— intenté llegar a su lado bondadoso.
— Me da igual hazlo tú— y al parecer no tiene.
— ¡Es que no puedo maldición! ¡No sé cómo hacerlo! — me desesperé.
— ¿Y crees que yo sí? — se quejó.
— Ya lo has hecho—me crucé de brazos.
— ¿Y qué se supone que es? — imitó mi acción.
— Necesito que saques esto y lo dejes afuera.
— ¿De aquí? Fácil.
— De los muros...— no habló por varios minutos, por un momento pensé que alguien llegaría de lo que tardaba en decir algo.
— ¿Por qué? — dijo al fin con tono sospechoso.
— Necesito buscar algo, pero está lejos, así que necesito que esto nos lleve ahí— expliqué mirando de reojo a los lados, demasiado tiempo perdido.
— ¿Nos? — levantó una ceja.
— Alguien más también necesita eso que voy a buscar— dije sin dar muchos detalles, lo que faltaba es tener que decirle a este degenerado lo que necesito.
— Oh... Entiendo— una sonrisa malvada apareció en sus labios — considerando que él podría hacerlo sin siquiera desactivar nada no entiendo por qué no está aquí— fruncí el ceño.
— ¿Eh?
— Pero bueno... Supongo habrá tenido que ir a buscar algo, no creo que sea tan idiota de dejarte a ti hacer el trabajo duro— siguió hablando aún que se haya percatado de mi cara de confusión.
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Escuela Militar (En edición)
Teen FictionCuando te enteras que irás a una escuela militar... ¿Qué es lo primero que se te pasa por la cabeza? A mí... Que se cumpliría el sueño de mi vida ¿Por qué? Ni yo misma lo sé, sólo que siempre me gustó y ahora que por fin lo haría, ¿Qué podía salir m...