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Eros volvió a la Tierra al Santuario de Athena para pedir explícitamente que los cuerpos de Agasha y Albafica fueran transportados al recinto de la diosa. Ahí pidió a las doncellas de Athena desnudar a Agasha y ponerla en una tina a su tamaño que él mismo formó con su cosmos y un poco de barro color blanco qué él aseguró que fue un regalo de Hefestos hace ya muchos años.

Del mismo modo exigió que Albafica fuese desnudado para hacer lo mismo con él en una habitación separada.

Al tener a ambos cuerpos nadando en agua cristalina en las tinas. Eros hizo aparecer 2 flores que tenían la apariencia de ser lotos, sin embargo, estos resplandecían en negro y cubrían más allá de la palma de su (nada pequeña) mano.

―Se llaman këstis, provienen del Inframundo. Perséfone me las dio. Al ponerlas en el agua con el cuerpo, estrechan un lazo espiritual alma-carme. ―Dejó caer la flor en la tina de Albafica, anteriormente ya había dejado otra con Agasha―. Una vez que regresen, Athena y yo curaremos las heridas de ambos al mismo tiempo. Si no se hace así, permanecerán muertos. Sin la intervención de los dioses es imposible que un alma regrese a este mundo de manera... natural.

Manigoldo, el cual estaba cruzado de brazos, preguntó con cierto deje mordaz:

―¿Y no sería más fácil simplemente revivirlos y ya?

Eros lo vio de reojo.

―¿Crees que es tan fácil?

―Bueno, hay conocimiento de que Athena podía revivir a los muertos también.

Haciendo una expresión facial que decía que Eros luchaba por explicarles a los humanos de una forma que entiendan la situación, el dios empezó a hablar.

―Para empezar, el alma de la humana fue extraída por un zokatë, un cuervo infernal creado por Nyx para levantar almas en la oscuridad.

―El alma de Agasha fue robada a medio día ―interrumpió Shion.

―Por eso vino con Psique. Ella le mostró el camino. Desde ahí inició mal. Si así como así, regresamos el alma de la niña y curamos su cuerpo, no duden ni por un segundo que el cuervo sentirá que algo anda mal y volverá para terminar su trabajo. Esos animales estúpidos no razonan. Y si el cuervo toma de nuevo su alma posiblemente se la trague. ¿Lo mejor? Es un ente que no duerme ni se detiene con nada.

―¿Y no podríamos simplemente destruirlo? ―preguntó Dégel viendo interesado, como el agua donde estaba el cuerpo de Albafica, se ennegrecía.

―Ese pájaro sólo puede ser destruido o llamado por Nyx. Si ustedes intentaran atacarlo no tendría caso tampoco, ningún mortal puede destruirlos por muy fuerte que sea.

―¿Y ella no puede interferir? ―quiso saber Dohko, dando en un buen punto.

―El alma fue extraída y el cuerpo asesinado, ahí termina su jurisdicción. Aquí es donde entran las tres hemorroides que todos conocemos y odiamos llamadas Destinos —remarcó ese dato—. Ellas cortaron ya los hilos de las vidas de ambos. Para empeorarlo todo, el alma del mortal Albafica ya está siendo convertido en un árbol maltrecho en el Inframundo.

―¿Y tu esposa no puede recuperarlo? ―inquirió Sisyphus.

―Si lo hace queda expuesta a perder parte de sus poderes. Revivir a un muerto no es cosa fácil y mucho menos sacar un alma que el Inframundo ya ha tomado; para variar ninguno de nosotros está dispuesto a diluir sus poderes por esto. En teoría Athena podría hacerlo, pero no creo que estén dispuestos a ver lo que eso podría ocasionarle a su ya diminuto cosmos por estar en un cuerpo mortal en esta tierra. —Se puso pensativo—. Perséfone por otro lado no hace nada gratuitamente y aunque ayudará, no va a interceder por nadie para salvar un alma condenada de sus dominios. ¿Te imaginas si fuese tan sencillo revivir humanos sólo porque otros dioses lo piden?

―Así que en pocas palabras tomarán el camino difícil ―Kardia se cruzó de brazos.

―La vida es así ―respondió Eros―. Si realmente su compañero y la niña merecen seguir vivos se les dará la oportunidad de ganarse ese derecho.

―¿Y por qué el agua se tiñe de negro? ―quiso saber El Cid.

―Es causa de la flor, mantiene estática la carne y los huesos. Si el agua no hubiese cambiado de color entonces habría que preocuparse ya que entonces las almas correspondientes a sus cuerpos ya se habrían rendido ―sonrió arrogante―, parece que su amigo se resiste a ser condenado.

―Es un Santo Dorado, no es sorpresa que lo haga ―destacó Hasgard sin mostrarse sorprendido por saber que Albafica aún deseaba volver. Aunque de verdad estuviese impactado al saber eso.

―Para mí sí ―dijo Eros―. El Bosque de los Suicidios se destaca por volver a la realidad los tormentos que manejaron el corazón del suicida antes de que tomara su vida. Su dolor, sus recuerdos más crueles, todo eso lo vuelve realidad hasta que el alma sucumba y se convierta en un árbol más.

―¿Y dices que sólo Agasha puede salvarlo? ¿Cómo? ―inquirió Dohko―. Ella no pelea ni conoce nada del manejo del cosmos. ¿Cómo podría ella sacarlo de ahí si no tiene prácticamente cómo hacerlo?

Eros alzó los hombros.

―No lo sé, de eso se encargará ella misma ―dijo irritado cansado de responder a tantas preguntas.

―No lo sé, de eso se encargará ella misma ―dijo irritado cansado de responder a tantas preguntas

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𝑀𝑖𝑙𝑎𝑔𝑟𝑜𝑠𝑎 𝑷𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅  | 🔞 |【 Dэcяэтos Diviиos Ⅰ 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora