Por otro lado, muy lejos del disturbio y caminando seductoramente hacia su punto de encuentro, Psique llegó a los Campos Elíseos, riendo por lo que había hecho.
—¿Qué te resulta tan gracioso? —preguntó Nyx sin inmutarse ante lo que había visto en el Santuario.
Su vista lo podía todo, y aun si Athena no se daba cuenta, la poderosa diosa primordial podía saber todo lo que ocurría con el Santo de Piscis y todos a su alrededor incluyéndola a ella misma. Pobre diosita boba de la guerra, creía tener conocimientos básicos para sobrevivir pero la muy ingenua no sabía que Nyx la tenía bien vigilada mientras su Templo en la Tierra estuviese bajo su ojo nunca eludible de la oscuridad, que rodeaba al diminuto planeta.
Así como Nyx podía mantener vigilado a Hades y al estúpido de Poseidón, así podría hacerlo con esa pequeña que jugaba a la guerra contra su propio Panteón.
De ser más listos, Poseidón, Hades y Athena dejarían de atacarse entre ellos y comenzar a invadir otros Panteones más debilitados por el tiempo, falta de seguidores y dioses despiertos o activos, como el sumerio y el egipcio, por ejemplo.
Nyx se sentía rodeada de idiotas, cosa que la estresaba.
—Hice algo malo —respondió Psique a su pregunta, sentándose al lado de la diosa oscura—. Bueno, básicamente lo que usted me pidió.
―¿Estás segura que hiciste sólo lo que te pedí?
―No dije eso. ―Nyx la miró con los ojos entrecerrados―. Bueno no exactamente pero el final será el mismo, lo aseguro.
―¿Por qué no lo juras? ―preguntó Nyx con una sonrisa retadora.
Ante esa idea, Psique hizo una mueca.
―Usted realmente me quiere muerta, ¿verdad?
―Te aprecio mucho ―dijo Nyx―, pero admito que no confío mucho en tu palabra.
―Sólo hice unos cuantos movimientos innecesarios, pero le aseguro que tendrá lo que quiere.
—No se hace un buen omelette sin romper un par de huevos —recitó Nyx ante el dicho que pronto se formaría entre los humanos.
Soñadora sonrió pero Psique frunció el ceño.
—Mi señora, a veces no entiendo lo que me quiere decir, ¿qué es omelette?
Al no ser una diosa que pueda ver el futuro ni nada relacionado a él, Psique no podía entender cuando Nyx hablaba tomando como referencia las cosas futuristas. A veces Nyx olvidaba ese detalle cuando hablaba con ella.
—Lo sabrás en cien años más ―le respondió.
Haciendo una mueca de desagrado ante su respuesta, Psique vio a la diosa de tez oscura pararse de su sitio en el frondoso páramo verdoso. Mirando el agua cristalina y brillante de color azul, ir sin parar hacia el lago en una corriente hipnótica.
En fin, sólo por ser Nyx, Psique no insistiría en saber qué era ese tal omelette. ¿Animal, vegetal o mineral? La diosa supuso que podría esperar cien años para saberlo.
—Bueno, quizás usted tenga razón. El Santo de Piscis ya ha explotado.
―¿Qué hiciste, Psique? ―inquirió Nyx con cierta desconfianza.
―Nada ―canturreó juguetona―. Sólo hice lo drástico pero necesario. Fue cómo abrir un capullo a la fuerza pero ya está colaborando por fin. Athena ni siquiera sabe que pude entrar al Santuario sin que ella o su Patriarca lo notasen.
—Eso es porque tú eres tan insignificante como un ratón —Psique al oír eso infló sus mejillas con irritación, pero siendo sensata, no dijo nada—. Además, no te vanaglories tanto. Con cada reencarnación el poder de Athena se debilita —declaró Nyx con severidad—, no pasará mucho antes de que su poder sea equivalente al cuerpo con el que nace.
—Será una pena para ella cuando eso ocurra.
—Sin duda, pero ella ya lo sabe.
—¿Será un nuevo nivel de estupidez?
―No sé, tú dímelo.
―¿Yo? ―Psique lo meditó por un rato antes de soltar aire con indignación―. ¡Ese comentario fue cruel!
―Después de los diez segundos que tardaste en entenderlo no creo que debas ofenderte tanto.
―Mmm ―sabiamente Psique no refutó contra eso―. ¿Y qué pasará con Albafica y la chica? ¿En serio es necesario...?
—Sí, era necesario, aún si Athena se molesta; es mi decisión lo que ahora ocurra con sus vidas —dijo Nyx tajantemente—. Además, esto sería un pequeño precio a pagar por el obsequio que se le hizo al Santo de Piscis.
—¿Y qué pasó con eso del libre albedrío? —Psique sonrió divertida.
—Chorradas mortales. Sólo quiero algo bueno por todo lo que he hecho, no creo que sea mucho pedir.
Riendo ante su respuesta y encendiendo el plateado de sus ojos, Psique alzó las manos al cielo.
—¿Entonces puedo proseguir?
Nyx estuvo indecisa sobre si dejar a Psique cobrar el obsequio al humano, después de todo, lo que estaba a punto de tomar no era algo de Albafica específicamente; pero tampoco es como si se lo fuese a quedar por toda la eternidad, además, con Psique formando una unión más afianzada a ella, Nyx no podría seguirle los pasos, o ver ni prever lo que ocurriría en el mundo humano una vez que fuese por segunda vez.
Un punto igual de especial era esa humana. Ella también estaba siendo apartada de su visión del futuro, cosa que le preocupaba a la deidad de la noche. Le inquietaba un poco ya que su habilidad de predecir los tiempos venideros no se nublaba a menos que estos hechos fuesen de gran importancia, sobre todo para ella misma. El tiempo era inestable, más si se hablaba del futuro.
La diosa se lo pensó mucho antes de responder con un poco de resignación. Sin demostrarle a Psique que algo de todo esto le estaba poniendo nerviosa.
—Sí.
Si Hades hubiese presenciado el poder que Psique estaba conjurando con el permiso de Nyx, se habría meado en los pantalones antes de huir con la cola entre las patas, y más aún si supiese los planes que Psique tenía en mente.
El pobre imbécil estaría implorando a los gemelos Thánatos e Hýpnos que lo defendieran de las diosas. Porque aquí entre nos, si hablábamos de desastres ocurridos por dioses y ocurridos por diosas, estaba claro que las féminas tenían una experiencia de temer a la hora de causar desgracias a otros.
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𝑀𝑖𝑙𝑎𝑔𝑟𝑜𝑠𝑎 𝑷𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅 | 🔞 |【 Dэcяэтos Diviиos Ⅰ 】
Romance『Albafica x Agasha』"Тәи мμсно сμіժαժо сои ӏоѕ оճѕәԛμіоѕ ժә ӏоѕ ժіоѕәѕ". No hay Santo que no conozca bien esa advertencia. Sin embargo, cuando llega el momento de debilidad adecuado, hasta el más sensato de los hombres puede ser tentado y engañado. ...