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Sentada adentro de su casa justamente en la puerta de la entrada con sus flores enfrente de ella, puestos ahí para que los futuros clientes viesen qué podrían llevarse a casa, Agasha estaba haciendo un precioso ramo de flores.

Acomodando rosas frondosas de un color amarillo y otras más pequeñas de color blanco; también unas rosas rosadas alrededor para dar un toque sencillo pero amigable a la vista junto a algunos tallos con hojas verdes y de ese modo dar un aire más fresco, se impidió a sí misma pensar en lo que había ocurrido con ella y el señor Albafica la noche pasada.

Para terminar con un futuro obsequio o un adorno para la mesa del comedor, con todo el cuidado que se necesitaba, Agasha se aseguró de amarrar bien una cuerda color café, para impedir que el trabajo se deshiciese, antes de ponerlo en un bote con agua junto con otros ramos antes hechos por ella. Unos 4 más y ya tendría lista la mercancía que debía cuidar hasta que, por lo menos, la mayoría fuese vendida.

Agasha había empezado con sus labores del día cuando se sintió con las energías espirituales para hacerlo.

Las ventas estaban algo flojas el día de hoy pero no estaba presionada aún ya que no estaba atrasada con nada. Pero de pronto, una sombra cayó encima de ella mientras estaba acomodando más flores para hacer un nuevo ramo.

—Buenos días, bienvenid... —alzó la vista quedándose muda, encontrándose con el Santo, Shion de Aries.

Atrás de él algunas chicas se habían detenido para admirarlo, ¿y cómo no hacerlo? El tipo era inmensamente alto, atractivo, atlético y elocuente, uno de los pocos Santos que salían a Rodorio sin pena ni miedo, además de que la palabra "caballero" le quedaba extraordinariamente bien.

Lo curioso era verlo detenerse en un solo sitio, en este caso, ella no creyó que él algún día la visitaría por cuenta propia a su negocio.

—Señor Shion —Agasha dejó las flores sobre otro grupo todavía en espera de ser armado; se levantó de su asiento y fue hasta él—, ¿a qué debo el honor de su visita?

Debido a su anterior trabajo en el que tenía que llevar flores al Santuario, Agasha se había acostumbrado a saludar al Santo sin tartamudear pues el hombre era bastante fácil de tratar, pero le parecía curioso que esta vez fuese él quien la buscase a ella hasta su casa y por eso se sintió un poco intimidada.

—¿Buscaba algunas flores?

No sería tan raro, a veces él pedía unas para su templo.

—No —negó con la cabeza—, esta vez vengo a buscarte a ti, Agasha.

La florista podría jurar que escuchó suspirar a alguna de las chicas de atrás. Pero Agasha supo de inmediato que el señor Shion no estaba aquí por nada de lo que ellas se imaginaban.

—¿Tendrías algo de tiempo? —preguntó él.

—Mmm... claro, por favor pase, ¿le molestaría que me quedase cerca de la puerta? Debo mantener un ojo sobre mi negocio —sonrió nerviosa ya que no tenía idea de lo que el señor Shion buscaba de ella.

—En lo absoluto, lamento que mi visita sea inoportuna.

—No es nada de eso, es sólo que me cuesta un poco meter todo... y volverlo a poner —se rio nerviosa.

Dejó la puerta abierta para quedarse ella vigilando su mercancía desde ahí mientras dejaba que el Santo entrase a la sala y se sentase en la silla que antes ella había usado.

Ya quisiera ver que un ladronzuelo se atreviese a robarle algo estando el señor Shion ahí.

—¿Desea algo para tomar? ¿Un poco de agua? —ofreció la chica servicialmente.

—No, gracias.

Ella tragó saliva, nerviosa desviando su mirada a las flores de su tienda.

—Creo que debo ofrecer una disculpa —empezó Agasha intuyendo el motivo de su visita—, no pude entregar las flores ayer al Santuario a tiempo y hoy no hubo nadie que pudiese cubrirme aquí pero maña...

—No vengo por eso —desligó Shion negando con la cabeza, desvió su mirada hacia una de las ventanas para no incomodarla con atento escrutinio.

—¿Ah no? Entonces...

El Santo suspiró.

—Necesitaba saber, si de casualidad tuviste algún encuentro con Albafica, la noche de ayer.

—¿El señor Albafica? —musitó preocupada, ¿acaso algo malo había pasado con él?

¿Estaría herido?

Oh no.

Oh no

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𝑀𝑖𝑙𝑎𝑔𝑟𝑜𝑠𝑎 𝑷𝒊𝒆𝒅𝒂𝒅  | 🔞 |【 Dэcяэтos Diviиos Ⅰ 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora