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Junior sonrió y fue hacia delante para darle un beso en la boca a Blas. Sí, aun cuando estuvieran ahí las chicas, Leo y todo el bar delante de ellos. Pero Blas le puso una mano en el hombro y apretó. Aquello detuvo a Junior cuando apenas había empezado a moverse para acercarse a él.
      
      Confundido, Junior se acercó al pequeño escenario. Lula ya estaba ante el micrófono, esperando. Dante presentó a la banda como apertura del karaoke y entonces empezó a sonar Hoy es solo hoy. 
     Hubo aplausos, vivas, gritos de los chicos. Blas no podía dejar de mirar a Junior. Agustina se acercó al mayor, con una sonrisa enorme y moviendo el cuerpo al ritmo de la música, como hacía Blas también.
       Blas también tenía una sonrisa enorme en su cara y los ojos brillaban por estar viendo a Junior hacer lo que más amaba. Desde ahí veía cómo su novio estaba disfrutando de tocar la batería nuevamente. Además, era un genio y estaba disfrutando él al escucharlo.
—¿Querés un balde, Blas? —le dijo Agus, divertida.
    Blas la miró confundido.
—Estás llenando el bar de baba por mirar a Junior —aclaró la chica.
     Blas rio.
—Hacen muy linda pareja. Los felicito.
—Gracias.
    La banda tocó dos canciones más y empezó el karaoke. Junior, Blas, Renata y dos más contratados solo para esa noche
tenían mucho trabajo que hacer. El karaoke era un éxito, muchos estaban animándose a subir al escenario a cantar. Junior no dejaba de mirar a Blas y Blas no dejaba de trabajar. El menor resopló un poco dolido, quería que lo mirara o algo, pero eso no pasó ni una sola vez, como la mayoría de veces desde que empezó a trabajar allí.
     En momentos libres, que eran pocos, se acercaban a las mesas en las que se sentaban sus amigos.
—Blas y yo vamos a cantar —contó Junior en una de esas veces.
—¡Eeeh! —festejaron en la mesa mientras levantaban sus vasos, como si fueran a brindar, y tomaban.
—Si hicieran un concurso, ganaríamos —se agrandó Junior. Y rodeó los hombros de su novio con su brazo. Es más, le pasó la mano por debajo de la remera para acariciarle el hombro desnudo. Blas tragó saliva ante su contacto. Junior estaba por darle un beso en la mejilla, pero Blas se alejó. No iba a resistirse si Junior se le acercaba así en medio del bar y Blas quería respetarlo. Junior esperaba que no se hubiera alejado adrede.
—¡Ey, yo me sumo! —dijo Leo.
—No, no, no, solo Blas y yo —espetó Junior de una.
—¡Pero por qué!
—Porque Blas y yo somos… —empezó a decir Junior, pero se acercó Dante y le pidió que fuera a atender a una mesa.
    Agus se quedó pensando si Junior iba a decir “novios”, pero estaba tan segura de eso que se quedó como una estatua mirándolo con la boca abierta y a mitad de camino de tomar con la pajita una bebida.
—¿Que Blas y él son qué…? —preguntó Leo, confundido.
—Empleados, compañeros, amigos, aliados, no sé —se desesperó Agus. Leo la miró raro y no preguntó nada más.
     Agus se había puesto más roja que su pelo y pecas.
    A los quince minutos, Simona subió sola al escenario para cantar Por qué no, y Blas y Junior fueron a la mesa de los chicos, a la que también se había acercado Dante. Entonces, le empezaron a decir a Dante que fuera a cantar con ella, todos.
—¿Qué? ¡No, no, no…! —Empezó a negarse Dante.
—¡Dale! —Insistió Blas.
—¡Que no!
    Junior y Blas se miraron y asintieron con la cabeza. Se entendieron a la perfección. Blas se puso detrás para agarrarlo por debajo de los hombros y Junior lo agarró de las piernas.
—¡Eh! —exclamó el muchacho cuando lo levantaron.
    Como pudieron, Leo se les unió, lo llevaron hasta el escenario junto a Simona, quien miraba todo desconcertada, pero sin dejar de cantar.
    Dante los miró con cara de “ya van a ver” a sus amigos y a su hermano cuando bajaban del escenario. Pero se acercó al segundo micrófono y empezó a cantar con ella, quien le sonrió y aquello le dio más confianza.
    Junior esperaba con ansias el turno de Blas y él, que sería pronto encontraran un momento de menor actividad. 
     Cuando fue su turno, Junior saltaba de lo contento, se frotaba las manos mientras subían al escenario y elegían una canción de rock nacional. Cantaban y bailaban. Se abrazaban por los hombros, saltaban, gritaban. Hubo un momento en el que el menor hizo un movimiento un tanto sexi en dirección de Blas, que se le subió la presión, pero trató de mirar para otro lado para no tirársele encima.   
    Junior notó eso y miró en dirección del público, poniéndose serio hasta que terminaron con un salto que los enfrentó. Junior sonrió. Era el momento. Lo agarró de la cara para besarlo y Blas se apartó y bajó del escenario. La seriedad de Junior volvió.
    Bajó del escenario y se fue al baño pasando por al lado de su novio y de sus amigos, que le palmeaban la espalda a Blas. No le dirigió la mirada ni una sola vez. Blas empezó a buscar a Junior, pero no lo veía por ninguna parte. Pensó que había ido al baño, por lo que siguió su trabajo sin preocuparse.
     Junior llegó al baño. Las manos apoyadas en la mesada del lavamanos y su mirada en el espejo, con los ojos lagrimosos. No entendía la actitud de Blas. Todos esos días, desde que empezó a trabajar en el bar, no lo había mirado en ningún momento. Ahora se acercaba y Blas se alejaba, no lo miraba, no lo tocaba, y parecía que no quería besarlo. La bola de enojo subió por su garganta y se convirtió en lágrimas, que al final desbordaron. Suspiró, se mojó la cara y salió para seguir con el trabajo.
    Ahora apenas se acercaba a Blas, siguió con lo suyo, mientras dejaba a Blas haciendo lo mismo.
    Más a la noche, cerca del horario de cierre, Junior estaba pasando un trapo mojado a unos cuantos vasos y se le acercó Blas.
—Esto está que explota —le dijo el mayor.
—Sí —le respondió Junior, sin mirarlo y sacándose el chaleco. Agarró su campera, que había dejado bajo la barra, y luego fue hasta la salida.
     Blas no entendía nada, lo alcanzó y le puso una mano en el hombro. Junior volteó a mirarlo.
—¿Qué te pasa? —le preguntó Blas.
—¿Qué me pasa con qué?
—No sé… Decime vos…
    Junior seguía serio cuando dio media vuelta y se fue del bar.

Amor en el silencio (Blasnior)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora