Junior se puso de pie en el sillón y empezó a menear, sin dejar de mirar a los ojos a Blas.
—Adiviná —le dijo Junior mientras seguía con su movimiento sexi a la Junior, levantándose la remera.
—Te vas a caer… —casi reía Blas.
—No.
—¡Junior, te estaba buscando! —Expresaba entonces la voz de Mauro desde las escaleras.
Junior se asustó, dio media vuelta para mirar las escaleras, quiso agacharse y agarrarse del respaldo, pero encontró el vacío. Se fue para adelante y hacia abajo. Blas fue rápido y lo agarró de la cintura.
—Ay, hijo, ¡¿qué hacés?! —Preguntó Mauro y fue a ayudarlo, junto a Blas, a incorporarlo.
Se levantó de a poquito y se quedó sentado en el sillón.
—¿Qué hacían?
—Nada, jugábamos en la play. —Respondió Junior.
Blas tosió y Junior le dirigió una mirada de advertencia.
—Pero ¿qué estabas haciendo en el sillón, papito?
Blas largó una risa, apretó los labios y se tapó la cara, tratando de que no se le escapara la risa otra vez. Junior lo miró sonriendo, intentando no reír también. Mauro los miraba a uno y a otro.
—Nada, estaba saltando, festejando que le gané el campeonato.
Blas volvió a reír, Junior le dio un codazo, pero apretó los labios con la risa queriendo salir. Mauro no le hacía caso a Blas.
—Pero tené cuidado, casi te rompés la cabeza —dijo Mauro.
—¿Qué querés, viejo? —preguntó entonces el menor para salir de ese tema.
—Venía a preguntarte si querés venir a comer conmigo. Yo te invito.
—¿Tenés para invitarme?
—Sí, papito, sí.
—No sé, estaba con… —Y miró a Blas.
—Andá.
—¿Seguro?
Mauro miraba a Blas fijamente. ¿Qué tenía que andar dándole permiso él?
—Sí, no pasa nada.
Junior se puso de pie y se frotó las manos en el pantalón.
—Bueno, busco mis cosas y vamos.
—Dale —dijo Mauro y palmeó al chico en el hombro.
Mauro se acercaba a la escalera mientras el chico se quedaba viendo a Blas. Junior quería abalanzarse hacia él y besarlo, pero no lo hizo, con Mauro ahí era imposible. Mauro frenó al pie de las escalera y miró a Junior.
—Vamos, hijo.
Junior le tiró un beso silencioso a su novio, le dijo “chau” y siguió a su padre.
Blas se quedó pensando: ¿qué había cambiado en Mauro?
Salieron de la casa, ninguno hablaba. Subieron al auto y solo un “¿Cómo estás?” salió de la boca de Mauro. Junior sonrió. Al menos su primera intención de conversación no involucraba a Blas…
…A ver cuánto duraba, se decía el chico por dentro.
Su “bien" fue dicho con miedo. En su interior pensaba: “¿Con qué me vas a salir ahora?”
Pero el siguiente tema de conversación que su padre soltó fue: “¿Volvieron con la banda?”
Fueron a comer a un bar cercano y seguían hablando de la banda cuando llegaron y se sentaron.
—Cuando toquen en algún lado, avísenme. Quiero ir a verlos.
Junior asintió con la cabeza.
Luego, Mauro le preguntó sobre su trabajo en el bar, cómo le estaba yendo, que si se sentía muy cansado, que si había mucha clientela. Junior esperaba el momento en que dijera algo de Blas.
Ese momento no llegó.
Así que pudo hablar y reírse con su papá sin pelear, sin hablar de su vida amorosa, solo de cosas sobre él, de cómo la había pasado en Mar del Plata, si era lindo el lugar, otra vez hablaron sobre la banda, su trabajo, de fútbol, algunos chistes…
Estaban esperando la cuenta cuando le sonó el celular a Junior. Se fijó y vio que era un whatsapp de Blas. Miró de reojo a su papá y este le dijo que lo leyera. Que no se preocupara por él.
—Sí, bueno —decía mientras iba al chat y de vez en cuando le tiraba miraditas a Mauro, pero este estaba concentrado en mirar fijamente al camarero, que se acercaba.
“Venite a casa después de la comida con tu viejo. Si querés”
“En un rato salgo para allá", le mandó Junior.
“Acordate que tenés llave, no hace falta que toques el timbre".
Cuando salieron del bar, Mauro quiso llevarlo a su casa, pero declinó la idea. “Tengo que ir a otro lado", le dijo. Y sin más, aunque Mauro le ofreció llevarlo a ese lugar, Junior lo dejó plantado al ver un taxi acercarse. Lo paró y se subió a él.
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Amor en el silencio (Blasnior)
Fanfiction"No vas a ser feliz si no sos completamente libre" Junior y Blas y su historia de amor