-Que no te prive de hacer lo que sientas. Sé libre, Junior, y así te sentirás mejor. ¿No querés estar solo? Te quedás acá, yo me voy, no sé.
-No. No te vayas. Quédate, por favor. ¿Me podés dar un abrazo?
-Pero por supuesto, vení.
Blas y Junior se acercaron en el sillón y se dieron un abrazo fuerte.
-Yo voy a estar acá para vos siempre -le dijo Blas a Junior mientras le acariciaba la espalda sobre la remera.
Blas y Junior se quedaron callados y pensando, mientras se abrazaban. Junior empezó a imaginar que él y Blas estaban solos en el mundo.
Estaban en una playa y Junior en la orilla miraba, sonriendo, hacia el mar. El viento se hacía sentir y hacía un poco de frío. De repente, Blas salía de la casa de la playa donde habían ido a vivir. Lo veía y se acercaba a él por atrás y lo abrazaba. Junior, sin dejar de sonreír, lo agarró de las manos.
-Entrá a casa que hace frío, dale.
Blas y él, entonces, se miraban como podían, sin salir de esa posición.-Amo esta paz -le decía Junior.
-Yo amo estar con vos -le respondía Blas.
-Yo amo estar con vos también.
-¿Para siempre?
-Para siempre.
Blas también imaginaba. Estaban haciendo una fiesta en El Dante y Blas y Junior entraban agarrados de la manos, sonriendo, como si nada. Dante, Romeo y Diego se acercaron, y después las chicas, para saludarlos. Ellos todavía con las manos agarradas. Ninguno de los dos tenía problemas en hacerse mimos, agarrarse de las manos o besarse delante de todos. La felicidad de Blas estallaba porque Junior estaba con él sin importarle nada: ni las miradas, ni los prejuicios. Ese el Junior que le gustaría ver. El Junior libre. El Junior feliz. El Junior que quería estar con él, sin importarle lo que dijera la gente.
Los dos salieron de su ensimismamiento al mismo tiempo y se separaron, sin dejar de mirarse a los ojos. Todavía tenían la imagen que pensaron en sus mentes.
-¿Qué pasa? -preguntó Junior.
-Nada -respondió Blas, dándole una palmada en el hombro y soltándolo.
-Quédate a dormir acá conmigo.
-¿Seguro no te molesta?
-Las cosas que decís, Junior, es para darte un golpe... Y hoy hiciste algo muy lindo por mí. Te quería dar las gracias.
-Y ahora te estoy arruinando el día otra vez.
-Vos no me arruinás nada nunca. ¿Qué decís?
"Solo quiero que estés bien", pensaba Blas.
-¿Vamos a dormir? -preguntó Junior-. No doy más.
-Bueno, vos dormí en el sillón. -Mientras Blas decía eso, se acercó a una de sus valijas y la abrió para sacar dos sábanas y un acolchado de más.
-No, no, vos dormí en el sillón. El piso está duro.
-Durmamos los dos ahí -Dijo Blas señalando el piso. Corrió la mesita ratona para hacer lugar y empezó a poner las sábanas y el acolchado.
-¿Eh? -preguntó Junior.
-Acostate, dale.
Junior no protestó, y tampoco quería, y luego Blas fue a acostarse al lado de él, y se tapó. Junior sonreía. Blas agarró el celular que dejó en el sillón y puso la alarma temprano. Después, los dos se quedaron enfrentados. Se miraron a los ojos, sonriendo y luego cerraron los ojos. En paz. Y felices. Pero Junior no se dormía todavía. Abrió los ojos y se quedó mirando a Blas: ¿por qué todo tenía que ser tan difícil?, se preguntaba. Suspiró y ahora sí intentó dormir.
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Amor en el silencio (Blasnior)
Fanfiction"No vas a ser feliz si no sos completamente libre" Junior y Blas y su historia de amor