Cuando no soportó más, Blas todavía quería hablar con Junior, no le importó que hubiera gente.
Junior estaba apoyado en la barra mirando como Blas preparaba un trago. En realidad, miraba solo a Blas. Blas puso el trago en la bandeja, y al pasar por al lado de él para llevar el pedido, le dijo:
-En quince minutos en el baño si no hay nadie.
De pasar a que casi ni lo mirara a pedirle que se encontraran en el baño era un cambio enorme. Junior le guiñó un ojo.
A los quince minutos, Blas entró al baño y solo vio a Junior.
-Quiero darte algo -dijo Blas. Entonces, sacó del bolsillo de sus jeans una llave que Junior conocía muy bien porque la había usado. La llave tenía ahora una cinta roja como colgante.
-La copia de la llave de tu casa -dijo Junior mirando hipnotizado la llave que le mostraba Blas frente a su cara.
-Agárrala.
-¿Y por qué me la das? -preguntó un confundido Junior mientras agarraba el pequeño objeto.
-Si tenés algún problema y necesitás un lugar. Ya sabés.
-¿Posta? -Se sorprendió el menor.
-Sí, obvio. A trabajar.
Blas estaba por darse la vuelta, pero Junior lo detuvo, agarrándolo del hombro. Agarró a Blas suavemente de la cara y le dio un suave y largo beso en los labios, tratando de que no sea en la lastimadura.
En ese momento entraba un hombre al baño. Y a Junior casi que no le importó, pero Blas fue el que se alejó y salió del baño. El hombre se había dado cuenta y se lo quedó mirando al menor mientras iba a hacer su necesidad.
-¿Qué? -le preguntó Junior. No iba permitir que nadie le dijera nada.
-Nada.
El hombre dejó de mirarlo, Junior suspiró y salió. Se quedó en la puerta un rato, mirando la llave. Tenía que ser sincero con Blas. Tenía que contarle la cagada que se había mandado al principio de su relación.
El momento tranquilo, para que pudiera hablar con Blas, llegó a la mañana siguiente. La noche anterior el padre de Blas se había presentado al bar y Blas se había ido con él. Junior no lo había visto venir. Su intención era hablar en aquel momento, pero Dante lo había dejado marchar con su papá.
Esa mañana fueron Dante y Junior a abrir el bar otra vez. La cabeza de Junior estaba más despierta que nunca. Muchas preguntas, muchos pensamientos. ¿Qué habían hablado Blas y el papá? ¿Cómo reaccionaría Blas ante lo que le contaría? Tenía miedo de aquellas situaciones.
Blas llegó casi a media mañana y estaba sacando botellas de unas cajas y acomodándolas en los estantes tras la barra.
-Tengo que hablar con vos. -Junior se le había acercado.
-¿Qué pasó? -Se asustó Blas mientras dejaba una botella. El corazón le había dado tremendo salto.
Junior se quedó en blanco, ahora había sido su corazón el que había dado tremendo salto dentro de su pecho.
-Tengo que decirte algo.
-Vamos al baño.
-Vamos.
Blas fue hacia allí con un Junior nervioso siguiéndolo. Llegaron, espiaron antes de entrar para estar seguros de que no había nadie y luego entraron. Cuando Junior cerró la puerta:
-¿Qué pasa? -preguntó el mayor.
Blas se imaginaba un montón de cosas. ¿Haberle dado la llave de su casa para que entrara cuando quisiera le habría hecho pensar que quería estarle encima? ¿Al final se dio cuenta de que no lo quería, que, realmente, había sido una confusión, que la cosa no iba más allá? ¿Quería cortar?
-Cuando empezamos lo nuestro, hice algo de lo que me arrepiento.
La confusión de Blas se intensificó. Junior suspiró.
-Cuando te estabas bañando esa mañana que fuimos a entrenar... El primer entrenamiento juntos en una relación, llamó mi papá. Le dije a él y a Romeo que estaba saliendo con Agus.
-¿Qué? -Blas sintió que había recibido un golpe muy fuerte en sus sentimientos.
-Fue ese momento, nada más, me salió, la desesperación, no sé... ¿Te enojaste? -preguntó Junior con miedo al ver cómo lo miraba Blas.
-Me puedo bancar que no estés listo para decir a nadie, pero que mientas así no. Está mal. Me enoja y me duele. Está bien esconderse por un tiempo, pero ¿decir que estás saliendo con otra persona? ¿Dónde quedo yo?
-Sí, hice muy mal, soy un boludo. Pero era para que mi papá...
-¿Pero vamos a vivir toda la vida así?... Bah, no sé si querés estar toda la vida conmigo.
-¿Qué? Sí, quiero estar toda mi vida con vos -A Junior no le estaba gustando nada cómo había salido todo aquello.
-¿Es eso? ¿Por eso no hablás sobre mí? -Parecía que Blas no lo estaba escuchando a Junior y simplemente dejaba salir lo que estaba pasando por su mente en ese instante. -¿Soy un paso y nada más? Tal vez solo soy el que te despertó. Tal vez no soy yo la persona de tu vida, Junior.
Las inseguridades que habían estado en el interior de Blas empezaron a salir a flote. Explotó.
No dejó que Junior dijera nada y salió del baño. Se sentía ahogado y debía salir de ahí y llorar con más libertad. Junior se quedó llorando en el baño. Dante vio a Blas y se acercó asustado a él.
-¡Eh! ¿Qué pasa?
Blas lo abrazó fuerte y luego dijo:
-Me voy.
-¿Qué?
Lo dejó de abrazar.
-Déjame ir, por favor.
-Sí, pero...
Blas no lo dejó terminar de hablar y salió con paso apresurado hasta su auto.
Junior salió del baño un minuto después, con los ojos rojos.
-¡Blas! ¡Blas! -Lo buscaba-. ¿Blas? ¡Blas!
Dante se le acercó corriendo.
-Acaba de irse, ¿qué pasó?
-¡La cagué! -exclamó Junior-. ¡La cagué como siempre! -respondido aquello, agarró su campera y salió corriendo del bar para buscar a Blas.
Primero, se quedó quieto en la entrada y miró de un lado a otro. Luego, fue al lugar donde, habitualmente, Blas estacionaba el auto. No estaba.
Mientras miraba por si veía un taxi o el auto de Blas, Junior recorría las calles. Al auto del mayor no lo vio, por lo que subió a un taxi y le dijo la dirección de Blas. Supuso, esperaba, que hubiera ido a su casa. El taxi frenó en la esquina, exasperado. Junior no había dejado de apremiarlo en todo el viaje y quería sacárselo de encima de una vez.
Junior le dio la plata rápido, no esperó el cambio y bajó del coche. Estaba en la esquina y vio el auto estacionado enfrente de la puerta de la casa del mayor. Empezó a acercarse caminando rápido y entonces vio a Blas, que salía de su casa con valijas, que guardaba casi sin esfuerzo dentro del auto. Se lo veía desganado. Junior frenó de golpe, la respiración agitada, las lágrimas saliendo, el miedo invadiéndolo.
Blas se iba otra vez. Aceptó la propuesta del padre y se iba a Canadá.
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Amor en el silencio (Blasnior)
Fanfiction"No vas a ser feliz si no sos completamente libre" Junior y Blas y su historia de amor