once

5K 727 78
                                    

“Omega”




–¿Algún otro alfa a usado su voz en ti? –Hablo el mayor.

–Ya sabes, solo la vez que Seungmin lo intento, dijo que empecé a llorar y pensó que me estaba haciendo daño, así que soltó su orden, igual fue hace años ya ¿No? –Ambos jóvenes entrenadores asintieron.

–Ya lo controlas mejor ¿No? –El omega asintió poco convencido cosa que ambos mayores notaron –Bien, bien, intentémoslo una vez y después empezamos con refuerzos según como lo haces ¿Si? –Nuevamente el más bajo asintió.

–¿Sin tiempo? –El más alto miró a su pareja y este negó con la cabeza. –Bueno.

–Comencemos enseguida, si lo lastimas, mueres ¿Lo sabes? –Susurro amenazante el beta a el alfa quien sonrió y dejó un gasto beso en sus labios.

–Abajo –Inmediatamente los ojos del más alto se oscurecieron completamente, volviéndose en su totalidad de un rojo escalofriante y su tono de voz se hizo profundo y amenazante, un escalofrío recorrió el cuerpo del omega Igual como la primera vez que intentaron el ejercicio.

Jeongin bajo la cabeza cerrando sus ojos con fuerza y respirando fuertemente, concentrando cada una de sus emociones en su propio objetivo.

–¡De rodillas, omega! –Exigió el más alto, quien ya había abandonado totalmente su rol como instructor y mostrándose totalmente ante Jeongin como un alfa demandando obediencia a su presa, haciendo erizar la piel del mismísimo beta.

El cachorro se encontraba siendo presionado hasta un punto sofocante por parte del alfa, durante los años entre estudios y prácticas Jeongin logro lo que la mayoría de los omegas no pueden hacer ni siquiera con práctica, el castaño aparte de poder maneja su cuerpo casi en su totalidad a su gusto, estudio libros completos de comportamiento luego de práctica, duró entrenamiento y largas clases de control, separó parcialmente a su cachorro omega de Yang Jeongin, nadie aparte de sus padres y Seungmin sabían lo doloroso y agotador que había sido para el menor lograrlo.

Había sido una semana entre una lucha constante contra el omega quien nunca dejó de resistirse, una semana de sufrimiento por parte del cachorro quien pasaba noches completas aullando sin descanso, enterrando y revolcándose contra el castaño, quien rogaba entre lágrimas algún momento de descanso, casi un mes en el que Jeongin creyó haber dañado severamente al cachorro dentro de él, quien pasaba llorando día y noche, el castaño por el contrario se encontraba la mayor parte del día entre lágrimas sin razón y constante dolor de cabeza, su pecho dolía con fuerza y en algún que otro momento su respiración se volvía errática sin explicación, cuando el omega de calmó se quedó en silencio al rededor de una semana dejando a Jeongin en un vacío total, donde el único sustento que lo mantuvo en pie fue su hermano,  cuando el cachorro volvió a aparecer, se encontraba frustrado y un tanto enojado con él, luego de que Jeongin explicará su situación al contrario, esté desistió de su enojo, con el tiempo la comunicación entre Jeongin y su omega se volvió extremadamente buena, sorprendiendo a todos los que sabían de su separación, ambos al ocupar el mismo cuerpo aprendieron uno del otro, logrando una total armonía, guiando su cuerpo con determinación y valentía sobre todo y todos, compartieron sus derrotas y celebraron en conjunto sus victorias volviéndose más fuertes entre los dos.

–¡YA! –Volvió a demandar el mayor.

–No... –Levanto su cabeza el contrario con una sonrisa torcida entre sus labios. –Quiero... –Termino de hablar Jeongin mirando a los ojos desafiantes del más alto con firmeza.

–Obedece –Gruño el más alto acercándose intimidante al omega quien a pesar de estar asustado se mantuvo firme respirando con tranquilidad.

–No, no quiero –Volvió a repetir el más bajo con más seguridad en su tono, mirando al mayor sin miedo.

El más alto fue sujetado por los hombros por su pareja quien acarició levemente al mayor, después de todo para un alfa el ser desobedecido por un omega, quien era automáticamente considerado un inferior, era un total golpe a su orgullo, el beta abrazo por la espalda a su pareja reconfortadolo, mientras que el otro mantenía una sonrisa en dirección al menor.

–Bien, hecho –Habló Moobin dirigiéndose al más bajo con una sonrisa.

–Si, hace mucho no lo hacíamos ¿No? –El mayor asintió sujetando las manos de su pareja quien lo miraba preocupado.

–Lo controlas casi perfectamente ¿Cierto? –Hablo está ves el beta, viendo como el más bajo asentía. –¿Qué se siente? –Volvio a preguntar.

–No lo sé, es raro, adrenalina, calor, odio, tristeza, dolor, muchísimo dolor,  son demasiadas cosas juntas, me concentro en no hacer caso a lo que ordenas y empujó al lobo a pensar igual, obedecer al cuerpo, no a la voz, empiezas a sentir que duele cuando no quiere hacerme caso, lo intento obligar, pero duele y él llora, repentinamente me siento mal y el odio llena mi mente, la adrenalina y el odio son el punto clavé que me dejan manejar mi cuerpo como yo quiero y simplemente me niego a obedecer –Dijo Jeongin mirando al beta quien asintió como si comprendiera lo que estaba tratando de explicar.

Stereotype [Hyunın] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora