tres

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“Voz”















Los meses pasaron y tanto el semestre de clases y el primer semestre de entrenamientos estaban por finalizar, los exámenes finales estaban literalmente a una semana de empezar, al comienzo equilibrar los entrenamientos y las clases fue un poco más difícil de lo que Jeongin pensó que sería, con su cuerpo exausto después de los entrenamientos se quedaba dormido en cualquier parte inclusive durante las clases. Cómo prometió a su madre, no  volvió a meterse en peleas ni discuciones en las que saliera herido de cualquier manera, sus sentidos habían sido perfeccionados y su cuerpo se había vuelto más liviano y fácil de manejar a su gusto, su velocidad había aumentado y juraba ser más rápido que muchos alfas de su clase, su resistencia había dado un giro completamente y ya podía completar entrenamientos especializados para alfa sin agotarse drásticamente, había sido elogiado por sus maestros tanto en la escuela como en los cursos a los que asistía.

-¡llegué! -Hablo fuerte el castaño entrando en el gimnasio del cual eran dueños un alfa y su pareja beta, inmediatamente al entrar se percató de la ausencia y el inquietante silencio en el lugar, instintivamente se giró levantando su pierna sobre su cadera con fuerza, golpeando al más alto.

-Auch, auch, auch... -Se quejo el beta quien se encontraba arrodillado sujetando su estómago, un aire recorrió la espalda del castaño y antes de que el contrario diga una palabra el omega arrastró su pie por el suelo rápidamente tirando al suelo al alfa quien ahora se quejaba en el piso junto al beta. -Tip uno del día, cuando golpees a alguien trata de ver quién es. -dijo el beta ya más calmado.

-No es mi culpa, pero lo siento -Dijo el omega con una sonrisa.

-No parece que lo sientas -Susurro el alfa frustrado por haber sido vencido, levantándose para luego ayudar a su pareja a ponerse de píe. -Claramente eres muchísimo más rápido, es asombroso, también supiste inmediatamente que estábamos cerca, es asombroso, aún cuando neutralizados cualquier olor en nosotros ¿Cómo supiste que no había nadie?

-No lo sé, solo sentí que no estaba solo –Dijo el menor encogiéndose de brazos a lo que los instructores asintieron.

–has mejorado mucho, eres más fuerte e increíblemente rápido ¿Intentemos algo difícil? –El chico asintió emocionado y el beta miró al alfa con una mezcla de sorpresa y miedo por lo que esté haría –Como sabes, los alfas tienen voz de mando ¿No? Intentemos usarla a tu favor ¿Que dice-

–No. –Hablo firme el beta a su pareja –No hagas eso, idiota, sigue siendo un omega –Dijo nuevamente el beta.

–Estará bien, no lo obligaré a nada además creo que es el chico más fuerte que hemos entrenado –Dijo el alfa tratando de tranquilizar al beta que continuaba mirándolo disconforme.

–Asustalo y mueres –Dijo el beta mirando con enfado a su pareja.

–Bien, como decía, los alfas tienen su voz de mando ¿Hagamos algo? Tienes que intentar desobedecerla, Ordenare cosas simples, tu objetivo es desobedecer ¿Sí? –Jeongin había escuchado de omegas que habían intentado desobedecer la voz de mando de alfas y por lo que sabia ningún Omega podía contradecirla ¿Podría él? ¿Qué riesgo había de intentarlo? ¿Que se sentiría que usen la voz de mando para ordenare directamente?

–Quiero intentarlo –Hablo el castaño mirando con seriedad a su instructor.

Arrodillate, ahora. –El entrenamiento ya había empezado hace algún rato, el beta miraba fijamente los ojos del alfa quiénes estaban casi indistinguibles, desde el comienzo los ojos cafés del alfa tomaron un fuerte color rojo, volviéndose profundos y amenazadores, media hora en la que Jeongin había estado tratando de combatir la voz  del alfa sin éxito porque el mero sonido dela voz del mayor lograba hacer al omega temblar ante él ¿Cómo era posible que alguien tan confiable pasar a verse como el peor ser humano en segundos? La voz fuerte, clara y demandante del más alto inundó la cabeza del joven omega causando un lío de el, Más se sorprendió el joven castaño al darse cuenta de que ya no era decisión de él las acciones de su cuerpo quien obedecía involuntariamente al alfa ¿Cómo podía detenerlo? ¿Cómo podía pararlo? No podía pararlo, no tenía el control, en su cabeza la voz del más alto resonando sobre sus propios pensamientos, el castaño escuchaba al pequeño cachorro coloreando entre lloriqueos, un momento de silencio surgió desde la distracción del alfa en una conversación con el beta, quien susurro desde su lugar casi en un susurro — si tu cabeza se llena de cosas negativas, relájate y solo piensa en algo mas— Nuevamente el más alto gruñó al omega dirigiéndose a él con una nueva orden, el joven dio una respiración profunda cerrando los ojos, concentrándose en la falta de oxígeno que se hacía notar y olvidando el recuerdo de la orden que le había sido otorgada por el alfa ¿Si se concentraba en algo más importante, podía evadir la orden del alfa? El joven cerró los ojos con fuerza concentrando toda su atención en contener la respiración lo más que pudiera, sus piernas temblaban tanto que comenzaba a doler y sus ojos picaban, quería llorar.

–¡Jeongin! ¡Ya! –Escucho repentinamente el grito del beta alterado, a lo que abrio los ojos rápidamente y soltó el aire que había estado reprimiendo, su pecho dolía tanto que quería gritar, sus ojos soltaban tantas lágrimas que no veía con claridad ¿Cuando empezó a llorar? su mente estaba tan alterada que aún no se daba cuanta que sus manos temblaban mientras que su rostro mostraba una sonrisa al darse cuanta que seguía de pie y no había cumplido la orden del alfa ¿Lo había logrado?

–¿L-lo hice? –Pregunto el castaño a lo que el beta y el alfa frente a él lo miraron asombrados por la situación en la que estaban todos, la pareja asintió extendiéndole una botella de agua al castaño quien seguía con una sonrisa en su rostro.

–Lo siento... –Hablo el alfa –¿Fue demasiado? –Susurro nuevamente.

–No lo sé, dolió, muchísimo... Fue... –El castaño soltó repentinamente volviendo a soltar lágrimas bajando la cabeza asintiendo en dirección al alfa –Fue muy difícil –Susurro.

–Sabes que muy pocos omegas pueden hacer lo que hiciste ¿No? De hecho casi ninguno puede desobedecer a un alfa, Jeongin, que lo hayas podido hacer no significa que podrás siempre, sabes que Moobin fue suave contigo  pero no significa que todos los alfas te pedirán que te agaches y te levantes –hablo el beta y el castaño asintió.

–¿No crees que Jeongin es extraño? Liberarse tan fácil... No lo sé, tienes claro que no estaba haciéndoselo tan fácil ¿No te sorprendió que lo lograra? –el beta asintió en dirección a su pareja.

–Es un chico demasiado fuerte Moobin, ¿Sabes que estoy enfadado verdad? Te advertí que no lo lastimaras. –Dijo Eunwoo mirando con reproche al contrario –¡Lo sofocante!

–No fue intencionalmente, amor... ¿Perdón? –Susurro el mayor abrazando a su pareja por sobre los hombros.

***

¿Demasiado largo? Me pasé.

Stereotype [Hyunın] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora