cincuenta y dos

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"Confesiones"
Yang Jeongin
















El mayor recién despertando, abrió los ojos con suavidad dirigiendo su mirada al peso extra sobre el, el castaño dormía plácidamente sobre su hombro ya adormecido, su respiración era suave y tenía el cabello revuelto, una sonrisa se escapó de sus labios gracias a la adorable imagen frente a él que le brindaba el menor, tal como había pensado, despertar con el omega a su lado era por mucho una de las mejores experiencias de su vida, el omega se removió suavemente sacando a Hyunjin de su pequeña burbuja para volver a la realidad en donde el pequeño chico susurraba incoherencias negaba con la cabeza inquieto, el mayor acarició el cabello de Jeongin tranquilamente hasta que el menor volvió a dormir, viendo la hora en su teléfono suavemente intentó despertar al menor para que volviera a la habitación sin resultados, finalmente cargandolo por si mismo el delta dejó al castaño nuevamente en la camilla, escribiendo una nota antes de retirarse de la habitación para volver a su departamento, después de todo el mayor aún tenía que asistir a la universidad.





"No deberías volver a dormir afuera Innie, por mucho que disfruto teniendote a mi lado cuando abro los ojos, no sería agradable que tengas un resfriado —Hyunjin"









–T-tú ¿Qué?

–Me quedé dormido, no lo sé, me sentía... Tan tranquilo a su lado, uhg... Lo recuerdo y se me eriza la piel, lo juro –Hablo el castaño sobrando sus brazos de arriba a abajo.

–P-pero... ¿Estás bien? –Insistió jisung por cuarta vez consecutiva a lo largo de la mañana –Si lo piensas, él te cargo hasta la cama y todo...

–Mmm... Lo sé, es una sensación extraña, no estoy asustado ¿estoy preocupado? Mi cabeza está llena de preguntas... –El castaño pronunció metido en sus pensamientos bajo la mirada del omega  –Cosas como... ¿Peso mucho? ¿Que clase de expresión tendría mientras duermo? ¿Que clase de expresión habrá hecho el al verme? Es... Algo, no lo sé... ¿Vergüenza?

–¿Te gusta Hyujin?

–¿No? No, no creo, es solo que a su lado me siento... Protegido, tal vez sea porque el me encontró pero tengo la sensación de que si estoy a su lado estaré bien, me siento feliz cuando lo veo y triste cuando no está, ese sentimiento de no poder aburrirte nunca...

–¡Te gusta!

–No... ¿Sí?

–Nunca te a gustado gustado nadie, te entiendo, que todo sea confuso y que no entiendas tus propios pensamientos en especial después de todo lo que pasaste, pero debes intentar ordenarte ¿sí?

–Jisung... No quiero.

–¿Qué no quieres? –preguntó extrañado el omega.

–No quiero que me guste, no quiero, no quiero –lloriqueo el de rizos negando con lágrimas a punto de caer por sus mejillas, el mayor sorprendido se acercó al castaño estrechando su cuerpo entre sus brazos mientras acariciaba con suavidad su cabello.

–¿Porqué ? ¿No decías recién que te sentías bien a su lado?

–Mhm, P-pero a-ahora no... Jisung... M-me aterra estar cerca de mi propio hermano, tengo pesadillas en cuanto  cierro los ojos, t-tengo marcas que tal vez no se borren y me siento increíblemente inútil y patético, t-tan impotente, m-mi omega apenas reacciona y... Y tengo tantas cosas que no he dicho q-que... Ahora todo se siente, tan, tan feo... –Terminó por romper en llanto el castaño quien de inmediato recargo su cabeza en el cuerpo del omega quien aún consolaba con suaves caricias en su cabeza susurrando con tranquilidad.

–Está bien, ya estás bien Innie, ya habrá tiempo de todo... Tranquilo, puedes llorar lo que quieras –Susurro el rubio soltando el mismo un par de lágrimas.

Así ambos chicos después de cierto tiempo y la llegada del omega pelinegro al cuarto de hospital elebaron sus ánimos continuando con la mañana entre sonrisas y cortas carcajadas, un rato luego de que el pelinegro llegara volvió a salir para luego y volver con jugos para todos entre sus manos, volviendo a sentarse más calmado a los pies del menor.

–Estas callado ¿Qué te pasa? –Habló Yanan sirviendo la págita del jugo.

–Hey, no lo molestes, es un bebito puede hacer lo que quiera. –Regaño jisung al pelinegro quien se encogió de hombros.

–Mmm... T-tengo que decirles algo, p-pero no quiero que ustedes se molesten... –Susurro el castaño con una expresión tímida, bajando la cabeza como si de antemano se estuviera disculpando, extrañados ambos chicos asintieron asegurándole que  no iban a molestarse de sobre manera.

–Y-yo, c-creo que ya es momento de decirles... –Susurro tímido el castaño jugando inquieto con sus manos. –A-ah, a ver, hace... Tiempo, ya bastante, c-cuando ustedes ya se habían cambiado de escuela... B-bueno, pasaron muchas cosas. –Habló con dificultad el más bajo de los tres.

–Está bien... Puedes contarnos, respira y busca las palabras, no hay prisa.

–S-sí, lo sé... Bien, esto... –El chico hizo una pausa levantando la mirada a ambos chicos quienes lo miraban confundidos. –No se como explicarlo... Solo quiero que sepan que esto fue hace mucho y... Lamento no haberselos dicho, s-simplemente no vi el momento... ¿Sí? –Susurro el castaño levantándose de la camilla bajo la mirada de ambos chicos, el pelo negro hizo el ademán de levantarse a ayudarlo pero el menor lo detuvo indicándole que estaba bien y podía hacerlo solo. –S-se que es un poco extraño... P-pero ¿Pueden cerrar ambos ojos? –Comentó, nuevamente consiguiendo una mirada confusa de los chicos quienes se miraron entre sí y sintieron cerrando los ojos.

El rubio impaciente por naturaleza y ansioso por la extraña situación abrió los ojos antes de que el menor lo sugiriera viendo frente a él como el castaño con sus pequeños ojitos rasgados juntos dejaba salir su larga y esponjosa cola junto con unas puntiagudas orejas al instante, encogiendome  con lentitud para luego verse envuelto en un pelaje cafe, sorprendido el menor retrocedió en la camilla callendose, llamando la atención del pequeño animal y el pelinegro quien al ver al zorro frente a él al igual que rubio retrocedió callendo de la cama, el pequeño animal dejando caer sus orejitas miró apenado a ambos omegas e intentó acercaste a ellos, el cuerpo del zorrito pesaba más que de costumbre y se le hacía cada vez más pesado dar paso tras paso, el de pelaje castaño se dejó caer con fuerza en el piso antes de llegar a donde sus amigos, dejando ver nuevamente al chico castaño que ellos bien conocían, con una expresión exhausta mientras sus brazos y piernas temblaban con suavidad, repentinamente el chico tenía mucho sueño nuevamente.







°°°

Jajá perdón por no actualizar.
Volveré a hacerlo bien :D

Stereotype [Hyunın] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora