Noventa y cuatro.

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"Duele"
Yang Jeongin.



























—E-eres, eres un lobo... —Señaló sorprendido el omega mirando con los ojos abiertos al esponjoso animal de cabellos griseascos frente a él.

Lo soy. —

Hyung, no creo que entiendas... ERES un lobo, físicamente —Comentó una vez más el menor extendiendo su mano con suavidad para toquetear su suave pelaje. —Eres hermoso... Tan, tan hermoso...

Voy a empezar a sentir celos de mi mismo pequeño. —

—Lo siento... Nunca había visto a alguien más transformarse, no sabía que podías...

No estoy seguro de haberlo hecho antes y sí así es... Tuvo que haber sido cuando pequeño tal vez.

—¡Los supresores! Debieron estar resprimiendo las transformaciones todo el tiempo, por eso es que tus ojos cambian...

Puede ser... Pero ¿Eso no significaría que papá sabía? —Pregunto decaído el lobo posando su cabeza sobre la sabana que cubría las piernas de Jeongin.

—Ni quiero insinuar cosas pero... Tal vez por eso te permitió dejarlos Hyung, maldición... Me siento pegajoso.

No maldigas —Gruñó el lobo mordiendo juguetonamente con un poco de fuerza el brazo del omega quien lo miró descontento.

—No hagas eso, no sabes la fuerza que tienes y puedes hacer daño. —Regaño Jeongin dejando caricias en sus orejas.

Lo siento... —

Está bien, no dolió tanto, debes tener cuidado cuando estés transformado, no soy un experto, los lobos son curiosos y es primera vez que el tuyo tiene un cuerpo físico y no lo conoces Hyung, no sabes si es violento o que tan alocado puede llegar a ser, así que no lo dejes tomar el control aún.

Bueno... —

—Hyung, quiero un abrazo... ¿Puedes volver a tomar totalmente el control? —Comentó con suavidad el castaño, viendo cómo inmediatamente el gran animal que se recargaba contra él se alejaba y pronto dejaba ver al chico rubio.

—Claro que puedo... —Susurro el joven acercándose a él para dejar un beso en su frente. —Espera un segundo aquí.

—¿Dónde vas?

—Dijiste que te sentías pegajoso, iré por lago para limpiarte por mientras, dormiremos y mañana nos bañaremos...

—Okey...—Habló a penas el omega bostesando para caer de espaldas en la cama.




—Perdón por tardar, no pensé que fuese buena idea traer agua fría entonces tuve que calentar un poco el agua y demore un poco pero ya- ¿Jeongin? —Susurro delicadamente el delta viendo como el chico estaba ya completamente dormido, y tomando asiento a su lado el la cama comenzó a limpiar su cuerpo con una toalla húmeda, para que el menor pudiera dormir cómodamente. —Realmente pareces un ángel —Murmuró Hyunjin terminando de arropar al castaño para luego tumbarse a su lado.


















Jeongin despertó, solo, en una habitación que no era la suya, con un infernal dolor en inferior y superior de su cuerpo y aún así sonrió en cuanto la puerta fue abierta dejando ver joven lobo que creaba esta con una taza de café y un plato de galletas extendiéndoselas al menor.

—¿Cómo amaneciste?

—Me duele... —Puchereo infantilmente Jeongin viendo la mueca en el rostro del más alto.

Stereotype [Hyunın] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora