Stereotype [Hyunın]

cuarenta y siete

“Delta de ojos rojos”

–¿Eso es una dirección real? ni siquiera sabía que existía una calle que se llamase así... –Susurro Jisung mirando el papel que les había entregado hace un momento los chicos. 

inmediatamente después de recibir la dirección por la chica, la pareja salio corriendo en dirección de los demás para contarles todo lo que habían hablado con la beta.

–Es porque tú no sabes nada, tontito, mándala a Felix, él debe saber donde queda, dile que investigue que lo que hay ahí ¿Sí? –El rubio asintió frunciendo el ceño en dirección Minho.

–¿No me puedes tratar un poquito mejor? Mira a Jun y Yanan, no es justo, Alfa Idiota –Se quejo el rubio alejándose del grupo para marcar el número del de pecas en su teléfono.

El pelinegro extrañado por la repentina molestia del rubio de giro en dirección de los del grupo quienes lo miraban divertidos –Supongo que por hoy deberíamos de ir a casa y mañana salir temprano a ver ¿No? –Los aún presentes a sintieron a excepción de Hyunjin quién después de tres minutos de Minho insistiendo en que era tarde cedió, en silencio arreglando sus cosas en el café donde se habían detenido a hablar y comer algo por sugerencia del mayor –Tú, te vienes a mi casa –Susurro amenazante el pelinegro en dirección del Hyunjin quien asintió desganado.

Al rato en el que terminaron de comer todos se levantaron y despidieron en el lugar donde se separaba, Jun se había ofrecido a llevar a ambos omegas a su casa y cuidarlos, mientras que Hyunjin junto con Minho se irían por su lado al departamento del mas bajo.

Paso al rededor de una hora en metro, donde el de pelo claro se quedo profundamente dormido después de no poder descansar durante muchas noches seguidas, por otro lado el pelinegro quien fue todo el camino hablando por el celular sonrió al ver por primera vez dentro de la semana al chico tranquilo, como si no tuviera nada de que preocuparse por el momento. Cuando por fin llegaron a su destino el pelinegro se lamento de tener que despertar al rubio quien aun dormía.

–Tu departamento esta mas lejos de lo que recordaba –Susurro el rubio entrando en la casa del contrario mientras se frotaba los ojos con rudeza.

–Ya vez porque siempre me quedo en tu casa –Respondió el contrario con una sonrisa.

–Mmhu, Aún así tu casa es mas silenciosa que la mía –Dijo el chico entrando a la habitación del pelinegro para abalanzarse a la cama –¿Tienes agua? la medicina...

–Cierto, espera te traigo ahora –El pelinegro salio de la habitación en dirección a la mesa y sirvió media taza de agua para ir a dejársela al rubio quien la inmediatamente la tomó –¿Hace cuanto tomas esas pastillas ya? –Habló el pelinegro acercándose al escritorio de la habitación.

–No lo sé, desde que mamá murió, creo que más o menos es el tiempo donde papá empezo a darmelas, también es la época donde se entero que era un delga, creo... no recuerdo –Habló el rubio volviendo a recostarse en la cama de su amigo con tranquilidad.

–Mmm... ¿La mamá de Yeri hace que las tomes? Igual... ¿No hacen nada más que mantenerte somnoliento o no? 

–Mamá de Yeri dijo que las dejara si quería, pero papá las sigue enviando así que solo las tomó, no sé, solo se que es para que no sea impulsivo y eso, aunque creo que debería empezar a tomar una dosis más fuerte –Rió sin ganas el chico.

–¿Porqué?

–No creo que estén funcionando últimamente, tal vez es por toda esta situación de la desaparición de Jeongin o simplemente porque se trata de Jeongin, estoy tan malditamente preocupado, tan enojado y frustrado de no poder hacer mas de lo que estamos haciendo, el gamma aporta mas que yo a encontrarlo, me despierto sintiéndome tan inútil cada día que cuando recuerdo que no está, simplemente me quedo atrás y no logro aportar a la situación, mis ojos cambian sin mi consentimiento y no puedo evitarlo, no lo sé, toda esta situación... –El pelinegro se giro mirando a su amigo quien hablaba mirando el techo sin una expresión en particular –Creo que me gusta, realmente me gusta y no puedo hacer nada, quiero a ese omega conmigo y alguien lo arrebato de mi lado y no hice nada para protegerlo, no tengo ninguna conexión con él, maldición, simplemente no lo pude cuidar –Susurró para terminar el delta, el pelinegro volvió a dirigir su mirada a su amigo viendo como este presionaba sus manos con fuerza.

–Hyunjin mírame –Susurro el pelinegro levantándose del escritorio

–¿Mmm?

–Mírame. Hyunjin –Volvió a repetir el de menor altura acercándose al rubio a lo que esté levanto la mirada –Solo cálmate ¿Sí? –El pelinegro se acerco a su mejor amigo quien lo miraba desde la cama con los ojos de un color rojo oscuro y profundo.

–Estoy bien –Susurro el rubio volviendo a cerrar los ojos y recostarse en la cama del chico.

–No, no esta bien que tus ojos cambien sin que tu quieras Hyunjin en especial porque eres un delta y tus ojos son del color que son, si tus ojos cabían en publico puedes meterte en problemas, lo sabes, no esta bien que un delta cambie y es aún peor que tus andes con tus ojos rojos cambiando por ahí, te meterías en muchísimos problemas –El de cabello claro asintió con la cabeza sin moverse de su lugar en la cama –Comamos algo y dormimos, mañana tenemos que levantarnos temprano.

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