Cincuenta y cinco

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"Invisible"
Yang Jeongin



























El día había comenzado mal desde que su madre insistió reiteradamente que le tenía que dar una oportunidad más a la universidad, mentira, todo estaba mal desde el día anterior, cuando Jisung llamó diciendo que tal vez no podría pasar a buscarlo, desde eso el castaño sabía que no iba a ser un buen día.
Por la mañana su madre le fue a dejar a la universidad y como si fuera algún tipo de persona famosa personas que no conocía se acercaron a preguntarle como estaba ¿No sabían respetar el espacio personal? Estaba molesto y ansioso y como no, si todo tipo de lobos se acercaban rápidamente a él cada que caminaba, toda la situación colmó su paciencia cuando un alfa de tercer año gruñó en su dirección divertido, claramente se burlaban, se burlaban de que tenía miedo de cosas tan pequeñas como gruñidos.

Y ahora, por alguna razón que aún no entendía por completo estaba ahí, a un lado del mayor, aún no quería hablar y extrañamente el mayor parecía entenderlo perfectamente, el delta se separó un poco del castaño y acarició tranquilamente su cabello, consiguiendo que este cerrará los ojos.



–¿Estás mejor? –Susurro suavemente el mas alto sin dejar de dar caricias en el cabello de éste, viéndolo asentir. –¿Todavía tienes clases? –El chico negó –¿Quieres que te acompañe a casa?

–Mhnh, no quiero ir a casa, hyung –Se quejo el castaño al fin separándose para mirar al mayor.

–¿Seguro? –El chico asintió sin dejar de ver al rubio –Vamos a comer helado y luego te voy a dejar ¿Bien?

–N-no, no quiero bajar...

–Voy a estar contigo pequeño, vamos, si cierran la puerta nos quedaremos aquí y nos castigarán.

Entre protestas de Jeongin e insistencias de Hyunjin, el menor terminó por ceder siguiendo entre quejas al mayor, después de un rato, donde el delta lo hizo prácticamente escabullirse para poder salir del último piso sin ser regañados, la mirada de Hyunjin paso desde el pasillo, a las manos del menor, que jugaban entre ellas inquietas, a los dientes del menor, que aprisionaban su labio con fuerza entre ellos.

–¿Por eso no querías bajar? –Suspiro el rubio comprendiendo las razones del castaño quien asintió.

–E-está bien, sólo vamos...

–Espera un poco –El rubio se giro sacando desde su propio bolso una gorra negra, para luego voltearse a donde el castaño, quien lo miraba curioso, y ponersela. –No es mucha la diferencia, pero... –El rubio se acercó para colocarle el gorro de el poleron del mismo –A ver, mira el piso, tu rostro no se ve –Rió el mayor –Desde ahora eres invisible, ¿Listo? Vamos.

Claramente no era invisible, claramente las personas se daban cuenta que era Jeongin y tantas veces como las personas voltearon a ver al menor las personas recibieron una mala mirada por parte del delta. Una vez afuera el castaño miro al rededor dándose cuenta de cómo nadie estaba mirando en su dirección y por primera vez en el día, sonrió, sonrió al ver como el mayor había cumplido su palabra de hacerlo invisible antes las miradas apenadas de las personas.

–Te compró un helado y te llevó a casa ¿Sí?

–H-hyung ¿Porqué seguías en la universidad? ¿Esperabas a alguien?

Cierto, Minho. –¿Ah? No, sólo acababa de dar un examen y subí a tomar aire ¿solo vamos, sí?





Tal como había prometido, luego de comprarle al omega un helado el mayor lo acompañó caminando hasta casa, el camino había sido silencioso, no habían entablado más de dos palabras pero aún así el mayor no podía borrar esa tonta sonrisa que llevaba desde que se encontró con el menor.

–¿Hyung?

–¿Sí?

–¿No quieres saber porqué estaba en el techo, o porqué estaba ll-llorando?

–No es que no tenga curiosidad, Innie, no sabes las ganas que tengo de saber que sucedió para que llegaras allí o golpear a quien lo causó, si fue así, pero no te voy a obligar a decírmelo, si quieres contárselo a alguien estoy aquí para escucharte y si solo quieres guardartelo para tí pero te lastima estaré aquí para escucharte llorar ¿Bien?...

–¿Hyung?

–¿Qué? –Rió el rubio.

–Gracias...

–No tienes que agradecerme Innie... –Innie, de nuevo ese apodo de hace tantos años, que en la boca del delta sonaba tan diferente ¿Porqué? ¿Por qué a pesar de que muchas personas lo llamaban así el mayor hacia la diferencia? Su corazón latía y su estómago se revolvía, esa sensación, le gustaba, pero también, le tenía miedo.




×××
   —Cambie la portada jajá ¿vieron? ¿Les gusta? :( denme sus comentarios xfas.

—Amigxs, estoy de buen humor, además, empezaré a actualizar más seguido porque repentinamente estoy inspirada ah.

Stereotype [Hyunın] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora