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Gira los fideos del ramen con el tenedor sin mirarlos, pues su mirada está perdida en el piso de la habitación de hotel. Su pecho se infla para terminar soltando un largo suspiro y el tenedor deja de dar vueltas en su mano cuando se da cuenta de que es un caso perdido.

No tiene hambre.

Se pone de pie para tirar el ramen en el bote de basura y camina hacia el otro lado de la habitación para agarrar una toalla negra, y botella de agua. Sale rumbo al gimnasio del hotel y no le llama la atención que no haya nadie. Después de todo, son las cuatro de la mañana, él único fuera de sus casilla para venir a hacer ejercicio a tal hora es él.

Comienza con un par de estiramientos para luego ir hacer pesas. Sus brazos suben y bajan, mientras su mente se concentra en llegar al número cien. No obstante, por un momento, por un segundo, su mente lo traiciona y las pesas caen con fuerza.

JungKook se incorpora con la respiración agitada por el ejercicio y limpia el sudor que cae por su barbilla con su puño de la mano izquierda. Aprieta los dientes ante el coraje de haber dejado caer las pesas y se maldice por no ser capaz de dejar de pensar en SeokJin. No importa cuántas actividades realice para mantener su mente distraída, al final esta termina proyectando una imagen de SeokJin.

Se maldice, de nuevo, por ser tan débil. JungKook cree que si hubiese sido más fuerte hubiese podido resolver todo el asunto de la marca. Sin embargo, no fue así. Dejó que los mayores encontrarán una solución, mientras esperaba sin hacer nada. Confío en que iban a encontrar una solución. No creyó que la solución sería romper el lazo de la manada y terminar con SeokJin definitivamente. Tal vez, si hubiese sido maduro y hubiese sumado a la búsqueda de una solución las cosas no habrían acabo de esta forma tan dolorosa.

Pequeñas lágrimas se forman en el borde de sus ojos al recordarse lo inmaduro y débil que es. Es como siempre le dicen. Es, todavía, un cachorro. No pudo proteger ni cuidar a SeokJin como le prometió. También, lo dejó, no luchó. Lo único que es bueno es rompieron promesas.

Tira la toalla al piso al sentirse tan impotente. Quiere ser maduro y fuerte. Quiere ser un total alfa. Toda su vida se ha propuesto aquello y no entiende por qué es tan difícil.

¿Qué tiene que hacer para convertirse en un adulto? ¿Qué tiene que hacer para ser un hombre de verdad?

Aumenta el acelerador en la máquina de correr y sube el volumen de sus audífonos para que su mente deje de pensar de una vez en SeokJin.

No quiere pensar en sus ojitos marrones. En sus sonrisas. En sus pucheros. En sus risas. No quiere pensar absolutamente nada con relación a SeokJin. No quiere porque su mente acabará recordando aquel día en el cual SeokJin les imploró, suplicó, rogó que no lo dejaran.

No olvidará el llanto y el tono desesperado en su voz. Tampoco, cómo se arrodilló pidiéndoles que simplemente permanecerían con él.

JungKook termina sollozando sentado en el suelo del gimnasio con un amargo sentimiento de culpa, remordimiento y odio en su ser.

Lo único que quiere es correr hacia los cálidos brazos de SeokJin y escuchar su suave voz diciéndole que todo estaría bien. Sin embargo, lo único que recibe es el frío abrazo de la soledad.

La garganta le pica, las manos le sudan y no ha dejado de lamerse los labios

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La garganta le pica, las manos le sudan y no ha dejado de lamerse los labios. Niega con su cabeza ante la idea de caer ante la tentación del sabor de la bebida la cual contiene altos grados de alcohol. Realmente, no comprende por qué la compró, no comprende por qué tuvo que entrar al bar del hotel y pedir la maldita botella de vodka y no comprende por qué trata de engañarse porque, por supuesto, comprende por qué hizo todo eso.

YoonGi solo quiere ahogarse en su culpa y odio. Quiere huir de sus pensamientos refugiándose en la bebida como lo hizo en el pasado. Se prometió. Le prometió que no volvería a ser un alcohólico. No puede tirar a la basura los años de lucha por dejar el alcohol. Tiene que ser fuerte. Debe ser fuerte.

Por eso, agarra la botella con rapidez y corre hacia el baño para abrirla, y tirar el líquido en el inodoro.

Necesita calmarse y reemplazar las ansias que tiene por beber, por beber mucho. De lo contrario, va a terminar por cometer una estupidez. Y suficientes ha cometido en lo que va de su vida. Por lo que, busca en su celular el contacto de su hermano mayor y muerde su labio inferior al no estar seguro sobre si sería una buena idea pasar algunas semanas de sus largas vacaciones con él, y su esposo. Igual, le manda un mensaje diciendo si puede ir y las ansias se apoderan de su sistema.

YoonGi va a terminar por volverse loco. Desde que rompieron el lazo de la manada y terminaron con SeokJin definitivamente no duerme, no tiene paz. Cada día, cada noche está pensando que, tal vez, debió sugerir otra solución. Sin embargo, recuerda cuan ido estaba SeokJin cuando despertó. Sus ojitos marrones no brillaban, estaban tan apagados y aquello fue la señal que necesitó YoonGi para darse cuenta de todo el daño que le han estado haciendo a SeokJin.

Y se culpa. Se culpa por ser el principal causante de ese sufrimiento porque es, fue, el líder de la manada y debió actuar como tal. Debió ser más decidido, pues sólo así podría transmitir seguridad y confianza a su manada.

No lo hizo. Dejó que las cosas pasarán y pasarán. Dejó que las cosas tomarán un rumbo por sí solo. Se confío mucho.

Y ahora por su incompetencia, todos están pagando el precio.

Su hermano le llega a responder. Le dice que está encantado como emocionado con tenerlo en su cass y que puede quedarse todo el tiempo que guste. YoonGi le agradece y vuelve a tener esa opresión vacía en el centro de su pecho.

Necesita tanto a SeokJin. Necesita tanto a los otros cinco alfas. Todavía, puede recordar el odio en los ojos marrones de TaeHyung cuando le dijo que era su culpa que ya no estén con SeokJin. Esperó que Hoseok lo respaldará como siempre, pero no lo hizo. En un parpadear, los cinco alfas se encontraban gritándose cosas horribles y YoonGi no hizo más que mirarlos con más culpa, y escucharlos con agonía.

No puede soportar aquel recuerdo. Aquello muestra de que fracaso como líder de la manada, alfa mayor y amigo. Así que, con una mayor culpa por no ser capaz de mantener su promesa sale de la habitación rumbo al bar del hotel.

Destinados Antes De Nacer Por Siempre © || Libro #2|| [BTSxJin] (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora