En el cuarto de visitas, se encuentran los dos alfas externos al grupo BTS. Cada uno está sentado en un extremo de la cama y sumergidos en un tenso e incómodo silencio. Seung no entiende por qué se dejó convencer por parte del omega para ir hablar con su ex mejor amigo al cuarto de visitar. Sí, al principio creyó que tenía la valentía para escucharlo y enfrentarlo; sin embargo, estaba equivocado, es un manojo de nervios ahora mismo.
— ¿Por qué saliste corriendo de tu departamento?
Empieza por ahí y le parece bien.
—Luego de que me dijiste lo que le intenté a hacerle a Jin no podía quedarme ahí acostado —responde sintiéndose mal—. Tenía que pedirle perdón.
—Ya veo...
Silencio, otra vez.
— ¿Por qué has venido? — No responde, no puede—. SeokJung, por qué...
—Estaba preocupado. Saliste corriendo y estabas herido —observa los golpes de reojo—. Estás herido...
—Estoy bien. Me merezco el dolor en mi rostro.
—Pero...
—Por favor —lo interrumpe al no querer darle vueltas al asunto—. Ya somos adultos, Seok. Tenemos más de treinta cinco años —el contrario aprieta los labios por el regaño—. No podemos seguir comportándonos como jóvenes. Ya no estamos para eso.
—Lo sé y perdón..., sé que todo esto es mi culpa, y perdón, pero no puedo...
—No puedes, ¿qué cosa?
—Con lo nuestro —susurra con la voz rota—. Perdóname, por favor.
—Dime, por qué —niega y Seung se molesta—. Maldita sea, Seok. Dime, por qué no puedes seguir con lo nuestro —no dice nada— ¿Acaso hice algo malo?
—Ya te dije que yo soy quien no puede —gira su cuerpo para que no mire las lágrimas en sus ojos—. Perdón, odiame si quieres.
—Sabes que nunca podría odiarte —no están llegando a nada—. Solo quiero que me des una razón, ¿no crees que la merezco? — Asiente mordiéndose el labio inferior por las ganas que tiene de llorar—. Entonces, dímela, SeokJung. Dímela porque no quiero que lo nuestro terminé en malos términos —no le gustaría aquello—. Si no puedes continuar con lo nuestro, bien. No puedo obligarte, pero al menos dime la razón.
Vuelve a asentir y se toma un par de segundos para soltar:
—MiYeon tiene cáncer. Se está muriendo.
Y Seung comprende todo y sus ojos, también se llenan de lágrimas.
Por otro lado, SeokJin sale del cuarto del baño, luego de que se ha duchado y vestido con su piyama de RJ, continúa secando sus cabellos con la toalla hasta que siente que las puntas ya están secas; por lo que tira la toalla en el cesto de ropa sucia y al girarse salta del susto al observar que YoonGi se encuentra sentado sobre su cama.
—Yoonie, joder —lleva su mano al pecho y siente los latidos agitados de su corazón—. Que susto.
No hay repuesta y lo observa mejor para darse cuenta de que está con las manos juntas, y la cabeza agacha. No necesita preguntarle la razón por la cual se encuentra de esa forma; lo sabe.
—Yoonie... —se acerca sin dudarlo.
—Dime que NamJoon llegó a tiempo. Dime que no... —no termina de hablar por la impotencia—, mierda, Jinnie, ¿por qué lo dejaste pasar?
—No fue su culpa. Seung no estaba consciente —se sienta a su lado—. Él solo quería pedir perdón.
— ¡Aún así... — Se regaña mentalmente por haber alzado la voz y gira su rostro para mirar con pesar a su pareja—, no soportaría que te lastimaran, Jinnie. No podría vivir sabiendo que alguien te hizo daño y que...
—Estoy bien —lo interrumpe con tranquilidad y extiende su mano derecha para acariciar la mejilla pálida izquierda—. Mírame, Yoonie. Estoy bien. Nada malo me pasó.
—NamJoon dijo que te encontró en shock.
—Sí, estaba asustado. No lo voy a negar —aprieta sus labios al saberlo—. Recuerda que..., aunque, quiera superarlo, siempre seguirá ahí en mi mente y...
—No quiero que siga ahí en tu mente —sostiene con sus manos pálidas la mano de su pareja y la lleva a sus labios—. Quiero que te olvides, que puedas...
—Yoonie, soy omega —le recuerda con resignación—. Siempre estaré en peligro. Lo importante es reponerme y no dejarme caer —asiente porque es la pura verdad—. Mi fuerza es que los tengo a ustedes —los labios besan el dorso de su mano—. Y los amo mucho.
—Y nosotros te amamos igual o más, Jinnie —atrae el delgado cuerpo hacia sus brazos—. Te amo.
—Te amo, Yoonie —escucha un gruñido y sonríe de medio lado cuando la nariz del alfa frota parte de su cuello en donde están los pequeños chupetones que Seung dejó—. Tranquilo. Van a desaparecer.
—Claro que lo harán.
Sentencia con voz ronca y comienza a succionar la piel.
—Yoo..., ahh —es sensible a su cuello—. Mhm... —su espalda choca contra el colchón y abre sus piernas para que Suga pueda acomodarse entre ellas—. Yoonie...
Comienza besándolo de forma lenta y pausada, disfrutando de la contextura de aquellos labios rosados y gruesos que fueron su perdición desde la primera vez que los probó; su corazón se llena de una calidez inexplicable al sentir sus manos recorrer la piel desnuda de su espalda con lentitud y lo besa con más profundidad creyendo que así puede trasmitirle todo su amor.
—Ngh..., Yoonie...
Sus gemidos son dulces como el sabor de su piel, como sus caricias, y delicados como sus muslos, como ese túnel estrecho, húmedo y apretado que abraza su miembro que lo único que desea es profanar toda la inocencia de su omega, de su pareja, de su eterno compañero de cuarto.
—Jinnie... —jadea embistiendo con más precisión—, te amo. Te amo tanto.
Apenas puede responder debido a que de su garganta solo salen sonidos de placer y abraza a YoonGi con fuerza, sin querer soltarlo, durante toda la noche.
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Destinados Antes De Nacer Por Siempre © || Libro #2|| [BTSxJin] (Omegaverse)
FanfictionLos seis alfas y único omega del famoso grupo coreano de nombre BTS lucharán contra el miedo de ellos mismos. Asimismo, enfrentarán los prejuicios como estereotipos de la sociedad y familiares. Sin embargo, sus planes a futuro se verán afectados cu...