17.03.20
[Martes | 12:26]
Natalia se saltó una de sus clases para escabullirse y despejarse un rato, estaba agobiada con el tema de Alba. Había intentado acercarse a Alba para hablar con ella en el cambio de hora, pero la respuesta de la rubia fue nula, la ignoró totalmente. Se fue directa al punto ciego del patio y envió un mensaje a Marta y a María para que viniesen.
—Yo nunca me voy a quejar de saltarme una clase pero ¿qué ha pasado? —anunció Marta nada más ver a Natalia—.
—Fumándo, moviendo la pierna sin parar, entrecejo arrugadito. Marta, decretamos el estado de alerta. Cuéntanos —bromeó María—.
—Es Alba.
—¿Te ha hecho algo? Mira que me la cargo, no sabe con quién se está metiendo.
—No. Es al revés. Yo la he cagado —nerviosa, daba caladas a su cigarro sin parar—.
—Oh... A ver, explica. Eres un cachito de pan, no puede ser tan grave.
—Le... Le... Joder, no puedo ni decirlo.
—Respira hondo y suéltalo rápido —aconsejó Marta—.
—Le robé una pulsera que era de su abuela —lo dijo de corrido, con los ojos cerrados, como si así fuese a doler menos—.
—Eh... Vale. Eso sí que es grave —María se quedó estupefacta. No se esperaba que su amiga hubiese hecho algo así. Alguna explicación debía tener—.
—¿Por qué has hecho eso? ¿En qué estabas pensando?
—No lo sé. La cogí y pensé "joder, si vendo esto debo sacar una pasta", y cuando llegó ella me la metí en el bolsillo no sé por qué. Y yo no tenía ni idea de que era de su abuela.
—¿Pero la has vendido? —se extrañó Marta. Ser macarra es una cosa, pero sabía que su amiga nunca haría algo así—.
—No, ni se me pasaría por la cabeza. Según salí de su casa me sentí la peor persona del mundo —escondió la cabeza entre las piernas—.
—A ver, la has cagado, pero tampoco te fustigues. Todo tiene una solución. ¿Se la has devuelto ya? —María intentó ver las cosas con perspectiva y mantener la cabeza fría para ayudar a su amiga—.
—Sí, ayer.
—¿Y?
—Que no me habla desde entonces. Está enfadada conmigo. Antes intenté pararla en el pasillo y, básicamente, me ignoró. Y no sabes lo que duele —se le aguaron los ojos al recordar el momento—.
—A ver, ya lo hecho, hecho está. No podemos hacer nada para cambiarlo. Tú ya se la has devuelto y le has pedido perdón. Porque le has pedido perdón, ¿no?
—Sí, mil veces ayer.
—¿Y le has dicho que lo hiciste sin querer?
—Sí. Bueno, más o menos. Estaba nerviosa, ni me acuerdo bien de lo que dije.
—Vale, pues ahora hay que buscar una manera de volver a ganarte su confianza, que te escuche y te perdone.
—Que no va a ser fácil, pero busca algo que ella vea que de verdad estás arrepentida y que no era tu intención robársela.
—Y si no quiere volver a verte, pues pasas página. No puedes obligarla ni tu puedes estar toda la vida detrás de ella por un error.
—¿Y qué hago? ¿Pedirle perdón delante de todo el instituto?
—No, tampoco hace falta que te humilles.
—¿Un regalo? ¿Dedicarle una de tus canciones secretas? No se las enseñas a nadie, igual eso le llega.
—No es mala idea, pero con eso la va a mandar a tomar por culo, Marta. Mira, no sé qué puedes hacer, pero vosotras os conocéis, piensa en algo que signifique mucho para ella. Haz funcionar a ese cerebro brillante que tienes.
—Vale... Gracias por estar ahí, chicas.
—En realidad estamos aquí para saltarnos la clase de lengua, no te flipes —bromeó Marta para sacarle una sonrisa a su amiga—.
—Marta tiene razón. No te atormentes tanto, que todos la cagamos alguna vez —María se acercó a ella para abrazarla y Marta la imitó—. Ponte en su lugar, es normal que esté enfadada. Pero tampoco has matado a nadie.
—Pues me siento como si hubiese hecho una matanza...
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SKAM Albalia
FanfictionAlba, alumna aplicada, y Natalia, "chica mala" de manual. Dos polos totalmente opuestos, con más cosas en común de las que creen, que estudian en el mismo instituto. Fic siguiendo el formato de SKAM.