19.02.20
[Miércoles | 11:05]
Alba, Julia y Sabela se encontraban reunidas desayunando en el patio a la hora del recreo como era costumbre.
—Chicas, en un par de semanas hay bote, con todo el insti. A ti no te pregunto, Alba, ya sé que la respuesta es un rotundo no. ¿Tú vienes, Sabela?
—No me apetece mucho, pero si me animo me paso un rato, no hasta muy tarde.
—Siempre dices lo mismo y al final te quedas hasta que aparecen los barrenderos —la picó Julia soltando una carcajada—.
—Exagerada. Alba, ¿por qué no te animas a venir un día? No bebas si no quieres, solo para pasar el rato —la invitó Sabela—.
—¿Para tener que aguantaros borrachas y encima tener que volverme sola a mi casa? Ni hablar —bufó—.
—Que nooo, venga. Me comprometo a beber poco para luego acompañarte a casa —insistió Sabela—.
—Que no, que no. Que encima luego me voy a tener que tragar una bronca de mi madre, paso.
—Tía pero estás en la edad de ir a botellones, ¿qué más da? Tragarse una bronca de vez en cuando tampoco está mal —le rebatió Julia—.
—Bueno, ya veré. Pero este viernes paso. La semana que viene tengo examen y tengo que estar fresquita para estudiar.
—Tía, que si sacas un 5 en un examen tampoco pasa nada.
—Ya, pero no quiero. Que además, este año toca la EBAU y quiero buena nota.
—Alba, que es tu último año de instituto, ¡se un poco rebelde! —le gritó Julia levantando los brazos—.
—Yaaa, ¡vale ya!
Alba llevaba un tiempo pensando lo mismo que sus amigas. Estaba cansada de ser la empollona que nunca va de fiesta, quería cambiar, pero aún no se atrevía. Necesitaba un empujón más fuerte que el de sus amigas para atreverse a salir del molde y abandonar, al menos un poco, su imagen que persona perfecta. En el fondo, le daba mucho miedo decepcionar a los demás.
¿Qué pensarán los demás si de repente cambio?
Mi madre, una bronca segura. El resto... me miraría raro.
—Bueno, cambiando de tema, ¿qué hay de la chica esta? La macarra —dirigió la conversación hacia otro lugar Sabela—.
—Pues me ha pedido que la ayude a estudiar —dejó caer—.
—Vamos, que lo que buscaba era apuntes —sentenció Julia—.
—Eso pensaba yo, pero no sé. No solo me pide apuntes, también hablo con ella, casi todos los días. De cosas que no tienen nada que ver con Historia del arte —les contó a sus amigas con cierta preocupación—.
—¿Pero tú te sientes bien hablando con ella?
—Sí, la verdad. No siento que lo esté haciendo forzado para pedirme apuntes, sino que de verdad quiere hablar conmigo.
—¿Estás encoñada? —se entrometió Julia—.
—¡No! —contestó con brusquedad—.
—Calla, calla. Que viene por ahí —dijo Julia susurrándo y haciendo aspavientos con los brazos—.
Alba miró a su alrededor. Pero ni rastro de Natalia. Cuando volvió a mirar confundida a sus amigas, ellas estaban aguantándose la risa.
—Hijas de puta —les soltó sonrojándose al ver que la habían vacilado—.
—Va, venga, Alba. Confiesa, algo te tiene que gustar, esa carita que has puesto no es oor una simple amiga
—A ver, es guapa. Pero no sé —confesó dubitativa—.
—Vamos, que le hace tilín pero aún no hemos llegado a la fase encoñamiento —determinó Sabela—.
—Estamos en la primera fase de la enfermedad, doctora —le siguió al juego Julia—.
—Es grave. Ya no hay marcha atrás.
—Sois imbéciles —sonrió Alba avergonzada—.
Pillada. Tocada y hundida. Alba ya sabía que en los pocos días que llevaba hablando con Natalia, le llamaba la atención. Pero aún no tenía claro qué es lo que buscaba la morena de ella. Ni siquiera sabía si le gustaban las chicas. Tenía la sensación de que Natalia se le insinuaba a ratos, pero pensaba qu quizás fuese imaginación suya y se estaba haciendo ilusiones de más. Así que en su mente se había decidido a esperar a ver qué le deparaban los siguientes días.
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SKAM Albalia
FanficAlba, alumna aplicada, y Natalia, "chica mala" de manual. Dos polos totalmente opuestos, con más cosas en común de las que creen, que estudian en el mismo instituto. Fic siguiendo el formato de SKAM.