Martes | 18:05

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11.02.20

[Martes, 18:05]

Natalia salía de su clase de baile en la academia de artes de la ciudad, en la que se podían estudiar distintas ramas del arte: baile, canto, piano, guitarra, dibujo, diseño gráfico, etc.
Al llegar al recibidor de aqulla academia vislumbró una cabellera rubia que le resultaba familiar.

—Hey, rubia —la llamó—.

—¿Me hablabas a mí? —se giró Alba al sentirse aludida—.

—Claro, ¿qué haces aquí?

—Primero, me llamo Alba, no rubia —la corrigió al no haberle agradado mucho aquel apodo—. Y segundo, acabo de salir de clase.

—¿Tú también estudias aquí? ¿Qué haces? —se interesó Natalia—.

A Natalia le apasionaba el arte, independientemente de la manera de expresarse, ya fuese el dibujo, la música o la escultura, así que le gustaba saber que tenía más compañeros de clase que verdaderamente les gustaba el arte, y no solo habían escogido esa rama por pensar que era "más fácil", lo cual es un gran error.

—Pues estoy en dibujo.

—Ya decía yo que ese dibujo que vi ayer en clase no salía de la nada. ¿Desde cuándo estás aquí? Nunca te había visto —se extrañó Natalia, que llevaba ya dos años yendo a clases de baile en esa academia—.

—Llevo desde septiembre, pero es que me acaban de cambiar el horario, antes venía los lunes —se excusó Alba—. ¿Qué haces tú aquí?

—Vengo a clases de baile —dijo hinchando el pecho y levantando el mentón. Se sentía muy orgullosa de su gran pasión—.

—Pues yo no sabía que bailabas.

—Pues ahora ya lo sabes —dijo sin más importancia mirando su reloj—.
Oye, me voy que llevo prisa. Te veo por clase.

—Adiós.

Alba vio cómo Natalia se fue en dirección al parque que quedaba cerca de la academia.

Pero si esta nunca me ha hablado, ¿qué mosca le ha picado? —pensó Alba—.

A Alba le parecía demasiado raro que de la nada la "chica mala" del instituto le hablase. Aunque tenía que reconocer por las pocas palabras que había cruzado con ella, no parecía tan borde como le habían contado. Y encima que de la nada ahora coincidiesen sus horarios, demasiada casualidad.

¿Querrá algo de mí? Seguro que apuntes o que le haga deberes. Mejor me alejo de ella.

A Natalia, por su parte, no le parecía tan extraño. A ella le encantaba conocer persobas nuevas, y mucho más cuando estaban dentro del mundo del arte.

SKAM AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora