Martes | 15:38

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28.04.20

[Martes | 15:38]

Natalia se dirigía hacia su clase de baile en la academia como cada martes. Iba ensimismada en su propia burbuja con los cascos puestos al ritmo de Billie Eilish, hasta que algo consiguió sacarla de ese buen humor que llevaba encima.

En mitad de la amplia calle vacía estaba Mikel, el chico que solía pasarle droga para luego venderla. Pero ella ya le había dejado claro al chico que no iba a volver a meterse en esos embrollos, así que decidió que al pasar a su lado lo ignoraría esperando que él hiciese lo mismo. Prefería no mantener ningún tipo de contacto. Pero no corrió con tanta suerte.

—Cuánto tiempo, morena —saludó el chico encapuchado cuando pasó a su lado. Solo recibió silencio por parte de Natalia, que continuó caminando sin ni siquiera inmutarse. Pero el chico no quiso darse por vencido tan fácilmente—. ¿Dónde vas tan rápido? No te hagas la loca, te estoy hablando —la agarró del hombro para que parase de caminar y ponerse frente a ella—.

—No tengo nada que hablar contigo. Dejé muy claro que lo dejaba.

—Las cosas no funcionan así, bonita. Necesito que vuelvas a vender.

—Ni hablar. Ya te dije la última vez que no —volvió a echar a andar con el rostro serio, pero Mikel volvió a detenerla—.

—Me importa dos cojones.

—Y a mí tres. No voy a volver. Búscate a otro.

—Mira, bonita, no te hagas la valiente. Conozco a tus amigos y a tus hermanos.

—A mis hermanos ni los nombres, imbécil —le dio un pequeño empujón que apenas logró mover del sitio al joven—.

—Relajadita, como te pases un pelo puedo hacerles la vida imposible. La semana que viene te quiero aquí para pasarte la mercancía y punto.

El chico se marchó en dirección contraria, dejando a Natalia petrificada en el sitio con la palabra en la boca. No quería volver a aquello, se negaba en rotundo, pero tampoco podía permitir que ese tipo hiciese nada malo a alguien de su entorno.

¿Qué cojones hago ahora? Si cree que se lo voy a poner tan fácil la lleva clara.

Decidió hacer como si no acabase de suceder nada. No pensaba hacerle caso, iba a evitarlo a toda costa. Corrió un tupido velo y se olvidó de la existencia del chico.

SKAM AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora