Viernes | 16:07

2.6K 182 26
                                    

10.04.20

[Viernes | 16:07]

Alba, Sabela y Julia aprovecharon que era viernes para salir a dar una vuelta por ahí después de clase. Habían terminado de comer en un McDonals y ahora vagaban por las callejuelas que se iban encontrando hablando de todo y nada.

—Entonces, ¿mañana bote?

—Siiiiii —saltó con efusividad Sabela—. Qué ganas. Estoy hasta los mismísimos de estudiar. Necesitaba el paseo de hoy y el alcohol de mañana.

—¿Cómo llevais todos los exámenes? —se interesó Alba—.

—Un poco de culo —respondió con pasotismo Julia—.

—Yo no tan de culo, pero es un agobio. Oye, ¿entonces mañana nos juntamos con los amigos de Natalia?

—Sip. Si no os apetece, nos vamos por nuestro lado, no pasa nada.

—No, no. Vamos a darle una oportunidad a los macarras. Igual son buena gente.

—Como monten follón, yo me voy —aclaró Sabela—.

—Qué poco te gusta la jarana, Sabela —la picó Julia—.

—Si todos son como Natalia ya os digo yo que follón no va a haber.

—Oye, ¿eso de ahí es un sex shop? —se paró en seco en mitad de la calle Julia—.

—A ver... ¡Hala, sí que lo es!

—¿Entramos a curiosear? —Julia miraba entusiasmada a sus amigas para que entrases con ella—

—Pero si no tienes dinero para comprar nada —se negó Sabela, que le daba vergüenza entrar en aquel sitio—.

—Bueno, para unos condones fluorescentes más que sea

—¿A lo Star Wars? Tienes unos clichés muy raros...

—Fetiches, se dice fetiches, que te lo he dicho ocho veces. No me dejáis disfrutar nada. ¿Entramos o qué?

—Venga yo digo que sí. Tengo curiosidad —terminó por acceder Alba—.

—Esta bieeeen, vamos dentro.

—Di que sí, Sabela. Vamos a por tu Satisfayer. Te lo puedes llevar al bote y todo.

—Pesada.

Entraron dentro de aquel local por primera vez, creyendo que por dentro iba a tener más apariencia de club de streeptease más que una tienda. Un chasco o un alivio para según quien cuando vieron que era una tienda bastante sencilla, decorada con colores rojos y negros, y la dependienta las saludó con la mayor cara de inocencia que tenía en su repertorio. Se fueron directas al fondo de la tienda, por donde la dependienta no podía verlas y cotillear a gusto. Iban mirando absortas todo en silencio.

—Mira, mira. Un dildo de colorines —saltó Julia haciendo aspavientos para avisar a sus amigas—.

—Baja la voz —Sabela le asestó un golpe en el brazo para que se relajase y no llamar la atención de la dependienta—.

—Tía, ¿eso no es como muy grande? ¿De verdad cabe eso en el coño? —se extrañó Julia al ver un dildo negro más grande que el resto—.

—Hombre, si lo venden, digo yo que a alguien le cabrá —se encogió de hombros Alba—. Eso de ahí es el satisfayer, ¿no? Me lo imaginaba más pequeñito.

—Pero mira, tía, hay un montón de cosas que ni idea de para qué sirven. Wo... Womanizer... —trató de leer con torpeza Sabela—. ¿Cómo se supone que se usa este cacharro?

SKAM AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora