02.04.20
[Jueves| 23:51]
Otro día más que Alba y su madre no se habían dirigido la palabra y se esquivaban a toda costa. Ayer había conseguido un poquito de confianza para hablar con ella con el apoyo que le daban Natalia, su hermana y sus amigas. Pero al llegar la hora de la cena y ver cómo su madre volvía a esquivarle la mirada y rellenaba el silencio hablando de cualquier cosa con Marina, se le desvanecieron todas sus fuerzas.
No era muy tarde, pero el torrente emocional que llevaba sufriendo dos días la tenía agotada. Así que se decidió a salir de su cuarto por última vez en la noche a por algo para picar para quitar la ansiedad e irse a dormir. Fue cuidadosa para no tener que cruzarse de nuevo con su madre.
Misión imposible.
Allí estaba ella terminando de recoger la cocina.
—Alba, ven aquí un momento —la llamó y la invitó a sentarse en una de las sillas de la cocina—.
Genial, Alba. Justo lo que no tenía ganas ahora. Allá vamos...
—Tenemos que hablar —cerró la puerta de la cocina para que no las escuchase Marina y esperó a que se sentase buscando las palabras que quería usar—. Esa niña, Natalia, y tú... ¿sois...? —no se atrevía a terminar de formular la pregunta—.
—Novias. Somos novias —dijo en un golpe de valentía. Tragó saliva y sintió cómo le empezaba a caer una gota de sudor por su espalda nerviosa—. Mamá, lo siento si te molesta pero... —su madre no la dejó terminar—.
—No, no. Déjame hablar a mí primero —tomó aire para empezar a hablar—. Lo primero, perdón por no haberlo hablado antes, pero me ha chocado mucho. Llevo desde ayer intentando asimilarlo... Entonces eres... ¿Lesbiana?
—Bisexual, en realidad.
—Oh, vaya...
—Mamá, yo sé que a ti no te agrada, pero es así. No puedo cambiarlo.
—No, no es de mi agrado, eso ya lo sabes. Pero eso no es lo que más me molesta. Me duele que no me lo hayas dicho antes y que me haya tenido que enterar así. Pillándote infraganti. Siento que me llevas tomando el pelo todo este tiempo.
—Mamá, ¿cómo quieres que te diga nada? Si siempre sueltas comentarios inoportunos. Comentarios de odio, además. ¿Te crees que es fácil saber que le das asco a tu madre? —se le encogió el estómago y se le aguaron los ojos al pronunciar aquellas palabras—.
—Alba, no me das ningún asco. Eres mi hija y pase lo que pase te voy a querer.
—Pues no lo parece. Llevas desde ayer evitándome, haciéndome el vacío —le reprochó y terminaron por brotarle las lágrimas de los ojos, incapaz de retenerla mucho más—.
—Lo siento de verdad, Alba. Si no te he hablado es porque he estado asimilándolo. Ven aquí —abrió los brazos para darle un fuerte abrazo a su hija y Alba terminó por romper a llorar—. Siento mucho que te hayas sentido así por las burradas que suelta tu madre por la boca. Prometo tener más cuidado a partir de ahora. Pero nunca, escúchame bien, nunca, me vas a dar asco. A veces las madres también se equivocan.
—No me vuelvas a hacer eso —consiguió decir entre sollozos aferrándose con fuerza a su madre, encondiendo la cara en su hombro, soltando todo lo que se había estado guardando hasta ahora—.
—No, mi amor —le acarició la cabeza repetidamente en el abrazo a modo de disculpa por lo que había hecho—. Lo siento. Pero me vas a permitir que me tome un tiempo para asimilarlo. Ya sabes que...

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SKAM Albalia
FanfictionAlba, alumna aplicada, y Natalia, "chica mala" de manual. Dos polos totalmente opuestos, con más cosas en común de las que creen, que estudian en el mismo instituto. Fic siguiendo el formato de SKAM.