07.05.20
[Jueves | 18:05]
Alba esperaba en la puerta de la academia de arte como cada martes y jueves a que Natalia saliese de su clase de baile. La vio salir con el semblante un poco tenso, más serio de lo habitual, incluso con un aire de preocupación, lo cual le pareció extraño. Ella siempre salía alegre, con un brillo especial en los ojos, después de bailar, pero hoy estaba apagada.
—Hola, ¿qué tal hoy? —la saludó Alba con un pico en los labios—.
—Guay, estoy agotada —contestó secándose los restos de sudos que sún brotaban en su frente—. La profe me ha dado un par de consejos para cuando me toque grabar el videoclip. ¿Tú qué tal?
—Yo bien —comenzaron a andar por el camino de siempre—, pero tengo los nervios a flor de piel. La semana que viene son las pruebas de acceso a la escuela de arte que te dije.
—Seguro que lo bordas —pasó el brazo por sus hombros para calmar sus nervios—. Ciegos tienen que estar para no cogerte. Y si no te cogen, que no va a ocurrir, ellos se pierden tu talento. Compártelo con otros que sí lo quieran.
—Talento sé que tengo porque me lo he currado, pero se va a presentar mucha gente y las plazas son limitadas. Lo bueno es que te dicen el mismo día si entras o no. Si tuviese que esperar una semana o más me muero.
—Si quieres te acompaño para darte suerte.
—Me va a llevar mi madre, no te preocupes —se pararon en la bifurcación que las llevaba a cada una a su casa—. ¿Te vienes a mi casa hoy también? Nos echamos una siesta y escuchamos música. Y quería hablarte de una cosa —terminó por decir recordando lo que le había contado Marina el día anterior, aunque no tenía claro si era lo mejor contarle ahora que su hermano estaba trapicheando si estaba ya de por sí nerviosa por la grabación del videoclip—.
—Mmmm... —Natalia puso cara de circunstancia. No quería hacerlo, pero sentía que debía. Anoche tras meditarlo mucho se había decidido a vender lo que Mikel le había dado y darle todo el dinero que consiguiese para que la dejase en paz. Así que, aunque sabía que luego se iba a sentir como en la mierda, le soltó una mentirijilla a Alba—. Es que hoy quería ensayar el baile del videoclip.
—Joooo, me apetecía pasar un rato contigo —Alba hizo un pucherito—.
—Ya... A mí también, pero tengo que ensayar.
—¿Estás nerviosa? —se preocupó por ella Alba—. Te veo un poco apagada hoy.
—Sí, un poco —tragó saliva para aguantar el tipo sin que le temblasen demasiado las piernas por estar mintiéndole—.
—Ya verás que va todo guay. Ya estás dentro, el puesto no te lo va a quitar nadie. Céntrate en pasártelo bien. Además, habías hecho amigas ¿no? —Natalia asintió—. Pues eso es lo importante. Llámame si lo necesitas, ¿vale?
—Sí, gracias, Albi —se dieron un fuerte beso de despedida que a ninguna de las dos le apetecía romper, habitadas ya a pasar casi todas tardes juntas después de la academia—. Nos vemos mañana por en clase.
Fingió que caminaba en dirección a su casa. Pero según vio que Alba desaparecía al dar la vuelta a la calle, se dio media vuelta y fue en dirección al parque donde siempre vendía.
No quería. Estaba harta de aquello, por algo había decidido dejarlo. Pero no se podía permitir que Mikel hiciese daño a algún ser querido o a ella misma. Pensó en vender lo que le había dado y que la próxima le dejaría bien claro que no iba a continuar haciéndole el gusto y hablar claro con su hermano para que se alejase de esa gente.
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SKAM Albalia
FanficAlba, alumna aplicada, y Natalia, "chica mala" de manual. Dos polos totalmente opuestos, con más cosas en común de las que creen, que estudian en el mismo instituto. Fic siguiendo el formato de SKAM.