No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Inseguridades | 77

Narra Zacky

Las buenas noticias es que mi equipo ha calificado a las finales de un torneo. La mala es que no he visto a Brian en semanas. Él ha tenido que dormir algunos días con Johnny. Otros días simplemente nos la hemos pasado concentrados en cumplir nuestras propias metas. Es estúpido que no podamos estar mucho tiempo juntos aunque vivamos bajo el mismo techo, pero nuestros horarios son opuestos por completo.

Intercambiamos mensajes que se responden cada cinco horas y no puedo evitar preguntarme si lo nuestro ha llegado a su fin.
Sé que no debería. Haner me dice lo mucho que me ama a diario. Sin embargo, el pensar en un posible futuro en el que estemos distanciados me hace creer que sería más fácil terminar la relación.

—Estás demente —responde Matthew con una sonrisa tras escucharme hablar sobre lo que siento. Si bien no es la respuesta que esperaba, sé que su intención no es hacerme sentir mal en lo absoluto.

—Pero si me siento mal por estar lejos de él ahora que sólo han pasado días, no me puedo imaginar cómo será después —explico, sabiendo que Sanders tiene razón. Una parte de mí sólo quería sacar todo lo que ronda mi mente, en realidad.

—Puede que sea difícil, pero si él no ha hecho o dicho algo que signifique que su relación ha acabado, no tienes por qué pensarlo. Al contrario, evita que pase.

Levanto el rostro para verlo de frente, como si acabara de darme la respuesta a algo que no tenía solución—. Le haré una cena. Le cantaré alguna de sus canciones...

—Wow, espera, ¿sabes tocar la guitarra?

Río—. No, pero puedo aprender. Tengo unos días de descanso antes de que debamos prepararnos para las semifinales.

—¿Él sabe acerca del torneo?

—No quisiera distraerlo. Además, es posible que ya hayan terminado la grabación para cuando sean las semifinales.

Mi acompañante suspira—. Bueno, si hay algo en lo que pueda ayudarte, me dices.

Asiento de inmediato.
—Puede que necesite ayuda para saber si cuando toco la guitarra no suena como si estuviese torturando a un gato —explico con cierta vergüenza.

—Dudo que lo hagas, pero claro que te ayudo.

Bajo el rostro. Después de que Laurie se fuera a Francia pasé los días más solitarios de mi vida. Me alegra profundamente el tener ahora amigos tan buenos como lo son Matthew y Jimmy.

—Muchas gracias, Matt. No sólo ahora, sino por lo que has hecho por mí —expreso con honestidad y afecto.

—No hay problema. ¿Quieres más papas a la francesa? —cuestiona, señalando con su pulgar el establecimiento de comida rápida del cual acabamos de consumir unas hamburguesas.

—Por supuesto.