Zachary ha estado jugando durante varias horas. Es hasta que regresa de su pequeño descanso para ir al baño que se da cuenta que Brian ha olvidado su teléfono en su recámara y que ha estado sonando desde quién sabe cuando.
Se detiene con cierta duda frente a la habitación de su compañero, colocando la mano en la manija mientras se convence en silencio de que no sería algo malo. Sin embargo, el lado noble de Baker termina ganando la pelea interna.
Su mano se acaba de resbalar del pomo de la puerta cuando se escucha que una llave es introducida en el cerrojo de la entrada.
Zacky suspira, dirigiéndose hacia su cuarto mientras Brian entra a la casa.
—Hey —dice este último, haciendo que el joven de ojos verdes se detenga en seco.
—¿Qué hay? —pregunta Baker con cierto nerviosismo, pensando que tal vez Haner es capaz de leerle la mente y, por ende, saber lo que estaba considerando hacer.
Para su fortuna, el muchacho de cabello oscuro no tiene idea. Él, más bien, ha estado bastante ocupado dedicándole pensamientos a otro asunto.
—En verdad lamento haberte dejado desayunar solo —dice, acercándose a la barra que divide la cocina de la sala y dejando una caja de pizza sobre ésta.
—No es nada —replica Zacky, dándose la vuelta. Su ansiedad es pronto reemplazada por sorpresa.
—Espero te guste el pepperoni. . . Y también espero que no hayas comido aún.
—Oh sí, está perfecto. Regreso en un momento.
Brian frunce el ceño mientras ve a su compañero perderse en la oscuridad de su habitación.
Pasó todo el día en un aula de la escuela en la que da clases entre semana, tocando la guitarra mientras trataba de descifrar el porqué se sentía incómodo junto a Zacky. Y no consiguió saber la razón. Sin embargo, meditó lo suficiente para estar consciente de que no podría huir del problema para siempre y que sería mejor tratar de al menos ser su amigo.
Es por esto que, en cuanto comenzaron a cerrar el campus, decidió ir por algo de comer y llevarlo de vuelta a casa.
—Por cierto, me pareció escuchar tu teléfono sonando hace unos minutos —advierte Zacky, caminando hacia la cocina y tomando un par de platos antes de unirse a su compañero en la sala.
El músico maldice en silencio, esperando que no tuviera mil llamadas perdidas de sus amigos. Porque, seguramente, asumirían que él no atendió el celular por estar haciendo... cosas.
—En un momento lo reviso —dice Brian, abriendo la caja sobre la mesa del centro.
Baker toma la primera rebanada de pizza, recargándose en el respaldo del sofá individual que ocupa.
—¿Qué tal te fue? ¿Llegaste muy tarde? —pregunta, dando la primer mordida a su comida.
—Oh... No, en realidad no —responde Haner, quien había olvidado por completo la excusa que dio por la mañana con el fin de salir rápido de aquel lugar— ¿qué hay de ti? —añade, esperando que no deba responder más preguntas de manera deshonesta.
—Pues... he estado buscando un nuevo equipo al cual unirme para un campeonato nacional.
—¿En serio?
—Sí, sólo que no he tenido mucha suerte.
—Pero... ¿eres muy bueno jugando videojuegos, no?
Zachary ríe, negando con la cabeza mientras coloca su plato en la mesa, junto a la caja de pizza.
—Bueno, no en todos los juegos —admite, sonriendo de lado.
—Hey, no puedes ser el mejor en todo. Estoy seguro de que encontrarás algo pronto —reconforta Brian con una sonrisa.— ¿Quieres algo de tomar? —añade, levantándose de inmediato y caminando hacia la cocina.
—¿Podrías traerme un refresco de manzana del refri, por favor?
—Claro.
La sonrisa de Zacky se amplía mientras escucha a Haner abrir el refrigerador.
Se siente orgulloso.
No sólo porque está logrando hacerse amigo de él.
Sino, también, porque no está dejando que la ansiedad lo arrastre a la parte oscura de su mente.
—¡Piensa rápido! —Grita Brian, lanzándole la lata de refresco, tomándolo por sorpresa.
Zacky hace todo lo posible por atrapar el objeto que viaja directamente hacia su cara. Sin embargo, lo único que logra es desviar el cilindro de aluminio con su brazo, provocando que caiga directo en su entrepierna.
—Sólo suelo pensar rápido en videojuegos —comenta Baker entre quejidos, levando ambas manos al lugar que impactó la lata.
La cara de Brian se vuelve completamente roja a la lejanía.
—En verdad lo siento, no era mi intención...
—No, está bien —responde con cierta dificultad, reacomodándose en el sillón.
—Lo lamento —repite el de ojos marrón, acercándose— la próxima vez te la daré en la mano —dice, riendo un poco al final.
Baker recibe la lata que Brian ha recogido del piso y, aún doliéndose, la deja junto a su plato en la mesa.
—Sí, eso sería mucho mejor.
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No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️
FanfictionEntre mis dedos escurre un líquido frío y la textura que sienten las yemas es tan inusual que me hace sentir en otra dimensión. Aire y un poco de saliva escapan mis labios para fundirse en un sabor completamente nuevo para mí. Desafortunadamente, m...
