No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

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Narra James

A pesar de que aún no somos grandes amigos, me duele ver a Zacky tan triste y preocupado.

Estuvimos esperando en el café Valenti a Brian, pero nunca llegó.
Justo antes de retirarnos, Baker nos dijo su buena noticia:

«Entré a una competencia de Rocket League»

Lo que significa que ha vuelto a jugar videojuegos de manera profesional. Nos contó un poco de cómo lo consiguió y, si bien fue un poco fortuito porque tuvo la ayuda de un amigo, sigue teniendo sus méritos.

La competencia se llevará a cabo en dos meses y, por supuesto, estamos invitados.

Zacky lucía un poco alegre al contarnos su logro; sin embargo, pude notar que la ausencia de Haner le molestó e incluso entristeció.

Ofrecimos llevarlo a su casa, esperando que Brian estuviera ahí.
La sorpresa es que el lugar está vacío.

—Ve a buscarlo —me dice Matthew antes de darme las llaves de su coche y entrar a la casa junto a Zacky.

Asiento de inmediato, entendiendo que él se quedará aquí hasta nuevo aviso.

Salgo de la casa y entro de nuevo al coche.
Estoy por encender el motor cuando me doy cuenta de que no sé en dónde demonios buscar a Haner.

Supongo que no soy tan buen amigo de él después de todo.

Intento llamarle un par de veces, pero no obtengo respuesta alguna.

Suspiro.
A pesar de que quisiera no encontrarlo ahí, me dirijo a uno de los bares que más solíamos frecuentar juntos.

Aparco el coche en la acera contraria al establecimiento.
Después, bajo con prisa del vehículo y me dispongo a buscarlo entre la multitud.

4 horas.
Me paso buscándolo cuatro malditas horas.

Estoy por regresar con Sanders y Baker cuando recuerdo la última vez que Brian salió con nosotros. Fuimos a The Crib y ahí habló con un chico que no conocemos.

Manejo hasta allá de inmediato y, efectivamente, el idiota está aquí.

Sin embargo, me llama la atención que esté ignorando por completo a las chicas alrededor suyo. Él luce completamente devastado. 

Me acerco después de alejar a varias personas con cuidado. Miro a mi amigo inclinado por completo sobre la mesa, su cabeza descansando justo a un lado de un vaso con whiskey.

—Hey, Brian. Vamos a casa —digo con firmeza, recargando mi mano en su espalda.

Él se levanta de un susto; al parecer se encontraba dormido.

—No quiero ir a casa —responde, alargando cada sílaba.

—Bien, te llevaré a la mía. Vamos.

Haner está por argumentar algo más, pero sabe que no puede quedarse aquí en las condiciones en las que se encuentra.
No me importa pagar la cuenta, pues así no tendré la tentación de embriagarme y romper la promesa con Zacky.

Salimos con dificultad del establecimiento y lo recuesto sobre los asientos traseros antes de ocupar mi lugar adelante.

Le mando un mensaje a Matthew diciendo que al fin encontré a Brian y que lo llevaré a mi casa.
Después, enciendo el auto y manejo por las desoladas calles de California.

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Narra Zacky

Despierto y miro la pantalla de mi teléfono, esperando que todo lo que ocurrió anoche haya sido sólo un sueño.
Desafortunadamente, no lo fue.

Brian prefirió ir a no sé donde en lugar de llegar a festejar con nosotros.

Supongo que debí decirle al menos de qué se trataba la reunión, pero pensé que yo le importaba lo suficiente como para que estuviera ahí.
Ahora veo que no es así; aunque me considera su mejor amigo, Haner parece despreciarme sobre fiestas y alcohol.

Tristemente, sabía muy dentro de mí que lo anterior era cierto incluso antes de que todo esto ocurriera.

—¡¿Zacky?! —exclama Matt con sutileza al otro lado de la puerta de mi habitación.

Me levanto sin mucho ánimo y abro la puerta.
Sanders me mira con preocupación evidente en sus ojos claros.

—¿Qué ocurre?

—Date un baño y arréglate. Iremos a desayunar —dice con firmeza.

No estoy de humor, pero sé que no aceptará un "no" por respuesta.
Asiento antes de cerrar la puerta y preparar mis cosas.

Trato de mantener mi mente en blanco hasta que estoy listo para salir junto a Sanders y lo logro.
Sin embargo, los pensamientos respecto a Brian reaparecen en mi mente cuando nos encontramos caminando en silencio hasta el restaurante de comida rápida más cercano.

Afortunadamente, ahora tengo a Matt de mi lado y él parece entender un poco la situación; al menos la parte que le he contado. Así que se esfuerza por mantener una conversación ajena a todo aquello que pueda nublar el día soleado.

—Yo odiaba las hamburguesas cuando era niño —dice mientras leemos el menú del establecimiento—. Un amigo dijo que la carne que usaban era de roedores y desde entonces me daban asco. ¡Ni si quiera sabía qué eran los roedores!

Su sonrisa es contagiosa.
Si bien las anécdotas que cuenta no son las más divertidas, son lo suficientemente entretenidas para mantener mi atención.

Fue un grande error fijarme en mi estúpido roomie. Sin embargo, las amistades que he encontrado en segundo plano valen la pena. Incluso tomando en cuenta el hecho de que mi corazón se rompió un poco anoche.