No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Elizabeth Birchall | 32

Narra Zacky

No había notado que me había quedado mirando fijamente a una persona, completamente inmerso en mis pensamientos, hasta que ella se encuentra caminando hacia mí.

Sacudo la cabeza y doy media vuelta. Desafortunadamente, es muy tarde para huir de la situación.

-Hey -dice una joven detrás de mí, colocando su mano sobre mi hombro para evitar que pueda escabullirme entre la gente hasta entrar al auditorio.

Ella avanza hasta ponerse frente a mí.

-Hola -saludo con un poco de nerviosismo mientras mi ansiedad crece de a poco.

-Tú conoces al profesor Haner, ¿cierto? -pregunta, levantando una ceja mientras juega con un mechón de su cabello.

-Sí, somos amigos, ¿por qué?

-¿En serio? No pareces ser de su tipo. -Al notar mi confusión, la joven ríe-. Disculpa, es que él es un idiota y tú en realidad pareces muy lindo.

-Disculpa, ¿tú eres...?

-Elizabeth Birchall, un gusto -responde mientras estrecha mi mano, confirmando mis sospechas.

-¿Eres su alumna?

Ella frunce el ceño, pero no tarda en aclarar-: fui su alumna, hace un año más o menos. Tal vez no me recuerde -añade con una sonrisa.

-Entiendo -digo al asentir un par de veces, sintiendo cómo todo se vuelve un poco incómodo.

-¿Te gustaría ir por un café? -pregunta de la nada, tomándome por sorpresa.

-No, no. Le prometí a mi amigo que vería la presentación.

-Ah, ya veo. Será en otra ocasión, entonces. Te daré mi número. —Extiende su mano frente a mí para que le dé mi teléfono.

Aunque no quiero hacerlo, un gran defecto mío es que no sé cómo decir que no en situaciones como esta.
Nunca en mi vida le llamaré, pero no me siento del todo bien con darle mi número al crush de la persona con la que se supone estoy saliendo.

Finalmente, le doy mi celular y permito que registre su contacto.
En cuanto termina, me regresa el dispositivo y se despide con un beso en la mejilla antes de alejarse.

Me quedó mirando el nombre con el que decidió guardar sus datos: Ela 😘

Estoy por borrarlo cuando una llamada entra al teléfono; es Matthew.

—¿Qué hay, Matt? —pregunto en cuanto atiendo la llamada.

—Hola, Zacky. ¿Todo bien? James y yo quisimos venir a visitarlos, pero creo que no están en casa.

—Eh, no. Salimos a hacer unas compras y la verdad no sé cuánto tardemos –respondo de inmediato, deseando que Sanders no note que miento.

—La próxima vez les llamaré antes de salir.

—¿Por qué no le llamaste a Brian? —pregunto mientras entro al auditorio y busco un lugar.

—Aún estoy un poco molesto con él. No sé cómo tú pudiste perdonarlo tan fácilmente —admite con cierto enojo.

Sonrío de inmediato al recordar la razón por la cual lo perdoné tan fácilmente.

—Tal vez soy muy buena persona.

—Hey, si te vuelve a hacer algo similar, me dices.

Me quedo en silencio tras escucharle.
Hasta donde sé, Haner no les ha contado; así que probablemente no pueda recurrir a Sanders cuando algo pase.
Lo cual me recuerda que tampoco puedo llamarle a Laurie, a menos que quiera que me regañe durante una hora entera.

—Gracias, Matt.

—No hay de qué, Zacky. Bien, dejaré que sigas en tus compras.

—Claro, hablamos luego —cuelgo el teléfono una vez que me he ocupado un lugar.

Cierro todas las aplicaciones de mi celular sin prestar mucha atención y lo bloqueo antes de guardarlo en el bolsillo de mi chamarra.

Suspiro y miro a mi alrededor.
La mayoría de los presentes parecen ser padres de familia, lo cual me hace sentir un poco fuera de lugar.
Sin embargo, el recordar las veces que acompañé a Brian en los ensayos me hace sentir más cómodo.

De pronto, todos mis pensamientos giran en torno a él y a el poco tiempo que hemos pasado juntos últimamente.
Desgraciadamente, he tenido que dedicarle muchas horas a las prácticas para la competencia que se aproxima. Llegué a pensar, incluso, que lo que ocurrió fue un simple impulso que sólo habría durado unos días. Para mi sorpresa, la actitud de Haner está mañana ha despejado casi todas mis dudas al respecto.