No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Confusión | 111

Narra Zacky

Froto mi rostro con ambas manos mientras me formo al final de la fila del bufet. El viaje con Bradley se me hizo realmente corto. Llegamos hace a penas unos minutos y lo primero que él decidió hacer es venir al área de comida.

Honestamente, habría preferido ir directo a la playa, pero no puedo culparlo de tener hambre después de haber estado esperando tanto tiempo por el transporte que nos traería aquí desde el aeropuerto.

—No entiendo por qué hay tanta gente formada desde ahora. Es muy temprano —comenta Hayes después de ver la hora en su reloj inteligente.

Me encojo de hombros—. Tal vez hay mucha gente a cualquier hora del día. Será mejor esperar ahora para desayunar algo de una vez.

—Oh mira, hay gente que se está saliendo —susurra, moviendo su mano para indicar que debo recorrerme hacia enfrente.

Hago como me indica y termino atrás de un joven como de mi estatura. Su cabello largo está siendo sujetado por una liga en una corta coleta, dejando ver un par de tatuajes.

Bradley ha comenzado a hablar sobre algo del trabajo, pero realmente no le puedo prestar atención por leer el tatuaje que se encuentra justo al centro de su nuca.

« Angel, take me far away »

—Cielo, ¿estás bien?

Me limito a asentir con la cabeza y dedicarle una sonrisa a mi novio. El tatuaje es sólo una coincidencia.

—Como te decía —continúa mi acompañante mientras la fila frente a nosotros comienza a avanzar.

Pronto descubrimos que la gran fila se ha formado porque el día de hoy comienza el festival del hotcake o algo así. Resulta que le dijeron esta información a Bradley cuando se ganó la rifa. Si yo hubiera sabido eso antes, no sé si habría accedido a venir.

Pero... Estamos a unas tres horas en avión de la ciudad en la que solía vivir hace varios años. Es imposible que este tipo del tatuaje se trate de él, ¿no?

—Me parece estúpido que haya tanta gente sólo por unos hotcakes —dice Bradley, sacándome de mí trance al ofrecerme un plato amplio.

Ya hemos llegado al inicio de la fila y pronto podremos elegir qué comer. Tras mirar a mi alrededor, noto que el tipo de enfrente se ha esfumado.

Suelto un suspiro de alivio. No sé por qué.

—Tal vez sean los mejores hotcakes del país.

Él hace una mueca de disgusto—. Podría ser, pero tampoco me parece necesario que haya un festival, ¿sabes? Dudo que haya alguien en este mundo que considere a los hotcakes su comida favorita.

Una risa nerviosa se escapa de mis labios.

—Bueno, no importa. Hay que darnos prisa para poder ir a ponernos el traje de baño y bajar a la playa antes de que el sol se vuelva insoportable.

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El día pasa tranquilo. Bradley ha contratado un tour de buceo mañana, así que hoy simplemente tomamos fotos en la playa y hacemos un triste intento por construir un castillo de arena.

Ahora que el sol ha sido reemplazado por la luna, nos encontramos regresando a nuestra habitación con un poco de alcohol en nuestros sistemas.

Una vez dentro, Bradley toma mi rostro entre sus manos y me besa cariñosamente. Sonrío ante el contacto, descansando mis manos sobre sus hombros.

Trastabillamos hasta llegar a la cama, donde me recuesto con cuidado. Mi novio vuelve a juntar nuestros labios mientras sus manos recorren mi piel por debajo de la camisa.

Mi cabeza me da vueltas. Especialmente cuando siento su respiración en mi cuello.

Cierro los ojos y enredo mis dedos en su cabello rizado, acercando su cuerpo aún más al mío.

Tal vez esto sea parecido a lo que ocurrió hace unas semanas en la fiesta. La gran diferencia es que ahora estoy muy consciente de lo que está ocurriendo.

Mi novio baja una de sus manos hasta mi entrepierna, provocando que un gemido salga de mi boca.

—Ah, Bri-ADLEY.

Abro los ojos de inmediato. Lleno de pánico, trato de encontrar su mirada para averiguar si se ha dado cuenta de que casi lo llamo por un nombre diferente.

Para mi fortuna, Bradley todavía se encuentra bastante entretenido besando mi clavícula.

¿Por qué demonios hice eso?
Seguramente sólo ha sido mi inconsciente que se ha acostumbrado a decir muchas veces ese otro nombre...

Suspiro. El efecto del alcohol se ha desvanecido por completo. Ahora me siento extremadamente fuera de lugar e incómodo.

—Oye, Brad —digo con dificultad, empujando su pecho gentilmente para crear espacio entre nosotros.

Sus ojos azules pronto me miran con desconcierto.

—¿Qué pasó, cielo?

—Perdón. Me siento bastante cansado por el viaje. Además, nos tendremos que despertar temprano mañana para ir a bucear.

Él junta sus labios hasta formar una delgada línea. Una vez más, se ha disgustado por mi repentino cambio de planes y no lo culpo en lo absoluto. Es sólo que no puedo continuar cuando mi cabeza parece estar en idiotalandia.

—Está bien, cielo. Hay que descansar —replica de manera monótona antes de levantarse de la cama.

Nos cambiamos a ropa más cómoda y encendemos el televisor antes de recostarnos para dormir.

Usualmente encontraba un cómodo refugio en los brazos de Bradley. Ahora siento como si simplemente no perteneciera a este lugar en absoluto.

Sacudo la cabeza.
No debo dejar que se creen ideas erróneas en mi cerebro.
He venido aquí a disfrutar de la playa con Bradley. Nada debería arruinar esos planes.