Kristen Seaman | 49

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Narra Brian

Aunque mi primer pensamiento es ir al mismo bar al que acudí cuando todo se arruinó con Lovatt, termino por molestar a Johnny una vez más.

Afortunadamente, él no pregunta en lo absoluto por qué he llegado a su casa en la madrugada de nuevo. Si lo hubiera hecho, las lágrimas que había logrado reprimir hasta ahora se habrían escurrido por mis mejillas sin clemencia.

Me recuesto en su sofá una vez más y, en cuanto las luces se apagan, lloro en silencio hasta que el sueño reclama mi consciencia.



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—¿Desde qué hora dices que llegó?

—Como a las 3 de la mañana.

—¿Sabes qué pasó?

—No, pero se veía muy mal. Preferí dejarlo descansar antes de cuestionarlo.

—Tienes razón. Anda, ve a hacer tus cosas. Yo cuidaré de él.

—Muchas gracias, Jimmy...


¡¿JIMMY?!

Me caigo del sillón por despertar de manera tan abrupta. Miro a mi alrededor para asegurarme de que la conversación que acabo de escuchar no fue parte de mi sueño. Efectivamente, mi mejor amigo se encuentra cerrando la puerta principal de la casa de Seward.

Me levanto tan rápido como puedo, provocando que me sienta algo mareado por la falta de sueño—. James, ¿qué haces aquí? —pregunto, tratando de sonar lo menos preocupado posible.

Si Zacky le dijo, terminaré con más de un ojo morado.

Sullivan sonríe, sin embargo, calmando un poco mis pensamientos autodestructivos—. Johnny me pidió que viniera a cuidarte por un rato, él debe ir a buscar varias cosas en el centro —asegura, tomando un vaso con agua de la mesa del comedor y ofreciéndomelo junto con una pastilla.

Niego con la cabeza—. Estoy bien.

Él echa la cabeza hacia atrás después de soltar una fuerte carcajada—. Ojalá tuviera un espejo a la mano.

Pongo los ojos en blanco y paso mis manos frenéticamente por mi cabello hasta asegurarme de que se encuentra peinado de manera decente—. ¿Viniste a cuidarme o a burlarte de mí?

Él termina sus risas con un suspiro, dejando lo que me había ofrecido en la mesa al centro de la sala y sentándose en el sofá que yo ocupaba previamente. El hecho de que su rostro se ha tornado serio de la nada hace que tema hasta el punto que mis piernas se debilitan un poco.

Opto por sentarme a su lado mientras se toma el tiempo para explicar qué demonios sucede.

—Parece que anoche fue difícil para todos —dice con pesadez, fijando sus ojos azules en el piso.

Trago saliva mientras la ansiedad crece.

Vamos, es suficiente con perder la confianza de Baker; ¿en realidad debo lidiar con algo peor?

—¿De qué hablas? —demando saber con una voz débil y temerosa. No puedo aguantar más la incertidumbre.

Sullivan se acomoda en el asiento—. Matt recayó ayer en el alcohol.

—¿Qué? ¿Por qué? —pregunto, completamente incrédulo de lo que acabo de escuchar.

Mi acompañante traga saliva antes de levantar el rostro hacia arriba—. Encontró a Kristen mientras trabajaba.

Oh no.

Kristen Seaman fue la primera y única novia de Matthew. Antes de que fuera el chico musculoso que es ahora, él era bastante débil. Aunque no quiso contar la historia a fondo, sabemos que ella fue violada y lastimada justo frente a él por un grupo de hombres. Debido a su complexión, Sanders no pudo hacer mucho más que esperar a que ellos se fueran para llamar a una ambulancia.

La chica sobrevivió, pero nuestro amigo no podía vivir con el recuerdo de completa impotencia. Tras varios años de ejercicio compulsivo, Matt terminó por encontrar en el alcohol aquella seguridad que ningún gimnasio había logrado brindarle por sí solo. Se encargó de defender a unos desconocidos dentro del mismo bar que James y yo frecuentábamos. Aunque a nosotros no nos gustaba formar parte de ese tipo de riñas, decidimos apoyarlo antes de que fuera lastimado por los hombres que habían iniciado el pleito. Fuimos echados del bar, pero eso no nos detuvo de continuar buscando lugares a dónde ir para pasarla bien.

No puedo creer que el destino sea tan cruel como para ponerle pruebas tan difíciles.

—Tengo que verlo.

James baja la vista hacia mí—. ¿Seguro? —pregunta con los ojos rojizos.

Trago saliva—. Sí, vamos.

Mi amigo fue lo suficientemente considerado de traerme algo de su guardarropas para ponerme después de tomar una corta ducha. Le avisamos a Johnny por mensaje de texto que saldríamos.

Aunque la persona que menos habría deseado ver en este momento abre la puerta de la casa de Sanders, mantengo en mente la razón por la que estoy aquí.

—Yo ya me iba —afirma Zacky de manera monótona, saliendo al porche antes de que podamos entrar—. Está en su habitación —agrega y, sin mirar hacia atrás, cruza la acera para regresar a su casa.

James palmea mi hombro un par de veces, evitando que termine siguiéndolo. Desafortunadamente, aún no es momento de querer arreglar las cosas. Matthew necesita todo el apoyo posible.


No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora