Bloqueo | 105

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Narra Brian

—¿Cómo que no vas a poder ir con nosotros? —Le pregunto a Matt al teléfono en altavoz.

James se acerca con interés y se sienta junto a mí para escuchar la plática.

—Ya sabes que estoy ocupado en la oficina. Ni si quiera creo que me den un día de descanso.

—Podemos ir sólo un fin de semana.

Sanders continúa negándose—. Sí, pero no vale la pena ir tan lejos y sólo pasar una o dos noches por allá. Será mejor que vayan ustedes solos en esta ocasión.

—Pero todavía falta mucho tiempo, Maaatt

—Ya te dije que no. Si quieres mejor hacemos algo dentro de la ciudad.

—James, dile algo.

—A mí me agrada la idea de quedarnos dentro de la ciudad —comenta Sullivan traen encogerse de hombros.

Pongo los ojos en blanco—. No. El punto es despejarse un rato de nuestra vida común. Dudo que quedarnos aquí ayude mucho.

—Entiendo. El problema es que en verdad no creo poder hacer un viaje fuera de la ciudad por algo de tiempo.

—¿Ni si quiera nos vas a acompañar a la gira a fin de año? Creo que podría conseguirte un lugar al menos durante las primeras tres fechas.

Matthew duda por un momento. Un gran suspiro se escapa de sus labios antes de contestar.

—Bueno, quería decirles esto en persona. Pero ya que están de insistentes...

Miro a James con sorpresa. Parece que él tampoco tiene ni la menor idea de lo que está hablando nuestro amigo. Cuando volteo hacia enfrente de nuevo, noto que Sanders ya ha encendido la cámara de su teléfono, así que hago lo propio y recargo el dispositivo sobre el servilletero sobre la mesa para que la cámara nos enfoque a los dos.

—Ya suelta la sopa, Sanders —pide el de ojos azules con cierta desesperación.

Él ríe al otro lado del teléfono.

—Lo que pasa es que Tiana y yo estamos embarazados.

—¿Qué? ¿Desde cuándo? —Cuestionamos casi al unísono.

—No sé con exactitud. Creo que desde hace un par de semanas.

—Vaya, ¡felicidades! No puedo creer que serás el primero de nosotros en ser padre —dice Jimmy con una sonrisa incrédula.

—¡Yo tampoco! ¿Recuerdas que decíamos que Brian sería el primero y que tendría muchos hijos no planeados?

Un escalofrío recorre mi cuerpo ante la vergüenza de recordar a mi yo del pasado.

—Cállense. Yo nunca he querido tener hijos. Por eso siempre me cuidé —replico sin mucho ánimo.

Mis amigos sueltan una carcajada más.

—Es broma, Brian. —James me abraza de costado por unos momentos antes de regresar su atención a Matt—. Pero bueno, espero la invitación al bautizo y a la boda.

—A penas nos alcanza el dinero para sobrevivir. No creo que hagamos algún tipo de fiesta ni nada de eso.

—Si me eliges como padrino, te puedo financiar una pequeña reunión familiar al menos —comenta James.

—Interesante... ¿Qué hay de ti, Brian? ¿Qué ofreces? —pregunta Sanders con una sonrisa.

—Eh, no me interesa ser el padrino de nadie. Gracias.

No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora