Narra Brian
Miro la hora en mi celular antes de dejarlo sobre la mesa junto a mi taza con residuos de café.
Me levanto con cierta confusión y camino hasta la habitación de mi compañero de casa.
Dudo por enésima vez justo antes de golpear a su puerta con mi puño.
No quisiera despertarlo, pero ya está todo listo para su segunda clase de música.
Respiro profundamente.
Para mi fortuna, sin embargo, no hay necesidad de que encuentre el valor necesario para llamarlo, pues él pronto abre la puerta para salir de su cuarto.
Que yo esté justo a unos metros de él le toma por sorpresa.
—Estaba a punto de hablarte para que te levantaras —explico con una sonrisa al notar que, en efecto, Zacky se quedó dormido.
—Lo siento —se disculpa, rascando su nuca—, me quedé jugando hasta muy tarde.
—No te preocupes, ven.
Ambos caminamos hacia la cocina. Me ocupo de prepararle su café mientras él se sirve la porción de omelette que hice más temprano.
Nos sentamos a la mesa.
—Muchas gracias, Brian —dice Baker algo confundido—. No tienes que preparar el desayuno todos los días, ¿sabes?
—O sea que no te gusta cómo cocino.
—No, yo...
Río interrumpiendo a mi acompañante.
—Es broma —digo, encogiéndome de hombros—. No lo sé, sólo he estado de humor últimamente. Anda, aprovecha que estoy buenas.
Él come un poco, pero pronto se detiene para continuar hablando.
—Debo agradecerle a esa chica, ¿cierto?
Arrugo la nariz.
Tomo mi taza y bebo un sorbo de mi inexistente bebida mientras encuentro la respuesta adecuada.
—En efecto —digo, levantándome para evitar que Zacky sepa que me acabé el café desde hace un tiempo.
—¿Cómo se llama? —insiste, dejando su tenedor sobre la mesa y levantando la vista para hundirse en mis ojos.
Trago saliva.
Me odio por tener que mentirle a mi mejor amigo, pero me echará a la calle si sabe la verdad, estoy seguro.
—Elizabeth Birchall —respondo con firmeza.
Él sonríe.
¿Por qué sonríe?
—Me aseguraré de darle las gracias la próxima vez que la vea —concluye antes de agachar el rostro y continuar comiendo.
Abro los ojos de sobremanera. Eso NUNCA debe pasar.
¿Cuál es la probabilidad?
Me relajo un poco tras refugiarme en ese último pensamiento.
El universo es lo suficientemente grande como para juntar a dos personas que ni en sueños están destinadas a conocerse, ¿cierto?
—Como tú digas —susurro, colocando mi taza en el lavabo y mirando por encima del hombro de Zacky para ver cuánto le falta por terminar—. Iré a arreglar todo para tu clase —añado, a pesar de que hoy me levanté temprano para tener todo listo en cuanto mi compañero terminara de desayunar.
Salgo de la cocina y me dirijo a la sala.
Mi celular vibra en el bolsillo de mis jeans y lo saco para leer el mensaje que ha llegado; es de Kevin.
Me siento en un sofá con tranquilidad y respondo, avisando que no estaré disponible durante el próximo par de horas.
~KL
Hey, Grisey te extraña :(
~BH
Le llevaré croquetas por la tarde ;)
Por cierto, estaré ocupado dando una clase.
¡Hablamos luego!
Sonrío mientras bloqueo mi teléfono.
Sin embargo, un sonido me regresa a la realidad.
—No, Zac —Me levanto del asiento de inmediato al notar que mi amigo está por tomar la guitarra justo frente a mí.
Él se detiene y rasca su nuca con duda—. Pensé que ya podría empezar a conocer el instrumento y esas cosas —explica, su tímida sonrisa acompañada de una mirada apenada.
—Ah, sí haremos eso hoy. Sólo que esta es mi guitarra. Preparé esta otra para ti —informo, tomando la guitarra negra acústica más lejana a ambos. Le ofrezco el instrumento y él lo toma mientras frunce el ceño.
Río, acomodándome de vuelta en el sofá pero con la guitarra en mis manos.
—¿Por qué no puedo tocar esa? —pregunta con curiosidad, señalando la que sostengo.
—Me tomé la libertad de cambiar las cuerdas para que te sientas más cómodo —digo, comenzando a afinar la guitarra. Al notar que aún no comprende mi explicación, decido agregar—: Eres zurdo, ¿no?
Mi pregunta lo toma un poco por sorpresa.
No, no me lo había dicho. Pero, vamos, después de verlo jugar varias horas esa afirmación resulta bastante obvia.
—Gracias —dice, tomando asiento del lado contrario al mío y sosteniendo la guitarra con cierta incomodidad.
Levanto el rostro en cuanto termino la afinación. Nuestras miradas se encuentran y logro ver de nuevo aquel brillo en sus ojos, igual al que tenía cuando estuvo en el colegio para el que trabajo.
No puedo evitar sonreír. Me gusta ver esa pasión que puede tener la gente por la música. Más que eso, me agrada saber que puedo ayudar a desarrollar ese gusto que muy pocas personas llegan a sentir.
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Nota del autor.
¿Cuántos "amigo, date cuenta" necesita Brian en este momento?
Los leo <3
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No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️
फैनफिक्शनEntre mis dedos escurre un líquido frío y la textura que sienten las yemas es tan inusual que me hace sentir en otra dimensión. Aire y un poco de saliva escapan mis labios para fundirse en un sabor completamente nuevo para mí. Desafortunadamente, m...
