Rifa | 108

8 1 0
                                    


Narra Zacky

—¿Necesitas algo? —Le pregunto a Bradley mientras reviso la lista del súper.

Él niega con la cabeza, empujando el carrito por el último pasillo que tenemos que recorrer para llegar a las cajas.

—No, cielo. Ya he hecho las compras de la semana.

—Muy bien. Entonces vámonos.

Mientras me formo para pagar, a mi novio le llega una llamada al celular.

—Ya vuelvo, cielo —dice, adelantándose un poco para hablar en un lugar donde no haya tanta gente.

La cajera me atiende bastante rápido. Sin embargo, no puedo evitar pensar en lo tedioso y aburrido que se ha vuelto hacer las compras incluso cuando Bradley me acompaña.

Después de colocar todo de vuelta en el carrito y hacer el pago, me dirijo a donde mi novio se encuentra.

—Adivina qué —dice, guardando su teléfono en el bolsillo de su pantalón.

—¿Terminaste ese programa que tanto te estaba causando problemas?

—Ojalá —responde con un suspiro.

—¿Entonces?

—Nos ganamos el premio mayor de la rifa.

Ni si quiera logro actuar sorprendido. No sé cuántos boletos eran en total, pero era obvio que Bradley ganaría algo después de comprar tantos boletos. De todas formas me siento un poco emocionado al respecto.

—¿Cuándo sería el viaje?

—En una semana. Por favor, dime que aún te quedan vacaciones.

—Creo que sí. La temporada inicia en un mes y medio, así que no debería haber problema.

—¡Genial! —exclama con alegría, tomando mi mano para besarla—. El premio únicamente cubre tres días en el hotel, pero si quieres podemos quedarnos más tiempo.

—No lo sé. Estoy ahorrando para una computadora, así que no quisiera tener gastos innecesarios —admito con una sonrisa mientras comienzo nuestro camino al estacionamiento, aunque sé que eso no inclinará la balanza a mi favor.

Bradley resultó ser hijo del dueño de la cafetería donde lo vi por primera vez. Si bien su familia no es millonaria, él se puede dar muchos lujos al comprar cosas qué tal vez no necesita. Incluso ha llegado a ofrecerse a comprarme cosas a mí. Es por eso que tampoco me sorprende la proposición que hace a continuación.

—No te preocupes por eso. Yo me encargo.

Niego con la cabeza—. El calor no es lo mío.

—Vamos, ¿hace cuánto tiempo que no vas a la playa?

Miro mis brazos. Están tan pálidos que parece que nunca he estado bajo la luz del sol.

—No quiero que gastes en eso...

—Hey, llevamos varios meses de relación y no me has dejado regalarte nada. Al menos déjame consentirte en esta ocasión, ¿sí?

Sonrío estúpidamente ante su comentario. Supongo que no tiene nada de malo aceptar la oferta...

—Está bien, Bradley. Pero si el calor es insoportable te juro que me regreso al tercer día.

—Trato hecho. Hablaré al hotel más tarde para ver si hay disponibilidad.

·.¸¸.· 🎮 ·.¸¸.·

—¿Estás seguro de que no quieres que te invite a cenar? —Pregunta Bradley en cuanto terminamos de acomodar mis cosas en la alacena y el refrigerador.

—Tal vez en otra ocasión.

—Bueno, entonces me retiro. Nos vemos mañana.

Sin más, besa mis labios de manera breve y sale del edificio, cerrando la puerta detrás de él.

Respiro profundamente. No sé qué es, pero desde aquel suceso en la fiesta me siento algo extraño en su compañía.

—Lo estás evitando, ¿no es así? —Pregunta Marcus como si pudiera leerme la mente.

Me encuentro en el área común del edificio de departamentos donde vivimos todo el equipo. No es inusual verlo por aquí. Sin embargo, su repentina llegada me saca un susto.

—¿Qué? —Digo en cuanto logro incorporarme—. Claro que no.

—Ajá... —comenta con sarcasmo mientras busca una bolsa de papas en la alacena.

—Para tu información, iremos de viaje a la playa pronto.

—Eso es genial. Pero con esas vibras espero que las sombras no te sigan.

Pongo los ojos en blanco mientras él sacude mi cabello.

—No son malas vibras. Sólo que he estado algo cansado desde que salimos de fiesta.

—Es que sí te pasaste un poco con las bebidas.

—¡Y ni si quiera recuerdo qué pasó!

—Yo sólo sé que tenías la camisa más acomodada cuando regresaron los dos del baño. Y realmente no quiero saber nada más.

Cubro mi rostro con mi mano derecha.

—Sí me acuerdo que no pasó nada de lo que tú crees.

—Así que, ¿por eso lo evitas?

—Ya te dije que no lo estoy evitando. Necesito descansar, es todo.

—Bueno, pero si te veo conectado en el juego tendrás que invitarme algo de comer. ¿Estamos?

—Y si no me ves en línea tú me invitas algo a mí. Perfecto.




Nota del autor.

Maratón 2/3
Escribí tres capítulos en dos días. Ni yo puedo creerlo :')

No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora