Narra Zacky
—En verdad debo llevarte a conciertos de rock más seguido —concluyo a modo de broma después de confesarle a Brian que James grabó su presentación antes de venir a Phoenix.
¿Qué no debes ir a practicar hoy o algo así? —dice con algo de molestia, aunque una sonrisa amenaza por dibujarse en su rostro.
Río un poco después de besar su mejilla—. El torneo es mañana y pasamos casi toda la noche en prácticas, así que hoy sólo queda descansar —explico antes de suspirar de manera profunda y recostarme sobre la cama.
Brian niega con la cabeza un par de veces mientras retira las charolas de servicio. La habitación y las coloca en la mesa de noche, permitiendo que pueda estirarme y acomodar mi cabeza en las almohadas.
Él no tarda mucho en acostarse junto a mí. Me acerco a su pecho cuando su mano rodea mi torso, recargando mi frente contra su hombro y cerrando los ojos justo cuando su mano comienza a trazar caricias en mi espalda.
—¿Estás nervioso? —pregunta, de pronto, después de algunos minutos. Sus delgados dedos continúan enredándose en mi cabello, haciendo que me relaje aún más en sus brazos.
Niego ligeramente con la cabeza. Sin embargo, no limito mi respuesta a un movimiento que, tal vez, mi acompañante ni si quiera logró percibir—. No. El conocer en persona a mis compañeros y decirles lo que ocurrió la última vez que jugué de manera profesional ha hecho que me sienta más seguro de competir.
Él murmura en entendimiento sin separar sus labios antes de hablar—. Sé que les irá muy bien. Todos han trabajado bastante para ganar.
Sonrío ante sus palabras, tomando el orgullo y la alegría de su voz a pesar de que no expresó alguno de estos sentimientos abiertamente.
Supe que Brian me gustaba físicamente poco después de que nos conocimos. Nunca pensé que llegaría al momento en el que me encontraría acurrucado contra su cálido ser en algún hotel de Phoenix.
Permanecemos en silencio durante un tiempo hasta que él se aleja un poco y baja su mano hasta colocarla sobre mi brazo. Levanto el rostro, exigiendo una explicación a sus movimientos con mi simple mirada.
—No veas —pide con una amplia sonrisa en el rostro.
Entrecierro los ojos con sospecha, inseguro de si sus planes involucran algo raro o divertido—. ¿Qué tramas, Haner?
Él pone los ojos en blanco mientras toma una almohada y la coloca con cuidado sobre mi cara—. Te tengo una sorpresa y espero pueda inspirarte para mañana —acepta con una risa.
Me quejo un poco, pero no me muevo ni un centímetro para escuchar cada cosa que hace con detenimiento en un intento por adivinar de qué se trata su sorpresa. Desafortunadamente, no logro concluir algo antes de que sienta su peso sobre la cama de nuevo.
—¿Ya puedo ver? —pregunto con esperanza, colocando una mano encima de la almohada para retirarla en cuanto Brian me lo pida.
Mi acompañante aclara la garganta, haciendo caso omiso a mi pregunta al dejar que flote en el aire sin respuesta alguna durante un par de segundos.
Lucho por ser paciente y permanecer calmado durante un poco más de tiempo. Es por esto que ignoro por completo el hecho de que mi novio consiguió un ukulele y lo trajo en su viaje hasta que lo escucho tocar el primer acorde.
Retiro la almohada con entusiasmo. Aunque la música se puede disfrutar sin el sentido de la vista, la imagen de Brian tocando cualquier instrumento me parece la pieza de arte más bella del mundo —además de que el momento me parece extremadamente íntimo para ambos.
Él ríe al ver mi reacción, pero cierra los ojos para no distraerse al respecto y poder tocar la canción que ya ha iniciado.
Me cuesta poco reconocer la letra que canta, a pesar de que leí su libreta hace ya algo de tiempo. Recuerdo pensar que la había escrito para ese tal Lovatt. Ahora puedo estar más que seguro de que la escribió para mí; de otra forma no habría esperado para cantarla en mi presencia.
Mi sonrisa crece en cuanto el último acorde resuena en la habitación. Debo aceptar que no fue la presentación perfecta puesto que se notó que Brian no está acostumbrado a tocar el ukulele; sin embargo, ha sido más de lo que pude haber esperado.
Siento mi pecho inundarse de un cálido sentimiento en cuanto él me mira con algo de duda, esperando mi veredicto a la canción.
Lo abrazo después de quitar el instrumento de en medio con cuidado. Aunque no puedo expresar mi felicidad en palabras, intento hacerlo—: Me encantó. Muchísimas gracias.
Lo escucho suspirar con alegría antes de hundir su nariz en el hueco entre mi hombro y mi barbilla. Su respiración contra mi piel sólo aumenta la necesidad de permanecer en este momento hasta que mi vida se acabe.
—La escribí después de pasar un día contigo —explica, abrazándome con cariño—. Al principio pensé que la letra iba dirigida hacia Kevin, pero luego me di cuenta de que no era en él en quien pensaba mientras la componía. Eres tú quien ha hecho que el sol salga para mí de nuevo; siempre has sido tú.
ESTÁS LEYENDO
No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️
FanfictionEntre mis dedos escurre un líquido frío y la textura que sienten las yemas es tan inusual que me hace sentir en otra dimensión. Aire y un poco de saliva escapan mis labios para fundirse en un sabor completamente nuevo para mí. Desafortunadamente, m...
