No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

31 de mayo | 33

Narra Brian

—Esa canción, ¿era la que planeabas presentar desde el inicio? —pregunta Zacky después de revisar un par de veces el menú del restaurante.

Me calma un poco saber que eso ha sido lo que lo ha mantenido en silencio y pensativo desde que salimos del colegio en lugar de cualquier otra cosa que haya podido ocurrir antes de nuestro encuentro.

—No —respondo con sinceridad, bajando la mirada.

Considero contarle toda la historia. Sin embargo, una mesera se acerca a tomar nuestra orden antes de que pueda abrir la boca de nuevo.

—Buena tarde, ¿desean ordenar?

Pedimos nuestra comida y terminamos olvidando aquel asunto; pues él mismo comienza a elogiar a las presentaciones que más fueron de su agrado.
Contrario a lo que esperaba, la luz en su mirada no parecía tan deslumbrante como en las otras ocasiones que me acompañó a ver los ensayos, lo cual me hace preguntar si él esperaba que le dedicara una canción o algo parecido.

Aunque así lo deseaba, iría en contra de los objetivos del show, que era presentar los talentos y habilidades de los involucrados. Si bien tocar un cover habría hecho la situación más memorable para nosotros, me habrían llamado la atención por no haber tocado algo original.

Nuestra comida llega después de un rato. Entonces, decido dejar atrás lo ocurrido y enfocarme en solucionar lo que me ha quitado el sueño últimamente.

Miro al frente y sonrío al ver lo mucho que mi acompañante está disfrutando de la comida. Sus mejillas se han ruborizado por el calor que emana del platillo caldoso frente a él, lo cual le hace ver aún más tierno.

—Zack —digo de la nada después de un rato.

—¿Qué pasa? —pregunta con curiosidad en cuanto pasa el bocado que recién había ingerido.

—Quiero que esto —inicio, señalándolo con mi dedo índice antes de colocar mi pulgar sobre mi pecho—, sea lo más formal posible, si es que así lo deseas.

Él sonríe de inmediato y muerde de manera inconsciente su labio inferior, haciendo que me sienta un poco... Incómodo.

Aclaro la garganta mientras miro hacia un costado en un intento por mantener mis pensamientos en el lugar correcto.

—¿Hablas en serio? ¿Planeas decirle a todo el mundo al respecto?

Trago saliva.
Sé que me costará demasiado, pero es algo que debo hacer tarde o temprano; no puedo huir de una situación así para siempre y menos si quiero ser feliz con una persona.

—Sí —asiento, esta vez reencontrando su mirada para asegurarle que hablo en serio.

Baker se queda en silencio, como si estuviese pensando a fondo su respuesta.
A pesar de que muero por dentro mientras espero a que me diga algo, intento mostrar tranquilidad. La tensión y el nerviosismo aumentan conforme el silencio crece entre nosotros, pero debo tenerle la mayor paciencia del mundo.

Si él quiere tener una relación formal, está perfecto.

Si quiere ser sólo un amigo con derechos, no me quejaría.

Si no quiere ser algo en lo absoluto, probablemente deba encontrar un nuevo lugar dónde quedarme porque vivir con él sería una pesadilla.

—¿Cómo supiste que era gay? —cuestiona con la cabeza agachada, susurrando a penas la última palabra como si se avergonzara de ello.

Frunzo el ceño.
A pesar de que lo que ha dicho es lo que menos esperaba, me apresuro a dar la respuesta más sincera.

—Yo no lo sabía, bueno, no estaba seguro. Me di cuenta de que me gustabas y sólo me arriesgué a recibir un beso o una fuerte cachetada esa noche.

Mi comentario transforma por completo la expresión de su rostro pues ahora ríe de nuevo.
Suelto el aire que había mantenido en mis pulmones al ver su reacción. Sin embargo, vuelvo a molestarme conmigo mismo por permitir que él pueda controlar mis emociones por completo.

—Habría sido divertido haberte dado una cachetada. —Su confesión me saca de mis pensamientos y me contagia de su alegría con el sarcasmo que denota.

—Sé mi novio —digo sin pensarlo.

Sus ojos se abren ante mi petición y el silencio regresa.
El hecho de que lo tenga que pensar durante tanto tiempo hace que me arrepienta de haber tocado el tema en un inicio.
Sin embargo, una sonrisa no tarda en trazarse en su rostro.

—El día 31 de un mes es el peor para declararle tu amor a alguien, ¿sabes? ¿Cómo celebraremos el tiempo que hemos estado juntos los meses que tienen menos de 31 días?

Pongo los ojos en blanco, pero mantengo la sonrisa.

—¿Eso es un sí? —insisto, pensando que mi estúpido cerebro no me dejará dormir a menos que obtenga una respuesta definitiva por parte de Zacky.

—Por supuesto.

N/A

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