No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Malas decisiones | 47

Narra Zacky

—¿Ya me podrías decir qué esperamos? Se hace tarde —comento con molestia, alejándome un poco del balcón y volteando a ver a mi acompañante.

Elizabeth se encoge de hombros—. Tú fuiste quien vino a mí por respuestas. Tranquilo, no debe faltar mucho para que las obtengas.

Suspiro y vuelvo a recargar mis codos sobre el grueso barandal de madera, admirando la fiesta a la lejanía.

Me siento muy ansioso. No sólo por lo que ha dicho Bosak, sino también porque siento que no he tomado la decisión correcta.

Brian me pidió que confiara em él, pero no podía quedarme de brazos cruzados. Sin embargo, olvidé por completo que hoy sería la fiesta de su ex. Aunque sé que he caído en el juego que planeaban, siento la ligera curiosidad de saber lo que ocurrirá.

Además, estoy seguro de que Haner no vendrá. Él no tiene algo qué hacer aquí hoy y eso puede ser mi boleto de salida; Elizabeth probablemente moriría antes de dejarme ir.

Miro mi teléfono mientras el tiempo sigue avanzando.

De pronto, Elizabeth se levanta de la cama al centro de la habitación detrás de mí y se apresura a salir al balcón.

—Ya es hora —dice con cierto entusiasmo, colocando su dedo índice sobre sus labios para advertirme que no diga palabra alguna antes de explicar en susurros—: Zacky. Sé que no empezamos de la mejor forma, pero me tomé el tiempo de planear esto para demostrarte la clase de persona que es Brian.

Trago saliva con dificultad al ver a la persona en cuestión acercarse a la piscina con desconcierto. Quiero hacerme notar, pero no logro entender por qué ha venido.

Niego con la cabeza en cuanto una chica en traje de baño de dos piezas se acerca a él. Aprieto el barandal con fuerza entre mis dedos cuando ella toma su mano y lo lleva hasta el otro extremo del jardín, pasando entre varios jóvenes borrachos.

—Cualquier cosa que intentes probar, no pasará —comento, tratando de calmar mis propios sentidos más que con la intención de convencer a Elizabeth de que está equivocada.

Ella se recarga en la madera, observando fijamente al par de personas que parecen olvidarse del resto del mundo.

—Yo no estaría tan segura —responde con duda. Aunque no la veo, sé que está sonriendo. Su maldito plan se está llevando a cabo justo frente a mis ojos y no quiero ni pensar lo que habría ocurrido si no hubiera decidido venir a hablar con ella hoy—. Ella es Karla White, la estudiante favorita del profesor Haner —informa mientras desbloquea su celular y me muestra un par de fotos.

La cara de Brian no puede ser vista debido a la perspectiva de la cámara, pero sé que es él quien está con esa chica en cada foto. A pesar de que desconozco el contexto, el rostro de Karla expresa lo suficiente para comprender algo de lo que estaba ocurriendo.

Giro la cabeza, el enojo ganándole a la ansiedad—. ¿Por qué te creería? —argumento, soltando mi agarre de la madera y dando un paso atrás.

—Después de lo que Brian le hizo a mi mejor amigo, no puedo permitir que siga lastimando a las personas que lo aman —responde con pena fingida—. No te merece, Zacky. Él es un patán, tan sólo mira lo que hace cuando cree que no lo ves.

Dirijo mis pupilas hacia el lugar que sus delgados dedos señalan, pero el dolor en mi pecho me impide quedarme mirando lo que sucede en la distancia.

Aunque no lo atestiguo, puedo ver a Haner besando a aquella chica mientras la toma de la cintura. Sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos al bajar las escaleras.

El que mis ojos se llenen de lágrimas no es impedimento para que camine entre la gente y salga a la mayor velocidad posible del lugar.

Recuerdos me lastiman como afiladas cuchillas, puesto que ya antes había pensado lo último que escuché por parte de Bosak. Muy dentro de mí sabía que era un error dejarme llevar y enamorarme de Brian Haner.

Me detengo al llegar a la avenida, puesto que no sé con exactitud a dónde ir.

Definitivamente, mi casa es la peor opción.

Matt sólo se molestaría con Brian e iría a buscarlo.

No sé dónde vive Jimmy...

Sacudo la cabeza para tratar de pensar más a dónde ir y menos en las malas decisiones que he tomado para llegar a este punto. Sin embargo, me cuesta bastante trabajo cuando justo la voz que deseo ignorar grita mi nombre a la lejanía.

—¡ZACKY!

Mis músculos se paralizan al escucharle, pero recobro mis sentidos en cuanto detecto los pasos de Brian acercarse a mí. Miro hacia ambos lados antes de cruzar la avenida.

No importa si debo pasar la noche en un hotel; no quiero ni ver su cara.