Melodía | 38

97 20 5
                                        

Narra Brian



—Luces más feliz últimamente. —La voz de Kevin hace que quiera huir del salón lo más rápido posible.

Levanto el rostro. Lovatt se sienta en el pupitre más cercano a mi escritorio y acomoda sus lentes sobre su nariz.
—¿Tú crees? —cuestiono, tratando de hacer caso omiso a su presencia para terminar de revisar los proyectos frente a mí lo más rápido posible y así poder irme.

—Bueno, sólo te he visto un par de veces desde aquella tarde que salimos, pero sin duda hay un cambio significativo.

Trago saliva. Intento no tener recordar la última vez que platicamos.
—¿Qué haces aquí?

Él ríe, inclinándose sobre la mesa.
—La próxima semana tendré una cena de despedida.

—Felicidades —replico con la mayor frialdad posible.

Él fue quien me rechazó, ¿ahora pretende intentar algo de nuevo?

—Quisiera conocerlo. —Kevin ya se ha levantado y ha puesto su mano sobre la mía con delicadeza.

En cuanto siento el contacto con su piel, retiro mi mano de manera sutil.
—No.

Bufa—. ¿Ni si quiera lo consultarás con él?

—No tendría por qué hacerlo —concluyo con irritación mientras guardo mis cosas.

Él aprieta los labios y asiente un par de veces.
Espera con paciencia a que haya guardado todo. Habla de nuevo hasta que he llegado a la puerta de la habitación,
—Tendré que invitarlo personalmente.

Me detengo un par de segundos, pero decido no desperdiciar más mi tiempo aquí.
Deseaba algún día contarle a Zacky todo lo relacionado con Kevin Lovatt, pero no esperaba que sería obligado a hacerlo.

Tomo el primer bus de regreso a casa y me apresuro para llegar lo antes posible, manteniendo en todo momento las últimas palabras de mi ex en la mente.

¿Qué demonios planea? ¿Venir a mi casa a tomar un café con mi nueva pareja mientras no estoy y hacerme ver como la peor persona del mundo?

Entro con prisa a la casa. Sin embargo, mi pánico es pronto reemplazado por curiosidad.
Cierro la puerta con cuidado, esperando que mi único acompañante no haya escuchado mi llegada.

Camino lentamente hasta la puerta de mi habitación. Entonces, mis ojos atestiguan lo que mis oídos ya habían registrado.
Zacky se encuentra sentado sobre mi cama con la guitarra que arreglé para él en su regazo. Parece estar demasiado concentrado tratando de atinar a notas específicas, así que me acerco para dar algunos consejos.

—Intenta tocar la tercera cuerda en el quinto traste.

Mi voz hace que dé un pequeño salto y sujete la guitarra con fuerza.
—Brian, regresaste más temprano —dice con cierta ansiedad.

Me siento junto a él y le doy un beso en la mejilla.
—Intenta lo que te dije —insisto, haciendo que su atención vuelva al instrumento.

Él aclara la garganta mientras posiciona sus temblorosos dedos en los trastes correspondientes.
Después, sin advertirlo, toca con algo de torpeza una corta melodía. Sigue mi consejo y agrega la nota que sugerí al final.

—Es todo —concluye con una tímida sonrisa.

—Mírate. Cuando comenzaste a practicar ni si quiera sabías cómo sujetar la guitarra —exclamo con una amplia sonrisa y orgullo genuino.

—Tuve al mejor maestro —replica con una risa—. Perdón por tomar tus cosas sin pedírtelo —agrega mientras coloca el instrumento en la base correspondiente a un lado de la cama.

—Oye, mientras la guitarra tenga las cuerdas en orden para cuando tú la toques, puedes utilizarla cuantas veces quieras sin tener que decírmelo.

—Gracias.

Le doy un corto beso en los labios antes de levantarme.
—¿No deberías estar jugando?

Baker también se pone de pie.
—Austin tuvo algunos problemas de conexión y decidimos terminar antes hoy. ¿Quieres salir a cenar? Yo invito.

—No —respondo de manera apresurada. Debo hablar con él y tal vez no podría hacerlo en un lugar público—. ¿Podemos sólo pedir una pizza? Estoy algo cansado.

—Está bien.

Zacky sale del cuarto para ordenar la comida.
Miro hacia la guitarra que justo acaba de desocupar y la tomo después de un rato.

Aunque las cuerdas están al revés, no me cuesta replicar la melodía que él pretendía tocar.
Me gustaría ponerla en alguna canción, pero la única que se me viene a la mente es justo aquella que le escribí a la persona que ha dificultado mi día.

Me detengo al notarlo y regreso el instrumento a su lugar.
Después, me uno a Zacky en la sala, quien se encuentra buscando alguna película en el televisor.

—Zack —digo, llamando su atención.

Él, al notar la seriedad en mi rostro, apaga la televisión y se enfoca en mí.
—¿Todo bien? —pregunta, dejando el control sobre la mesa en el centro.

Me siento sobre el sillón individual a un costado de dónde se encuentra Baker.
—Debo contarte lo que ocurrió el fin de semana de nuestro primer beso.

Él abre un poco la boca, se encuentra más que sorprendido.
—¿Te refieres al por qué no llegaste al café dónde acordamos vernos?

Asiento con la cabeza y respiro profundamente.
No sólo le contaré lo que pasó ese día, sino toda la historia que tuve con Kevin Lovatt.

No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora