Acusación | 10

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—Pensé que no vendrías —comenta un joven de ojos claros tras beber un sorbo más de la cerveza que sostiene firmemente en su mano derecha.

Brian niega con la cabeza, la sonrisa impecable que le acompañó desde que salió de casa aún en su rostro— Yo nunca me negaría a salir con ustedes, chicos —asegura, recibiendo la bebida que se le es ofrecida.

A decir verdad, Haner no está completamente seguro del por qué decidió aceptar la invitación a The Rib, un bar ubicado en una zona bastante concurrida.

Sin embargo, no deja que sus inquietudes amarguen el ambiente en el lugar.

—¡Debiste traer a Zacky! —reclama James, su voz delatando la gran cantidad de alcohol que ha ingerido ya.

Tras escuchar a su amigo, el músico toma la decisión de no beber más de una cerveza esta noche; pues, al parecer, sus amigos ya han bebido lo suficiente.

—No podía, tenía cosas qué hacer —miente, sentándose a la mesa junto a Sanders.

—¿Y bien? ¿Desde cuándo le tienes tanta confianza?

̶-̶D̶e̶s̶d̶e̶ ̶q̶u̶e̶ ̶d̶o̶r̶m̶í̶ ̶e̶n̶ ̶s̶u̶ ̶c̶a̶m̶a̶.

Brian tose un par de veces, alejando el pensamiento previo de su mente mientras intenta responder lo más rápido posible— Pensé que era algo urgente.

—Pero ni si quiera a mí me dejas tocar tu teléfono —argumenta Sullivan con los brazos cruzados.

—Tal vez te lo prestaría si no estuvieras de chismoso en mis conversaciones —replica el de ojos castaños con cierta agresividad.

—¡Vamos, sólo fue una vez! Además, tú no te ibas a atrever a hablarle a Ángela.

Haner pone los ojos en blanco, colocando la cerveza en la mesa frente a él y negando con la cabeza de manera lenta.

Los tres jóvenes continúan hablando sobre temas al azar durante varios minutos más; riendo, bebiendo, disfrutando de la vida hasta que esa felicidad se ve interrumpida por la sombra de alguien que, pensaban, había quedado en el olvido.

Justo Matthew acaba de abrir una botella de cerveza cuando nota a la lejanía un rostro conocido.

—Hey, Brian —susurra, golpeando a su amigo con su codo de manera suave.— ¿A caso no es él el chico que casi hace que te despidan del trabajo? —pregunta, moviendo la cabeza hacia una mesa al otro lado del bar.

Los ojos de Brian se abren ligeramente al procesar la pregunta.

Y es que simplemente no podría estar pasando.

No.

No debería estar pasando.

El terror fluye de manera más rápida a través de sus venas en el momento que su mirada fija en el muchacho se le es correspondida.

—Esperen aquí —pide con los ojos fijos en la persona causante de su inquietud.

Sus amigos se miran entre sí con confusión, encogiéndose de hombros justo después y obedeciendo las palabras de Haner; volviendo de inmediato al tema de conversación que Matthew había decidido interrumpir. Afortunadamente para Brian, ellos se encuentran lo suficientemente ebrios como para crear teorías conspiratorias que le involucraran con el chico misterioso, quien —de alguna forma— ha logrado apaciguar el fuego en su mirada.

Tras respirar profundamente un par de ocasiones, el músico finalmente toma el valor para distanciarse un poco más de su zona de confort y entrar en la oscuridad de un universo poco explorado.

—¿Qué haces aquí? —pregunta de manera fría y acusatoria.

El estudiante de cabello lacio, que estaba justo levantándose de su silla, voltea a verlo. Sus ojos, sin embargo no se esmeran por ocultar sus emociones.

—Estaba esperando a unos amigos, pero creo que sera mejor que regrese a casa —responde con honestidad, recogiendo su chamarra y vistiéndola mientras habla.

Sus palabras, sin embargo, caen en un agujero negro en cuanto abandonan sus labios, pues Brian ya había meditado la respuesta a su propia pregunta desde que decidió abandonar su asiento.

—Me estás siguiendo —afirma, considerando que ha sido bastante conveniente el encontrarlo a penas ayer por la calle y después verlo de nuevo en un lugar como ese—. Tú no frecuentas bares, te conozco.

—Piensa lo que quieras —replica Kevin con molestia, subiendo el cierre de su chamarra y saliendo del lugar, olvidando sus lentes sobre la mesa.








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Zachary talla sus párpados de manera brusca con las yemas de sus dedos, recargándose en el respaldo del sofá.

Al contrario de otros días, ha decidido pasar la tarde viendo alguna película que se estuviera transmitiendo por la TV.

Es por esto que se encuentra somnoliento junto a un bowl de palomitas de maíz cuando alguien toca a su puerta.

A regañadientes, Baker apaga el televisor y se levanta de su cómodo asiento con pereza.

—Zack. . . —dice Brian en cuanto la puerta se abre entre ellos— ¿Te molestaría si los chicos se quedan a dormir esta noche en la sala? —pregunta con pena, señalando con su pulgar arriba de su hombro hacia el coche aparcado detrás de él.

Zacky frunce el ceño, considerando la mejor respuesta a su petición durante un par de segundos.

—Adelante —sentencia finalmente, regresando al interior de su casa para recoger algunas latas de refresco regadas por el piso.

—Gracias —responde Brian antes de correr al automóvil.

Entre él y Sanders, que dejó de tomar un par de horas antes de salir de The Rib, ayudan a James a bajar y entrar a la casa, recostándolo en el sofá más cercano a la entrada con delicadeza.

Baker mira horrorizado el estado de sus recién conocidos amigos desde la cocina.

—Bien, tú te encargarás del desastre que hagan —dice en cuanto ha regresado a la sala, palmeando el hombro de Haner con su mano—. Me iré a dormir.












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Nota del autor.

PRRREEEEGUNTAAAAA: ¿Les gustaría leer capítulos donde la narración sea desde el punto de vista de un personaje en específico?

¡Agradecería muchísimo sus opiniones!

Espero les esté gustando la historia :D

Gracias por leer, dulces pesadillas ❤️

No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora