Emigrate | 64

64 11 3
                                        

Narra Brian

Pensé que sería un infierno vivir en la misma casa que Laurie. Sin embargo, no ha sido tan malo. Únicamente nos evitamos a toda costa o molestamos levemente cuando Zacky está practicando.

Aún no sé por qué regresó si todo parecía ir bien en Paris. Aunque, eso sí, desde que apareció por acá, no he escuchado hablar de ella en lo absoluto; ni en revistas ni en las redes sociales. Es como si su considerable fama se hubiera esfumado de la noche a la mañana.

Honestamente, considero que eso es sospechoso, pero no lo suficiente para crear un drama. Después de todo, es una gran amiga de Baker; debería confiar en quien él confía. Además de que prometí empezar nuestra relación desde ceros, cosa que aún sigue siendo verdad a ojos de Zacky.


—Prepárate, saldremos en una hora —avisa justo la persona en quien pienso, encontrando mi mirada perdida en cuanto entra a la cocina.

—¿A dónde? —pregunto en acto reflejo, olvidando la cucharada de cereal que aún tenía en mi boca y causando que la leche se escurra de la comisura de mis labios.

Zacky ríe y no tarda en limpiar delicadamente mi rostro con un trapo húmedo. Me siento avergonzado.

—Te pagaré por los Doritos que trajiste la semana pasada —anuncia con entusiasmo, acercándose al lavabo para enjuagar el trapo.

Empujó con cuidado el tazón sobre la mesa—. Sólo fueron un par de bolsas, no tienes qu-

—No, no, no. Tardarás más si sigues peleando.

—No estoy peleando. —Baker pone los ojos en blanco y me mira fijamente. Bien, ahora tal vez sí estemos peleando. Sonrío y niego con la cabeza—. Bien, tomaré un baño.

—¡Dime si necesitas ayuda!

Río en silencio y me preparo para esconderme si es que Laurie decide salir de su habitación en cualquier momento. De seguro estoy más rojo que los estúpidos Doritos que me metieron en este embrollo.

Decido vestir algo casual pero no muy informal. Tal vez debí preguntar a dónde vamos...

—¿Ya estás listo? —cuestiona mi novio en cuanto termino de ponerme una chamarra.

Decido salir sin responder previamente—. ¿Y bien?

—No sé por qué preguntas si siempre te ves bien y lo sabes.

Sonrío con satisfacción—. Sí, tienes razón. Sin embargo, preguntaba si estoy vestido acorde a la ocasión.

Zacky niega con la cabeza de inmediato, tomándome por sorpresa. ¡¿Es muy informal?!

—No te acercas ni un poco a la situación pero no creo que a la gente le importe y también estoy seguro de que nada en ese guardarropa te ayudará, así que vamos.

—Pero...

—Ya, anda. Te juro que no importa.

Entrecierro los ojos en un intento por analizar más fríamente la mirada de perrito triste de Baker, sin embargo, no funciona; termino rindiéndome en cuestión de segundos—. Bien, vamos.

Mi acompañante sonríe y toma mi mano—. Ya le dije a Laurie que regresaremos en la madrugada.

—¿¡Y el ensayo!? —pregunto tan preocupado que detengo mi andar.

—Hablé con tu representante y no sólo me permitió pasar toda la tarde contigo, sino que la idea le fascinó. Así que ya deja de poner 'peros' o te dejo con Laurie y voy solo —amenaza, jalando ligeramente mi brazo hacia enfrente.

Frunzo el ceño. ¿Por qué Sullivan pensaría que una cita con Zacky es una maravillosa idea y es mucho más importante que un ensayo cuando tenemos otra presentación en puerta?

Suspiro y decido calmar mis dudas para confiar de lleno en Baker.




·.¸¸.·♩♪♫ 🎮 ♫♪·.¸¸.·





—¿Estás seguro que es por aquí? —pregunto con curiosidad después de bajar del taxi. Al principio me cuesta en qué parte de la ciudad estamos; me distraje en el camino escuchando la historia de cómo Zacky consiguió su primer videojuego.

El ver el brillo en sus ojos recordando tan bello momento me emocionó tanto que incluso deseé haber estado ahí para atestiguar su felicidad. Ahora, por otro lado, me siento desconcertado. ¿Qué se supone que haremos en Diamant Center?

—Sí, estás justo frente al único recinto en la ciudad donde se han presentado artistas importantes —explica, como si supiera exactamente lo que estaba pensando—. Adivina quién se presentará esta noche.

Miro a mi alrededor en búsqueda de alguna pista. No es hasta que las grandes pantallas afuera del recinto cambian a la imagen promocional del show de hoy.

—¡¿Emigrate?!

Lo miro con incredulidad. Si bien no soy del tipo de personas que sigue a un artista o banda en específico, Baker dio en el clavo con la cita de hoy. Emigrate no es mi banda favorita, pero vaya que me encanta su música.

Mi acompañante sonríe y decide responder mostrando los boletos para el concierto en lugar de utilizar palabras.

Mis labios se separan por la incredulidad de lo que está sucediendo—. ¿Cómo...

—Tal vez irrumpí en tu habitación mientras estabas fuera ensayando para saber qué artista te gustaría ver en vivo —me interrumpe con algo de culpa en sus pupilas—. Sé que estuvo mal, pero quería que vivieras un concierto así para que proyectes esa energía en el escenario.

Siento un vuelco en el estómago.

Él no lo sabe, pero los únicos conciertos a los que he ido han sido en el conservatorio, en mi antigua escuela o en pequeños recintos donde sólo había jazz y gente tranquila.

Estoy por abrazarlo cuando recuerdo lo que sucede con las muestras de afecto en público. Entonces, me limito a colocar mi mano sobre su hombro y sonreír.

—Muchísimas gracias, Zacky.

No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora