No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Paz | 124

·.¸¸.·♩♪♫ Siete meses después ♫♪♩·.¸¸.·

Narra Brian

—Ya pueden pasar, chicos —anuncia Matthew con entusiasmo, manteniendo la puerta del cuarto para nosotros.

Miro a Jimmy, pero él ya se encuentra a medio camino.

Seremos los últimos visitantes del día de hoy. En realidad yo no estaba muy convencido de venir, pero no pude decir que no ante la insistencia de Sanders. Después de todo, Tiana ya ha descansado y ambos se han ajustado a la vida paternal después de un par de días del parto.

—Conozcan a Emily —anuncia la mamá con orgullo.

Yo mantengo la distancia. Creo que nunca he cargado a un bebé. Menos a un recién nacido.

Sullivan, por otro lado, ya se encuentra refugiando a la bebé entre sus brazos con cariño. Ella se mueve un poco. Parece no gustarle mucho la posición y lo hace notar con quejidos.

—Oh, ds tan adorable —dice el alto en un tono de voz que jamás le había escuchado usar, lo cual me hace reír.

La bebé reacciona a mi risa, mirándome fijamente en silencio. No puedo explicar lo que sucede en este momento

Sólo sé que la bebé ha sonreído y que yo he quedado flechado por esa pequeña creatura.

—Mira, Brian. Parece que le agradas.

—Sí, bueno. Yo le agrado a todo el mundo —respondo sin pensarlo, tratando de aparentar que mi corazón no late a mil por hora.

—¿Quisieras cargarla?

—No creo que sea una buena idea...

Ni si quiera me dejan terminar la oración cuando James ya se encuentra acomodando a la bebé en mi regazo. Debo ser muy cuidadoso. Sus dedos de las manos son tan diminutos...

—Parece que alguien logró ganarse al tío amargado —molesta Sanders con una amplia sonrisa en el rostro.

Quisiera negarlo, pero no puedo hacerlo cuando la pequeña Emily cierra sus ojos de nuevo, dispuesta a dormir. Realmente es tierna.

—No me gustan los niños. Sólo estoy haciendo una excepción por ti.

—Sí, claro. Ya puedes regresarla a la cuna, ¿sabes?

Pongo los ojos en blanco—. Bien, pero si empieza a llorar no es mi culpa.

Ellos ríen mientras regreso a Emily a los brazos de su mamá.

Cargarla ha sido una experiencia extrañamente agradable. Sin embargo, dudo que estos sentimientos duren por mucho tiempo. Tal vez sólo fue el impacto de la primera impresión... Sí, debe ser eso.

—Será mejor que dejemos a Tiana y Emily descansar —comenta Sullivan.

Aunque la nueva mamá expresa su desacuerdo, insistimos en salir de la habitación para no causar inconvenientes.

Una vez en la sala, nos sentamos a platicar.

—¿Cómo se siente, papá Sanders? —Pregunta Jimmy alegremente.

—No lo sé. Han sido tantas emociones... Me siento principalmente bendecido. A penas conozco a Emily y ya la amo de por vida.

—Creo que ha tenido ese efecto en otras personas también. ¿No es así, Brian?

—Ajá, lo que digan.

Mis amigos ríen al unísono.

—¿Estás seguro de que no quieres ser el padrino?

—Muy seguro. No quiero tener esa responsabilidad tan grande todavía.

—¿Serías el padrino de mi segundo hijo, entonces?

Niego con la cabeza—. Tal vez del quinto.

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Narra Zacky

Termino de guardar la ropa para bebé en la caja donde la mandaré a casa de Sanders junto con una tarjeta de felicitación. Me encantaría visitarlo, pero debo preparar todo para un torneo que se llevará a cabo en Suecia.

Es nuestro primer evento internacional, así que debemos dar lo mejor de nosotros para regresar con el trofeo.

Confirmo el domicilio por última vez con la que ha mandado Matt por mensaje. Me detengo un momento a ver la fotografía más reciente que me ha llegado de la pequeña Emily.

—¿Estás listo, Zack? —Cuestiona Marcus, quién me hará el favor de llevarme a la paquetería antes de ir a comer con otros amigos.

—Claro, sólo tomaré mi chamarra y listo.

—Vale, te espero abajo.

—Sí. No tardo.

Bloqueo mi celular tras verificar que la dirección a la que mandaré el paquete es correcto y tomo mi chamarra para salir del departamento.

Subo al auto de Marcus.

En cuestión de minutos ya he entregado el paquete para su envío y nos encontramos en camino a un restaurante a las afueras de la ciudad.

—¿Estás seguro de que no quieres dejar el regalo en persona? Podríamos hacer una pequeña excursión.

Niego con la cabeza—. No, Marcus. Quisiera concentrarme en el torneo por ahora.

—Entiendo. Es sólo que es una etapa muy importante para tu amigo y pensé que te gustaría acompañarlo.

—Tienes razón. Lo que pasa es que todavía no me siento listo para regresar, ¿sabes? —comento con calma—. Quisiera ir sin tener miedo de caer en aquel círculo vicioso de nuevo.

—Ya veo. Pero si llegamos a ir, necesito una foto con los integrantes de Successful Failure.

Pongo los ojos en blanco con una sonrisa—. Te va a salir caro.

—No me molestaría pagarte algunos dólares a cambio.

—¿Y si el precio es mi salud mental?

—Por eso digo que es una suposición. No te obligaré a hacer algo para lo que no estés listo sólo por unas fotos.

—Es lo mínimo que espero de un amigo.

Él ríe—. De nada, de nada.

La conversación termina ahí. Pronto nos olvidamos de todo eso, pues llegamos a la reunión en el restaurante y nos divertimos bastante jugando billar porque yo no sé jugar billar.

Me siento muy contento por cada experiencia que puedo vivir.

Después de tanto tiempo sintiéndome culpable por todo lo que no pudo ser, puedo decir que al fin me encuentro en paz.

Nota del autor.
No estoy al 100% contenta con este capítulo que básicamente es el cierre de la historia. Sin embargo, se viene una biblia en forma de epílogo y me siento mucho más satisfecha con eso.
Muchas gracias por leer. Esperen la última actualización de esta historia pronto <3