No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Nunca | 28

Narra Brian

Aún no puedo creer lo que ocurrió ayer por la tarde.
De camino a casa aún pensaba en lo último que escuché de Lovatt y, de pronto, entendí muchas cosas que me sucedieron con Baker.

Me agrada, me hace feliz.
Sus reacciones me hicieron creer que él sentía lo mismo, pero no fue hasta que juntó sus cálidos labios con los míos que lo supe con certeza.

Entonces, parte de mi terror se esfumó.

Pasamos el resto del día platicando de cosas sin sentido.
Me disculpé mil y un veces por mi estúpido comportamiento. Baker aceptó todas mis disculpas, así que acordamos en salir a desayunar para celebrar lo que fuera que haya sido la sorpresa —porque aún no quiere decirme.

Así que me arreglo como de costumbre y espero pacientemente en la sala a que Zacky salga de su habitación.

—Hey, Brian —dice desde el pasillo, acercándose.

Me levanto de inmediato, pensando que ya está listo; sin embargo, entra a la sala y me detiene.

—¿Qué ocurre?

Su cara permanece algo seria aunque sonríe.
—Creo que necesitamos aclarar un par de cosas —responde al fin, bajando la mirada.

Me siento culpable puesto que nunca definí lo que seríamos ni lo que él es para mí.
Y, si quiero evitar que Matt venga a partirme la cara, es más que necesario que establezcamos con claridad lo que está sucediendo aquí.

—Por supuesto —susurro antes de volverme a sentar.

Zacky se sienta al lado mío, subiendo su pierna en el sillón para mirarme de frente.
—¿Qué haremos si esto termina mal? —pregunta muy directamente, haciendo que lo mire con sorpresa.

¿Es eso en verdad lo que más le preocupa?
Supongo que, después de lo ocurrido antier, está consciente de que puedo llegar a ser un completo idiota, así que lo entiendo.
Pero hasta cierto punto me aterra tener que hablar al respecto. Es como si Baker intentara evitar lo que sólo yo tendría que evadir.

Permanezco callado, meditando mi respuesta.

Me conozco lo suficiente para concluir que, si termino haciendo algo mal, no habrá vuelta de hoja. Normalmente, mis acciones realizadas por impulso no dañan; destrozan.
Aunque me esforzaré por mantener a Zacky a salvo, sé que existe el riesgo de que esto termine de la peor forma posible.

—No volverás a saber de mí —digo de vuelta después de tragar saliva.

Sus ojos se encuentran con los míos de manera desesperada, como si se arrepintiera de haber preguntado y, al mismo tiempo, como si deseara que mis palabras fueran inciertas.

—Está bien —interrumpe el largo silencio, bajando la mirada con sus ojos ya cristalizados.

—Zacky —susurro con cariño mientras tomo su rostro con ambas manos y lo levanto con gentileza mientras me acerco a él—. No pienses en el posible final, ¿sí? Disfrutemos cada segundo.

No puedo evitar bajar la mirada hasta sus labios y luego de vuelta a sus irises que ahora lucen un poco más oscuros que de costumbre.

Asiente un par de veces, pero no se aparta de mí.

Acaricio su mejilla antes de deslizar mi mano derecha hasta su barbilla y separar sus labios con mi pulgar.

Estoy por besarlo cuando él se adelanta.
Contrario a lo ocurrido la primera vez, permito que él tome el control. El beso es un poco más rápido y profundo.

Empuja delicadamente mi cuerpo con el suyo hasta que mi espalda queda recargada completamente contra el sofá. Él se acomoda alrededor de mi torso mientras muerdo su labio inferior.

Abro un poco mis ojos al escuchar su gruñido contra mis labios.
Jamás imaginé que al tierno Zachary Baker le gustarían este tipo de cosas, pero no puedo negar que me encanta.

Esperaba que mi acción despertara un poco más en él, pero termina por descansar su frente contra la mía mientras recuperamos el aliento.

Coloca sus manos sobre mi pecho mientras lo observo.
Sus ojos permanecen cerrados durante un par de segundos más, permitiendo que disfrute esta parte de él justo antes de que vuelva a esconderse dentro de él.

Entonces, sus mejillas se tornan rojizas y se separa de inmediato de mí mientras murmura—: Lo siento, yo...

Interrumpo sus innecesarias disculpas al tomar su mano y acercar su cuerpo al mío otra vez.
—Nunca te disculpes por hacer eso.