No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️

Cómodo | 21

Narra Zacky

El sonido de algo chocando contra el piso me despierta. Sin embargo, el dolor en mi cabeza me obliga a permanecer inmóvil un momento.

Tomo aire con calma, llenando mis pulmones de un aroma poco familiar. Entonces, flashbacks de lo sucedido ayer aturden mis sentidos de la realidad.

Gruño contra la almohada debajo de mi rostro antes de darme la vuelta sobre la cama.

Matt y Jimmy me obligaron a acompañarlos a una fiesta porque Brian no les respondía.
Sabía que me llevarían de cualquier forma, así que acepté. Una vez allá accedí a beber una botella de tequila casi llena sólo para evitar que ellos siguieran haciéndose daño al cubrir sus preocupaciones con alcohol. Me trajeron a casa después de que me destruyeran en una partida de beer pong y... No recuerdo muy bien el resto.

Suspiro. Me tomo el tiempo suficiente para abrir los ojos. Miro a mi izquierda hacia el lugar en el que debería estar mi despertador, encontrándome, en cambio, con un vaso con agua y un frasco con medicina.

Me quito las cobijas de encima y me siento de golpe sobre el colchón, haciendo que mi cabeza dé vueltas.

Cubro mi rostro con ambas manos mientras logro incorporarme.
En cuanto mis sentidos regresan, bajo los brazos y recorro la habitación con la vista.
Estoy en el cuarto de Brian.

Siento mis mejillas sonrojarse, pero intento calmarme.
De seguro sólo quiso cuidar de mí mientras estaba en pésimas condiciones.
Supongo que debí pensar también en su reacción antes de beber demasiado.

Agacho la cabeza, encontrando una libreta justo a un lado de mi pie. Levanto el objeto con curiosidad y avanzo hasta el final.
¿A caso Brian estuvo componiendo anoche?

Llego a la última página y la pregunta anterior se repite en mi mente miles de veces tras leer el primer verso:

"Los días oscuros trajeron una interminable lluvia,
afuera en el frío perdí mi camino.
Pero las tormentas no duran mucho, limpian el aire
para algo nuevo.
El sol salió y te trajo a mí."

No, esto debió haberlo escrito hace días.

Cierro la libreta de golpe y la dejo sobre la mesa de noche, esperando que mi mente no termine por sacar conclusiones erróneas.
Tomo el frasco de pastillas y, después de leer la etiqueta, tomo una junto con toda el agua para evitar que mi cabeza siga matándome.

Me levanto lentamente y camino hacia la puerta arrastrando los pies. Cierro los ojos mientras abro la puerta para evitar que la luz del pasillo termine dejándome ciego por unos segundos. Sin embargo, después de abrir los ojos poco a poco, me doy cuenta de que no era necesario; Brian se ha encargado de mantener la casa con una luz tenue. Eso o ya son las 7 de la noche, lo cual lo dudo mucho.

Me dirijo hacia la cocina con el fin de servirme un poco más de agua y beberla. En cuanto acabo con el segundo vaso, lo dejo en el fregadero y camino hacia la sala.

Haner se encuentra algo ocupado conectando lo que parece ser la consola de Xbox que no he usado en varios meses.

—¿Quién te dio permiso de tomar mis cosas? —Mi voz suena mucho más rasposa de lo que esperaba, por lo que me arrepiento de haber aclarado la garganta después y no antes de hablar.

Él voltea de inmediato, luce como un ladrón que acaba de ser atrapado por la justicia. Río.

—Hey, pensé que despertarías un poco más tarde —explica, regresando a su tarea previa—. Pensé en arreglar la sala para una tarde de video juegos.

—Wow. . .

Lo miro conectar el último cable  a la televisión mientras camino hacia el sofá.

—¿Cómo te sientes? —pregunta, encendiendo la TV y sentándose junto a mí.

—Tan bien como se puede sentir un idiota después de beber demasiado —respondo con una sonrisa—. Gracias por atenderme, por cierto. Aunque no recuerdo mucho de lo que pasó cuando llegaste.

Él toma el par de controles de la mesa al centro y me da uno.
—Pues sólo pediste dormir en mi cuarto porque según tú era justo.

Ambos reímos, aunque me apena demasiado. 

—Espero no haber causado tanta molestia...

—Para nada —Me interrumpe—. ¿Qué quieres jugar?

—Tú elige.

Él aprieta los labios y entrecierra los ojos, tratando probablemente de elegir algún juego cooperativo y no sea uno contra uno porque terminaría pateando su trasero. Sonrío ante la idea. Me pregunto si le molestaría perder constantemente, parece ser de ese tipo.

—¿Gears of war? —dice, tomando la caja de la mesa frente a nosotros.

Asiento y espero a que inserte el disco.
Mientras el juego carga, él regresa a sentarse en el sillón y pregunta de la nada—: ¿Por qué lo hiciste?

Bajo la mirada hacia el control que sostengo entre mis manos. Noto que es justo el control que Laurie compró antes de saber que se iría a Francia, pero le resto importancia a esa memoria para enfocarme en la posible respuesta a la pregunta de Haner.

—Alguna vez platicamos al respecto y entendí que Matt y Jimmy salen de fiesta sólo para ignorar algunos asuntos personales —inicio, tomando una gran bocanada de aire antes de levantar el rostro hacia él. Sus pupilas me reciben con calidez, haciendo que me sienta extremadamente cómodo mientras continúo—: Así que quise hacer algo al respecto.

Sonríe de lado. Su expresión hace que mi corazón desee salir de mi pecho. Definitivamente, Brian es muy atento y comprensivo. ¿Cómo puede Laurie pedirme que me aleje de alguien tan lindo en muchos sentidos?

—No tenías que hacerlo, pero muchísimas gracias, Zack. Había planeado intentar ayudarlos pero nunca me atreví. No merezco tener un amigo como tú.

Siento mi sonrisa desvanecerse por un segundo y logro recuperarla de inmediato para no causar sospechas.

A este paso nunca me considerará como algo más que un amigo.
Supongo que Laurie está equivocada.
Já, ¿cómo pude si quiera considerar que su sospecha fuera cierta? Brian sería la definición perfecta de un hombre heterosexual con el corazón roto.

Me pregunto cuál sería su opinión respecto a los gays... Preguntarle no sería muy obvio, ¿cierto?

—¡Hey! —exclama, sacándome de mis pensamientos.

Sacudo la cabeza y dejo de mirarlo para poner atención al juego que acaba de empezar sin haberme avisado.