Friendzone | 12

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Narra Zacky

—¿Qué hay, Zac? —pregunta Brian en cuanto entra a la casa, el cansancio evidente en su voz.

Bajo mis pies del sillón lentamente y volteo a verlo después de apagar el televisor.
—Hey, ¿qué tal te fue?

Él suspira, dejándose caer justo a un lado de mí.
No sé si se recarga sobre mi brazo de manera intencional o no, pero prefiero quedarme callado e inmóvil.

—Zacky. . . —inicia, tomando una gran bocanada de aire antes de seguir— Si alguna vez le hiciste algo muy feo a alguien que en verdad querías, ¿crees que puedan perdonarte?

Lo volteo a ver de inmediato, pensando al principio que es una broma. Sin embargo, la seriedad y nostalgia en su rostro evidencian lo contrario.

Genial, pasé de ser su roomie a su consejero.
¿Hay a caso una peor categoría?

Aprieto los labios, repasando la respuesta que daré un par de veces en mi cabeza antes de expresarla.
—Si ella también te quiso, lo menos que podría hacer sería perdonarte —aseguro, dando lo mejor de mí para mantener una sonrisa en mi rostro.

Brian frunce el ceño y asiente un par de veces— Lo siento —susurra con cierta duda, haciendo que extrañe su roce al alejarse algunos centímetros de mí—, no he tenido el mejor día.

Me encojo de hombros, colocando el control de la TV sobre la mesa al centro.
—Está bien, no me molesta escucharte en lo absoluto.

Nuestras miradas se encuentran, haciendo que mi corazón aumente el ritmo de sus latidos. Sus irises castaños son como los de un niño que ha hecho una travesura y necesita confesarse ante su madre para dejar de cargar con la culpa.
A pesar de ello, Haner decide que puede sobrellevar el peso en sus hombros un poco más.

—Gracias —dice sonriente, nublando aquella genuina expresión en su rostro antes de cambiar el tema—. ¿Cómo te fue con los chicos? —su voz ha cambiado a una llena de curiosidad y entusiasmo en tan solo segundos.

El cuestionamiento y el cambio abrupto me hacen balbucear un poco antes de comenzar a relatar lo que hicimos Matthew y yo mientras Jimmy dormía justo en el sofá donde nos encontramos ahora.

Honestamente me la pasé muy bien. Sin duda alguna, fue un buen cambio salir un rato en lugar de haberme quedado encerrado en mi cuarto videojuegos.

—Sería divertido volver a salir a jugar con Matthew —concluyo, tratando de hacer implícita la invitación hacia James.

Sin embargo, mi intento es en vano, pues –al parecer– Brian entendió que sólo me gustaría jugar con Matt.
Esto lo deduzco por el par de centímetros que añade a la distancia entre nosotros y al brillo opacado en su mirada.

—Genial —dice, forzando una sonrisa—. Me alegra que te la hayas pasado bien.

Él gira el rostro hacia la pantalla negra del televisor, dándome la oportunidad de leer sus gestos y expresiones durante algunos segundos.

Está... ¿Celoso?

Me gustaría borrar la idea de que Matt me agrada, porque en realidad sólo lo considero un amigo. Sin embargo, podría sacar algo de información si la mantengo con vida.

—¿Quieres algo de comer? —pregunto, levantándome del sillón y estirando mis brazos hacia el frente.

Él niega con la cabeza, el tono de cansancio y melancolía en su voz regresa al responder—: No tengo hambre —después, se levanta con mucho menor ánimo que el mío y se dirige a su habitación.

—Si necesitas algo, dime —aseguro, dejando de lado los juegos y entendiendo que este no ha sido su mejor día.

—Gracias. . . —dice en a penas un susurro mientras abre la puerta de su habitación— oye, somos amigos, ¿verdad?

La palabra amigos me incomoda en el momento en que escapa de sus labios, pero supongo que no podría negarlo sin expresar mis sentimientos.

—Claro —concluyo titubeante desde mi lugar en la sala.

Él sonríe, esta vez de manera tierna y completamente relajada.
Permanece así durante algunos segundos, dejando volar sus pensamientos hasta que le hacen soltar una corta risa.

—Lo siento —se disculpa, aunque yo no lo crea necesario. Me gusta ver cuándo está genuinamente feliz y está vez no es la excepción—, es solo que nosotros llevamos semanas de conocernos y ya te considero mi mejor amigo.

Y... ahí está, la peor categoría en la que me pudo haber puesto.
Mejor amigo.
¿Qué demonios significa eso?

—También yo —miento a medias. Sí, le tengo la confianza que le tendría a mi mejor amigo, pero no quisiera tener sólo esa relación con él.

—Bueno, practicaré un rato —dice, entrando a su cuarto y cerrando la puerta.

No(,) te necesito | 𝘚𝘺𝘯𝘢𝘤𝘬𝘺 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora