Kunoichi

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Tusligo: amor de madre.

Cuando era pequeña solía asistir a los festivales deportivos y culturales siempre sola, las cuidadoras no tenían tiempo para ese tipo de cosas, así que tenía que comer su merienda sola y aguantar las críticas de las demás familias.

Empezó a acostumbrarse poco a poco a ese estilo de vida, ahora entendía perfectamente a Naruto y Sasuke-kun, cielos, lo que hubiera dado con tal de ir con sus compañeros y darles un gran abrazo, cuidarlos y apartarlos de todo el mal del mundo.

-ya lo hiciste, Sakura- dijo su madre, Satsuki Haruno- les salvaste la vida y les permitiste ser felices al fin, lo demás depende de ellos- acarició el rostro de su hija con cariño.

Nunca imagino que conocería a su madre en esa circunstancias, era demasiado repentino y de por si ya tenía suficientes sorpresas.

-mi bebé- Satsuki la abrazo con mucho cariño- te he extrañado tanto...

-mamá- esa palabra sonaba muy extraña en sus labios- ¿enserio eres tú?- rompió a llorar como nunca lo había hecho y se refugio en los brazos de su madre.

-shhhh, aquí estoy- susurró la madre- has pasado por tantas cosas... mi pequeña... ¿sabes? cuando estabas en mi vientre solía hablarte todo el día, de esa manera podrías reconocer mi voz... aunque empiezo a pensar que sólo te provoque dolor y sufrimiento.

Sakura levantó la vista y observó a su madre, no pudo evitar compararla con Mebuki, la madre que había tenido en su vida pasada, solía ser muy estricta y dura con ella, ahora entendía que solo lo hacía por su bien. Satsuki, bueno, no llego a conocer mucho de su madre, sólo lo que su maestro había dejado en el informe, no habían convivido en absoluto, pero no tenía dudas del amor que su madre le tenía, hizo todo para salvar su vida y protegerla de ese malvado hombre que se supone era su padre.

Mebuki y Satsuki eran dos mujeres distintas, pero ambas eran madres asombrosas que la cuidaron y amaron con todo su corazón.

Se aferró más a su madre.

-conozco mi pasado, pero sigo sintiendo como si algo me faltara- confesó.

Satsuki tomó por los hombros a su hija y la separó un poco para poder verla a los ojos, verde con verde, madre e hija se miraron, una en busca de respuestas y consuelo y la otra sólo queriendo asegurarse del bienestar de su pequeña.

-Satoko-san dijo que debía aceptar mi pasado para liberar mi poder- susurró Sakura con los ojos aún llenos de lágrimas- debería estar feliz porque al fin se la verdad, pero en realidad siento que la cabeza me va a explotar.

-Sakura- llamo su madre- sabes la verdad, pero ahora que aceptaste tu pasado ya no deberías mirar atrás.

La pelirrosa se separó por completo de su madre.

-para penetrar en el mundo invisible y desarrollar tus poderes olvídate de tus vidas pasadas y vive el presente- recito su madre mientras la veía a los ojos- no olvides quien eres Sakura, te amo como no tienes una idea. Eres mi pequeño tesoro...

Más lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Sakura, había anhelado escuchar esas palabras durante gran parte de su vida.

-las decisiones que tome fueron erradas, encontré al hombre equivocado en un momento de desesperación y él se aprovechó de lo rota que estaba- empezó a contar Satsuki- el hombre que alguna vez amé murió, ya había perdido a mi familia y creo que eso termino por romperme, fue cuando conocí a tu padre- Satsuki soltó una sonrisa nostálgica- me convertí en heroína para ayudar a los demás en los desastres naturales, no quería que nadie más sufriera el destino de mi familia.