Kunoichi

41

Crisantemo rojo: te quiero.

-¡está invitación es muy elegante, Tensei-san!- exclamo Sakura viendo la invitación a la fiesta de regreso de Ingenium.

Era el día en que por fin le darían el alta al hombre, al fin Tensei-san podría hacer lo que más amaba y esa pesadilla por la que habían pasado al fin se acabaría para toda la familia Iida.

-"espero haber saldado tu deuda, Chizome"- pensó Sakura, aún le dolía recordar a su amigo, esperaba que estuviera bien, por lo menos lo mejor que se pudiera estar en una cárcel de alta seguridad...

-si, creo que mis padres exageraron un poco- Tensei se rascó la nuca un poco nervioso- les dije que no quería algo muy ostentoso pero hicieron todo lo contrario...

-Bueno, el señor y la señora Iida deben estar muy felices por su recuperación y su regreso a la agencia, ellos sólo quieren festejarlo, de seguro la han pasado muy difícil durante todo este tiempo- expreso Sakura mientras caminaba junto al hombre por los jardines del hospital.

-al principio lo fue, pero luego llegaste tú, Sakura- dijo Tensei tomando la mano de Sakura y haciendo que esta se detuviera- soy un héroe profesional pero tú me salvaste, pensé que todo estaba perdido, mi familia estaba destrozada y yo sólo intentaba reunir los pedazos restantes, pero mi padre te contrató y... bueno, ya te lo dije alguna vez, no confiaba en ti... pero luego vi lo maravillosa que eres. Superas cada obstáculo que se te pone en frente y aún cuando estas en los momentos más difíciles sigues sonriendo, cualquiera se hubiera rendido en tu lugar, pero seguiste... y... Sakura...

Ella sentía su corazón latir a mil por hora, las palabras de Tensei-san eran tan profundas y hermosas que no pudo evitar sonrojarse.

Tensei apretó la pequeña mano de la chica entre las suyas y sonrió.

-Sakura, tú me gustas- confesó el hombre- no hemos tenido la oportunidad de convivir fuera de los muros de este hospital, pero te pido que me permitas ganar tu corazón.

Estaba segura de que iba a colapsar en ese mismo momento por esa linda confesión.

-Tensei-san... bien, puede intentarlo, pero le advierto que no será fácil- dijo Sakura con cierta diversión en su voz.

-me gustan lo retos- confesó Tensei acercándose poco a poco a la chica- Gracias por todo Sakura- dijo acariciando el rostro de la chica con mucho cariño- llegaste para salvarme, eres muy importante para mi...

"No tienes porque confundirte, Sakura, deja que tu corazón te guíe, no te apresures..."

Tal vez lo que estaba a punto de hacer era algo nuevo para ella, no era su primer beso, pero si era el primero en el que ella tomaba la iniciativa, tomó el rostro de Tensei entre sus manos y le plantó un pequeño y dulce beso.

-no necesitas agradecerme siempre- respondió Sakura con una dulce sonrisa.

Por su parte el hijo mayor de los Iida parecía estar a punto del colapso, estaba tan rojo que Sakura se preocupó de que tuviera fiebre.

-T-Tensei-san ¿estás bien?

-¡te lo dije! Por algo es mi nieto.

En ese momento se percató de que toda la familia Iida los estaba espiando, hasta el abuelo Iida se encontraba ahí.

Se puso igual de roja que el hombre.

-m-mejor me voy, gracias por la invitación Tensei-san- se despidió Sakura, saliendo de ahí lo más rápido posible.

-¡nos vemos querida!- escucho exclamar a la señora Iida. Estaba segura de que su rostro había adquirido un nuevo tono de rojo.

Soltó un suspiro y se despidió de la familia Iida con una gran sonrisa.