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Tulipanes: apego.

Como ninja había tomado muchas misiones peligrosas, estuvo en situaciones que incluso le hubieran quitado la vida en un santiamén, esa pelea contra Sasori era un buen ejemplo, claro que acabó muerta en la guerra y ahora, por obra del destino, tenía una nueva oportunidad en un mundo totalmente diferente, con padres, aliados, amigos, amores y enemigos muy diferentes a los que solía tener.

Resultó muy evidente que querían llamar su atención con toda esa confrontación, había ayudado a muchas personas de la misma manera después de todo, lo cual la hizo preguntarse desde cuando la habían estado vigilando, parecía que la conocían bien, y eso era un punto en su contra, ellos la podían leer como un libro abierto y ella apenas si sabía sobre esa organización.

Estaba empezando a extrañar sus días como médico clandestino en los cuales su única preocupación era... ¿a quien engañaba? Durante esos tiempos también estaba llena de problemas.

Maldita suerte la suya.

Le dolía todo el cuerpo, era como si un camión le hubiera pasado encima, podía sentir como el chakra recorría su cuerpo intentando aliviar el malestar.
Cuando viera a Hawks ya se encargaría de reclamarle por ponerle un sedante tan poderoso, o en todo caso le preguntaría quien fue el chistocito al que se le ocurrió.

-estás despierta- escucho que alguien exclamaba- ha pasado un tiempo desde que te vi, creciste bien.

Sakura abrió los ojos lentamente, acostumbrándose a la luz artificial de esa habitación, tenía hambre y sentía que en cualquier momento iba a desfallecer, además, como no tenía suficiente energía su chakra no podía trabajar como debía.

¿Así se sentía Tsunade-sama después de pasársela bebiendo en algún bar?

Cuando se reincorporó, pudo ver que estaba en una habitación completamente equipada, los muebles estaban perfectamente limpios, había muchos libros y hasta la cama en la que estaba recostada tenía muchos cojines y almohadas además de ser demasiado grande para su gusto y contaba con un fino dosel rosado, no se sentía para nada en su hogar.

-¿te gusta? Eres la heredera de All for One, mereces nada menos que lo mejor de lo mejor, mientras estés aquí serás tratada con el respeto que tú linaje merece, nadie te hará daño o de lo contrario será castigado.

Soltó una risa desganada, eso si era una novedad. Hasta Chisaki la había tratado como su prisionera en su momento, y ese viejo hombre con bata medica le venía a decir que sería tratada como una princesa solo por tener la misma sangre que ese hombre.

-suena demasiado bueno para ser verdad ¿no cree? No me malinterprete, no soy una malagradecida, pero ¿que le hace pensar que quiero confiar en ustedes?

-suenas muy tranquila para ser alguien que acaba de ser secuestrada- apuntó el doctor con diversión, esa niña tenía el mismo temperamento de su madre, había sacado demasiado de Satsuki Haruno, ansiaba ver que había sacado del gran All for One.

-¿me servirá de algo gritar como histérica? ¿Puedo salir de aquí si intentó usar toda mi fuerza?

Además, se dijo internamente la pelirrosa, no es como si debiera intentar escapar... su misión era infiltrarse en la liga y, si se daba la oportunidad, sacar información y sabotear cualquier plan que tuvieran.

Ella era solo la moneda de canje después de todo.

-es bueno que hayas sacado la inteligencia de tu padre.

No pudo evitar fruncir el ceño ante esas palabras ¿inteligente como su padre? Ni siquiera conocía a ese hombre tan despiadado, el simple hecho de que fuera llamado su padre le hacía hervir la sangre.

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora