Capítulo especial.

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En la aldea de la hoja se respiraba un aire de paz y tranquilidad, después de la guerra todo había sido dolor o pérdidas, se habían ido compañeros, amantes y familiares, se necesitó un buen tiempo para que la sociedad se recuperara de toda esa tragedia. Pero al final, la aldea se alzó nuevamente orgullosa en una era de paz.

La gente se sentía segura debido a Naruto Uzumaki, el niño que alguna vez fue despreciado y repudiado por todos ahora era el más querido y respetado de todas las naciones ninja; el héroe de la gran guerra, así era como lo llamaban.

Pero aún cuando todos lo proclamaban héroe, todavía le faltaba un buen camino por recorrer para convertirse en Hokage.

Era por eso que el actual Hokage, Hatake Kakashi, se encargaba de entrenar al chico para cuando este estuviera listo para ocupar su cargo; aunque más bien parecía aprovecharse del pobre muchacho para que este le hiciera todo el papeleo mientras él se iba por ahí a holgazanear o leer su tan preciado libro.

-deberías poner más atención, dobe.

Naruto volteó a ver a su amigo, el Uchiha lo miraba con su típica seriedad hojeando los papeles regados alrededor de la oficina.

-¿qué haces aquí, teme? Pensé que estabas viajando por el mundo con toda tu aura oscura y misteriosa.

El último Uchiha no dijo ni una sola palabra, y observó la desastrosa oficina del Hokage, había mucho papeleo regado junto con pergaminos y libros antiguos.

-Kakashi te volvió a poner a hacer su trabajo ¿eh?

-es parte del entrenamiento para ser Hokage

-¿sigues creyendo eso?- se burló el Uchiha tomando uno de los libros e ignorando los reclamos de su mejor amigo.

Aquel libro era extraño, antiguo al igual que muchos de lo que estaban ahí, pero a diferencia de esos ejemplares este tenía una firma de chakra muy parecida a la que solía tener Sakura. Sin embargo; cuando intentó abrirlo y ver lo que contenía se sorprendió al ver que este estaba completamente vacío.

-¿sabes de que trata este libro?- pregunto a Naruto, quien seguía riñéndole, pero al ver su expresión de seriedad, más intensa que de costumbre, se calmó.

-es de la abuela Tsunade- explico viendo el antiguo tomo- creo que tenía algo que ver con ese diamante que tiene en la frente.

-¿el Byakugou?- pregunto enarcando una ceja ante la vaga explicación del Uzumaki- eso explicaría porque siento la energía de Sakura...- dijo al aire acariciando con cuidado la vieja portada del libro, objeto que le fue arrebatado por el rubio apenas escuchar mencionar a su querida pelirrosa.

-tienes razón...- exclamo Naruto viendo aquel libro con cierta adoración, sintiendo la energía tan conocida de la pelirrosa- ¿cómo es que no lo sentí antes?

-pues nunca fuiste el mejor sintiendo el chakra de los demás.

-tenias que arruinar esto ¿cierto?- se quejó el chico- aún la extraño...- comentó de repente.

La habitación se quedó en silencio total; ambos recordando a su difunta compañera de equipo, la chica siempre había estado a su lado sin importar lo molestos y ruidosos (dígase Naruto) o lo fríos y ariscos (dígase Sasuke) que fueran, constantemente sonriéndoles cuando lo necesitaban e incluso dispuesta a dar su vida por los dos.

-sigues amándola ¿cierto?- comentó el Uchiha.

Eso pareció tomar por sorpresa al contenedor del kyuubi, era un tema tabú puesto que para todos él estaba felizmente casado con Hinata, tan delicada y dulce, la joven que siempre había estado enamorada del héroe de guerra y a la cual había rescatado de otro malvado Otsutsuki. A ojos del mundo era la perfecta historia de amor, digna de cualquier héroe como lo era Naruto Uzumaki.

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora