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Clavel rojo: amor sincero.

Decir que estaba nerviosa le quedaba corto, la mayoría de las veces no volvía a ver a sus pacientes, a menos que fuera una emergencia y nunca, nunca de los nunca mostraba su identidad, fuera quien fuera.

Pero esta situación era diferente, ya lo había hablado con el viejo Sorahiko-san, el director Nezu y Chiyo-sensei, así era como ahora llamaba a Recovery Girl. Tenía que hablarlo con Tensei, decirle quien era realmente, se lo debía al héroe, había entablado una linda amistad con el hombre y no quería dejar las cosas así, no era su estilo.

-chica Todai...

Tensei estaba sentado enfrente de la ventana. Había estado preguntándose desde hace tiempo que es lo que le había pasado a la chica que había cambiado su vida. Pasó noches enteras pensado que había sido de ella, nadie tenía una respuesta clara sobre su paradero y eso lo preocupó mucho.

Cuando la vio parada en la entrada de la habitación de hospital no pudo evitar levantarse abruptamente de su silla, ocasionando que se tropezara.

Sakura, preocupada por el hombre corrió para auxiliarlo inmediatamente.

-Tensei-san- la jovencita lo ayudó a levantarse, mirándolo con nerviosismo, lo llevó a la cama de hospital a reposar.

-¿donde has estado?

Ella se sintió mal por Tensei, no tenía idea de que lo había preocupado de esa manera con su desaparición, el doctor Hakamada le contó sobre cómo el hombre no había podido dormir y sus avances habían flaqueado. Se sentía muy culpable.

-digamos que... estuve arreglando asuntos pendientes, lamento haberte preocupado.

-está bien, ahora estás aquí, conmigo, y eso es lo que importa.

Sakura bajo la mirada, traía el traje quirúrgico y la mascarilla médica, con decisión llevó una de sus manos a la máscara que cubría su rostro y se la quitó ante la sorprendida mirada de Tensei, removió la cofia que tapaba su cabello y dejó que este cayera libre por su espalda.

-Sakura Haruno, mucho gusto- dijo con una gran sonrisa, tendiéndole la mano al sorprendido hombre.

-"vaya"- pensó Tensei, estupefacto.

No esperaba eso, a veces, cuando estaba solo se ponía a pensar sobre las posibles opciones para complementar aquellos ojos verdes tan expresivos, pero sin duda no esperaba tal combinación, rosa y verde, Sakura Haruno, le quedaba bien a su chica Todai

-¿qué pasó con eso de la médico clandestina que protegía a capa y espada su identidad?- soltó, tratando de aligerar el ambiente.

La chica se encogió de hombros.

-solo puedo decir que los días entre las sombras de kunoichi han acabado.

Ambos se vieron con una gran sonrisa, este era el comienzo de una nueva historia para ellos.

-00-

-esas son unas lindas canastas de frutas- dijo Sakura, viendo con diversión a Mirio y a Izuku, que traían en sus manos dos grandes canastas llenas de diferentes tipos de frutas.

Eri, a quien Sakura estaba peinando, observó con curiosidad a los chicos y miró con cierta emoción reprimida a Sakura.

-¿cual es tu fruta favorita Eri? ¡Apuesto a que son los duraznos!- exclamo Mirio.

-manzanas.

Sakura soltó una carcajada divertida por la respuesta de la niña y las caras de los chicos.

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora