Capítulo especial

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Alstroemeria: amistad

-¡no puedes hacer eso Kizashi!- Mebuki estaba muy molesta con su esposo, no solo había ido en contra de sus deseos de alejarse del mundo que se había llevado a su hija, sino que había tenido el atrevimiento de profanar el reposo de su pequeña al llevar a esos malditos ninjas a donde descansaban sus restos.

Kizashi ya estaba cansado de todo, solo quería sentir algo de paz y hacer que la muerte de Sakura valiera la pena, lastima que Mebuki no pensara lo mismo.

Apenas y llegó la noticia a oídos de su esposa esta no tardó en ir con él y reclamarle.

-Mebuki, son las personas que Sakura amo alguna vez.

-¡son aquellos por los que murió!

-¡¿crees que no quiero gritarles y hacer lo que tú?!- reclamó Kizashi, estaba seguro que de los dos era el que más frustrado se encontraba por la muerte de su hija- pero conozco lo sentimientos de mi hija, o al menos lo hacía, a ella no le hubiera gustado que te sumergieras en el dolor y apartaras a los que alguna vez llamo amigos- tomó a su esposa por los hombros- todo lo que hago es por el amor que le tengo a nuestra hija, en honor a su memoria.

En ese momento Mebuki se quebró y empezó a sollozar en los brazos de su marido, siempre fue la fuerte de la familia, aquella que mantenía la alegría explosiva de Kizashi y los sentimientos de Sakura a raya. Era la que mantenía a la familia a flote.

Por eso mismo Kizashi sintió su corazón quebrarse al ver a su amada esposa en ese estado.

-la extraño Kizashi...- susurró Mebuki en el pecho de su esposo- ¿recuerdas cuando era una niña? Cuando la molestabas por tener todo el pelo en la cara y ella se enojaba por eso.

-o cuando llegó con nosotros y prácticamente nos gritó que quería ser una ninja.

-estaba tan nerviosa que solo pudo gritarlo- recordó Mebuki, con una sonrisa en el rostro- era una niña tan buena y linda, siempre se la pasaba ayudando a los demás.

-es por eso que debemos honrar a nuestra pequeña, hacer que su sacrificio valiera la pena- Kizashi pensó en algo que se había estado planteando hace ya mucho tiempo- Sakura alguna vez nos contó de sus intenciones de establecer un hospital mental para niños ¿lo recuerdas?

-no estarás pensando...

-hagámoslo Mebuki-chan.

-00-

Ino miraba con tristeza las viejas fotografías, en una estaba ella y Sakura en su infancia con una gran sonrisa en un campo de flores, esa solía ser su actividad favorita, antes de que, bueno, ambas se enamoraran de Sasuke. Siempre se había arrepentido de romper su amistad por algo tan vano como un primer amor infantil, pero eran niñas, cegadas por un chico guapo y "misterioso".

Sakura había sido su mejor amiga, su alma gemela, se supone que sería la dama de honor en su boda y viceversa, sus hijos serían amigos y envejecerían juntas. Ahora nada de eso pasaría porque se había ido.

Hasta extrañaba sus ridículas discusiones, Sakura era la única que la hacía dudar de su apariencia.

Aún recordaba a la niña con todo ese pelo rosa cubriéndole la cara, esa niña solía esconderse y aguantarse todo, era un pequeño ratón de biblioteca al que nadie quería acercarse, pero a Ino siempre le habían gustado las cosas hermosas y ella vio la belleza que ocultaba Sakura.

Y se convirtió en una hermosa flor.

-Ino.

Shikamaru y Chouji estaban en la entrada de la florería de la familia Yamanaka.

No fueron tan cercanos a Sakura como Ino, por parte de Shikamaru el solía pensar que Sakura era una kunoichi sin talento de pelo rosa y frente grande, pero la joven se superó de una manera sorprendente y se había convertido en la kunoichi más fuerte, sólo siendo superada por Lady Tsunade.

Aún así la tristeza los embargaba por la pérdida de Sakura.

Ino miró a sus compañeros de equipo y les sonrió con tristeza.

-ya casi termino- dijo cerrando el viejo álbum de fotos y fue por el hermoso ramo de flores que había preparado para Sakura, sólo faltaban unos cuantos detalles más, sólo lo mejor para su persona especial, su alma gemela, su mejor amiga.

-es bueno que la señora Haruno al fin haya aceptado la idea de hacer una ceremonia en honor a Sakura- comentó Chouji, viendo con asombro el gigantesco ramo que Ino había hecho.

-date prisa Ino, si llegamos tarde será muy problemático.

El Nara no quería ni imaginarse el infierno por el que los haría pasar Tsunade si llegaban tarde a un evento tan importante, además de que internamente no deseaba llegar tarde.

-00-

Las cortinas de la habitación fueron recorridas dejando la luz entrar en todo ese cuarto lleno de oscuridad.

-¿así es como agradeces que mi hija haya salvado tu vida, niño?

Mebuki observaba con el ceño fruncido al rubio que estaba medio adormilado en su cama. Todo el departamento del chico estaba lleno de basura y era todo un desastre, como una mujer que había sido la mayor parte de su vida un ama de casa pulcra y estricta, todo eso basurero le ponía los pelos de punta.

-¿señora Haruno?

La mujer le ignoró y recorrió todo el departamento tratando de recoger todo el desastre.

-Sakura me había dicho que eras un muchacho muy desordenado, pero no pensé que fuera para tanto ¿crees que a ella le hubiera gustado verte en estas condiciones?- regañaba la mujer mientras buscaba algún artículo de limpieza con la mirada.

-lo siento señora Haruno- Naruto interceptó a la mujer y se arrodilló en el suelo ante ella. Empezó a sollozar por la muerte de su primer y gran amor, su compañera de equipo, la que siempre estaba con él en sus aventuras.

Mebuki se arrodilló a la altura del rubio y acarició las hebras doradas del muchacho.

-no tienes porque disculparte niño, Sakura te amo mucho, tanto que dio su vida por ti, ahora tienes que hacer que ese sacrificio valga la pena, vive feliz y honra la muerte de mi niña- Mebuki se levantó después de sus palabras- tendré que venir después para limpiar todo tu desastre, pero ahora alístate para ir a la ceremonia.

Naruto se quedó en el piso, viendo al vacío, pero con una sonrisa nostálgica.

¿Continuará?...

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora