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Fresias blancas: inocencia

-¡Sakura-san!-Eri se abalanzó a ella en cuanto la vio entrar a su habitación del hospital- tenía mucho miedo cuando se desmayo después de que ese chico venció a Chisaki.

La joven sonrió con ternura, acariciando los cabellos enredados de la niña y cobijándola en una abrazo maternal.

-ya estoy aquí Eri, y no voy a irme a ningún lado- dijo Sakura, sentándose en la cama de hospital con la niña en su regazo.

-¿lo promete?

-si, siempre voy a estar a tu lado pequeña Eri- le dio la mejor sonrisa que tenía y relajó su rostro escondiéndose en el abrazo de de la chica. Sakura suspiro, Eri era una niña tan tierna y pura.

No se percató de que tenía público frente a ella.

Izuku y Mirio, junto a Nighteye, que venía en una silla de ruedas, observaban con una sonrisa la tierna escena que se desarrollaba frente a ellos, era como si Sakura fuera una madre para Eri, aunque claro que no era la verdadera madre de la niña, la historia de Chisaki había sido todo una mentira.

La muchacha levantó la mirada, viendo a los recién llegados con curiosidad.

-veo que ya está mejor- dijo, viendo al héroe profesional, quien sonrió hacia la joven.

-todo gracias a usted Haruno-san, no quiero ni imaginar mi destino si usted no hubiera intervenido a tiempo. Estoy en deuda con usted.

Sakura hizo una mueca, claramente incómoda.

-no es necesario, ummm...

-Sasaki Mirai, mi nombre de héroe es Sir Nighteye, también tengo que agradecerle por cuidar de Mirio- dirigió la mirada hacia su estudiante, que había perdido su don a causa de las balas especiales de Chisaki. Sakura observó al chico rubio con vergüenza.

-lo siento, no pude ayudarte- Sakura podía ver que, a pesar de que Mirio trataba de ser fuerte para no preocupar a las personas a su alrededor, el chico tenía una nube de tristeza cubriendo sus irises, no era el mismo chico lleno vitalidad que vio cuando llegó a salvarlas. Era como si algo le faltara, ella conocía esa mirada.

-¡no te preocupes, Sakura-san!- el chico soltó una gran sonrisa- ¡todo estará bien! ¡No me rendiré!

"Yo no me rindo, nunca lo haré, porque ese es mi camino ninja"

-eso me gusta- dijo Sakura con una risa divertida- estaré ahí para ayudarte, ya lo verás- aseguro, en ese momento la pequeña Eri alzó la mirada, asustada o apenada, no lo sabía en verdad.

-¡si!- exclamo Mirio, todos los presente lo vieron con una sonrisa, excepto Eri, que lo veía desde el regazo de Sakura con admiración infantil.

-00-

Siempre había ganado en todo, no importaba que siempre conseguía salirse con la suya de alguna u otra manera. La simple idea de que ese maldito director de la UA le haya ganado de una manera tan banal, le ponía los pelos de punta, y esa mirada que le estaba dando...

-como me escuchó, señora presidenta, nosotros nos haremos cargo de la tutela de la joven Sakura. No es necesario que gaste su tiempo- Nezu soltó una sonrisa burlona- se que ya está muy ocupada.

-si la joven Haruno ya está en manos de UA no veo porque haya algún inconveniente- hablo el jefe de la policía- se que estará en buenas manos- dijo, viendo al director.

-por supuesto que lo estará ¿tiene algo que decir señora presidenta? La veo muy consternada con la noticia.

La UA era el único lugar donde no podía imponerse, desde que el director se puso al frente de la afamada escuela no tuvo nada más que hacer que dar un paso atrás. Odiaba rendirse de esa manera tan estúpida. Y más frente a alguien que ella consideraba inferior que ella.

KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora