Kunoichi

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Gladiolo rojo: parte erótica del amor.

Observó a la joven pelirrosa aún inconsciente en la celda, la habían encadenado en el frío suelo y no parecía dar señales de querer despertar, cosa que era por demás preocupante.

Le había costado su trabajo llegar hasta ahí, a diferencia de Shigaraki, All for One parecía no confiar mucho en el o en los miembros originales de la liga de villanos, para ese hombre solo eran los perros callejeros que había recogido su pupilo, sólo les daba misiones mediocres que los mantuvieran lejos y hacía todo lo posible para que no supieran nada sobre sus planes.

Incluso el mismo Shigaraki había sido rebajado y era mantenido en alguna habitación sin ninguna chanza de salir, a menos claro que esa fuera la voluntad de All for One.

La verdad era que ya estaba harto de seguir las órdenes de aquel maniático; al principio sólo quería cumplir su venganza contra su familia, pero mientras más pasaba el tiempo menos sentido tenía su objetivo. Su deseo había perdido fuerza pero una nueva luz vino hacia el, en la forma de una hiperactiva chica de pelo rosado y vivaces ojos esmeralda que siempre estaba junto a él en sus momentos más difíciles.

Por todo eso era por lo que estaba ahí, enfrente de la celda de Sakura. Aquello que estaba a punto de hacer era algo que venía pensando desde hace mucho en esos años junto a la liga y que solo se afianzó cuando All for One le encomendó la tarea de ir por la chica a la UA.

Con decisión en su semblante, el primogénito de los Todoroki activó su don con la intención de derretir los barrotes que lo separaban de la pelirrosa.

-yo no haría eso si fuera tu.

Shigaraki se acercó a su compañero; con el paso del tiempo el portador de las llamas infernales se había convertido en un buen amigo, a pesar de que ambos no estaban muy cuerdos que digamos habían aprendido a llevarse bien y adquirido la confianza que viene con la amistad sincera.

Y si había algo que tenían en común era que los dos estaban más que interesados en Sakura Haruno.

-me sorprende verte alejado de tu querido maestro- dijo Dabi en forma de burla.

Por esa amistad que habían forjado era por lo que Dabi no había carbonizado a Shigaraki por interponerse en su camino.

Sin decir una palabra el sucesor de All for One colocó una de sus manos en los barrotes de la celda, haciendo que toda esta se desintegrara, Dabi miró impresionado esta acción, después de todo se esperaba cualquier otra reacción, incluso estaba listo para pelear contra su amigo.

-no me gusta deberle nada a nadie- explico con la mirada escarlata clavada en la chica durmiente en la celda, con un simple movimiento se deshizo de las cadenas que apresaban el frágil cuerpo- cuídala ¿quieres? Ella es importante para mi.

-¿estas dispuesto a dejarla ir aunque eso haga que All for One vaya contra ti?

-hace mucho que llevo pensando que no quiero seguir bajo las reglas de ese hombre- mencionó pensativo- me di cuenta muy tarde de que este nunca fue mi objetivo, solo soy un medio para cumplir un fin. Me rehuso a seguir siendo una herramienta, además, ese viejo no la va a tener fácil, pienso pelear contra el, por eso debo quedarme.

-ya veo- contestó Dabi- sientes lo mismo que yo, la ves de la misma manera en la que yo la veo.

Una pequeña sonrisa adornó el semblante de Tomura.

-en ese caso sabes lo difícil que es para mi dejarla ir.

Dabi negó con la cabeza, podía imaginarse lo difícil que debía de ser para Shigaraki dejar que la pelirrosa en manos de un hombre que ansiaba poseerla tan fervientemente. El mismo no se hubiera contenido y habría incinerado al muy desgraciado por ponerle las manos encima.